Volumen 2 - parte final

287 21 7
                                    

Parte 1

Horikita: Buenos días, Ayanokouji-kun.

El día siguiente a la deliberación de Sudou, salía de mi habitación como todos los días. El intenso calor del verano castigaba la tranquilidad de la jornada, y una sombra desconcertante se cruzó en mi camino: una chica de cabello negro y ojos fríos, Horikita.

No sé si es producto de una alucinación causada por el sofocante calor, pero es la única explicación lógica para que Horikita me estuviera esperando allí.

Ayanokouji: ¿Me estabas esperando?

Horikita: Sí. Te estaba esperando.

Ayanokouji: Supongo que si quieres confesar tus sentimientos por mí, lo mejor sería que lo hicieras ahora mismo, linda.

Horikita: ¿Estás idiota?

Mi intento de humor no fue bien recibido. Horikita luce aún más molesta de lo habitual, como si me odiara tres veces más hoy.

Siento que Horikita me quiere, pero a tres metros bajo tierra.

Horikita: ¿Pasa algo?

Ayanokouji: No, solo pareces enojada.

Horikita: Debes estar alucinando por el calor.

Horikita comenzó a avanzar hacia el elevador, presionando el botón para que este se detuviera donde nos encontrábamos.

Estaba a punto de seguirla, pero una extraña intuición me dijo que no lo hiciera, que algo malo está a punto de pasar.

En ese momento, se escucharon gritos o, al menos, una voz muy ruidosa desde dentro del elevador antes de que las puertas se abrieran.

Por su voz, ya sabía quiénes eran.

Chisato: Vamos, préstamelos. Solo son 10,000 puntos.

Takina: No.

Chisato: ¡Por favor!

Takina: ¡Que no!

Cuando el elevador se detuvo, las puertas se abrieron, revelando la imagen de Chisato y Takina peleando, agarrándose del uniforme y forcejeando entre ellas. Al parecer, no soy el único con problemas con otras personas aquí.

Al ver que las estábamos observando, ambas chicas se detuvieron y Chisato sonrió, saludándonos con un gesto de mano.

Chisato: Ah, ¡Buenos días, Horikita, Kiyo!

Takina: ... Buen día.

Horikita observó fijamente a las dos chicas en el elevador antes de entrar con molestia.

Horikita: ¿Tú no entras?

Sus palabras eran cortantes y se dirigieron a mí.

Quería entrar, pero esa sensación de que algo malo pasaría si lo hacía seguía presente. Aun así, tengo que hacerlo para llegar a la escuela de todas formas.

Ayanokouji: Bueno. Con su permiso, chicas, voy a entrar.

Ignorando mis malos presentimientos, me adentré en el ascensor junto a las tres chicas. Inmediatamente después, Takina presionó el botón del primer piso. Las puertas se cerraron y comenzamos a bajar.

Por alguna extraña razón, aunque solo han pasado diez segundos desde que entré, es como si hubieran transcurrido diez minutos. Las miradas casuales pero repetidas de Horikita no ayudaban a acelerar mi percepción del tiempo.

Chisato: ¿Pasa algo entre ustedes dos?

Notando las miradas de Horikita hacia mí, Chisato pronunció esas palabras curiosamente.

Chisato y Takina en Classroom of the EliteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora