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Amy Baker.

—Bien creo que ya estoy lista, solo tengo que esperar a que venga Jack por mi.

¿Qué si estoy nerviosa? si, aunque no debería de estarlo, no es como si fuera una cita o algo por el estilo, solo es una salida al cine con sus amigos, no es nada del otro mundo, pero por alguna razón estoy nerviosa.

—¿Y si me quedo? no, no puedo, ya le dije a Jack que iría —camino en circulos rodeando uno de mis zapatos mientras retuerzo mis dedos nerviosa—. ¿Y si le digo que estoy enferma? esa nunca me falla, asi no tendría que ir con ellos y me quedaría aquí.

—No.

—¿No? claro que pued... —volteo rápidamente la cabeza asustada y suspiro de alivio—. Un día me mataras de un infarto o algo asi.

—¿Por que no quieres ir? —que directo.

—Algunas veces eres muy directo ¿sabes? —le digo.

—No cambies el tema —descubierta, Dios—. Responde Amy —dice serio causando que me de un escalofrío y voltee la mirada a la derecha evitando la suya.

—No se de que me hablas.

—Sabes perfectamente de que es lo que hablo Baker —lo siento acercarse a mi—. Habla.

—Estas loco, la cerveza si que te hace daño Ross, ya hasta mi apellido dices —rio nerviosa y cruzo mis brazos en un intento de protegerme de el y su interrogatorio.

—Este es el colmo, comienza a hablar Amy, no tengo paciencia en este momento para esto.

—No es nada, en serio, ¿te golpeaste la cabeza acaso? —digo nerviosa y el se acerca a mi que puedo verlo del rabillo del ojo. Trágame tierra.

—¡YA BASTA! —grita de repente causando que de un brinco por el susto.

Lo miro a los ojos con algo de miedo y me alejo asustada, los recuerdos comienzan a invadirme y no puedo evitarlo, me abrazo a mi misma protegiéndome de lo que sea que venga por mi. Estoy nerviosa y mi respiración se acelera.

—Amy ¿Qué pasa? ¿Qué te sucede? ¿estas bien? —escucho a Ross, pero lo escucho lejano, como si se estuviera alejando de mi.

—Yo... —trato de hablar pero el nudo en mi garganta no me deja, se me hace imposible poder hablar correctamente.

Tengo que calmarme, no me puede dar un ataque ahora, no puedo.

Solo cálmate, Amy, trata de calmarte, no están difícil, cálmate.

—Lo siento —y es cuando vuelvo en mi y lo miro a los ojos—. Lo siento, fue mi culpa, esto es mi culpa.

—Ross...

—No debí gritarte, lo siento Amy, en verdad lo siento —y entonces me abraza, sorprendiéndome un poco, pero no tardo mucho en corresponderle el abrazo.

—Tambien fue mi culpa, solo trataba de evadir tus preguntas, lo siento —pego mi cara en su pecho, ya que el es mucho mas grande que yo, aunque no tanto como para decirle poste de luz andante.

—Esta bien, si no quieres ir respeto tu decisión Amy, no voy a obligarte ni nada de eso ¿bien?

—Bien, lo siento Ross.

—Esta bien.

—Si voy a ir, solo esta nerviosa, es todo.

Junto a ti [Jack Ross]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora