Junto a ti [Jack Ross]

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Amy Baker.

¿Por donde empiezo?

—Es una historia algo larga —río nerviosa.

—Tenemos todo el camino hasta el restaurante, puedo escucharlo, pero tampoco quiero presionarte —el auto avanza y yo no se si decirlo o no.

—Es que... tal vez te vi con la chica de la caja, y pues...

—Te dieron celos —afirma y asiente—. Lo siento, Amy.

—Está bien, tienes derecho a coquetear, es tu vida, no puedo meterme en eso —volteo a verlo y le sonrío aunque el no me vea—. Somos amigos después de todo.

—Claro, amigos —nos quedamos en silencio después de eso.

—Y... ¿que pasó con la chica? —pregunto curiosa y también para romper este silencio algo incómodo.

—¿Que con eso?

—¿Salieron o algo?

—No, solo hablabamos y eso —y así volvemos a quedarnos en silencio—. No te encontré después, me preocupe un poco.

—Lo siento, es que Ross a apareció y...

—¿Que tiene él? —me interrumpe.

—¿Como?

—¿Que tiene él? ¿Que tiene que no tenga yo? —pregunta me mira por un momento pero voltea nuevamente al frente.

No se que decir, ¿que puedo decirle?

—Nick...

—Lo siento, solo es algo estúpido —me quedo en silencio y me muerdo mi labio nerviosa.

—No puedo compararte con Ross porque el es único, al igual que tú —estiro mi brazo a su hombro y lo aprieto—. Son personalidades diferentes, tu eres diferente tanto mental como físicamente —me acerco y beso su mejilla—. No quiero que cambies por nadie, ni si quiera por mi, solo sigue siendo tú.

—Gracias Amy —hasta ahora es que me doy cuenta de que el auto está quieto.

—No hay de qué, chico fuego —le sonrío.

—Me alegra haberte conocido, chica retrato.

—¿Aún lo tienes? —pregunto con una sonrisa recordando y visualizandolo en mi mente como si fuera la primera vez.

—¿Que?

—El dibujo que te di, tu retrato.

—Obvio que si, lo puse en un marco para que no le pase nada, es especial para mi, como tu también lo eres para mi —su mano toma uno de mis cabellos y los coloca detrás de mi oreja.

—Tu también lo eres para mi.

—Deberíamos tomarnos una foto, para tenerla de recuerdo.

—Claro.

Y así pasamos los próximos 10 minutos tomándonos fotos, ya no era una, sino como 50 o más, la verdad perdí la cuenta de cuanta nos tomamos.

—Me gustó mucho esta —señalo una en donde yo beso su mejilla y el sonríe a la cámara, es tierna y linda a la vez.

—La pondré de fondo de pantalla y la subiré a instagran.

—Oye, debes pasarmela para ponerla también de fondo, y debes etiquetarme en instagram —golpeo su hombre.

—Esta bien, esta bien —ríe y besa mi mejilla para luego sacudir mi cabello despeinandolo un poco.

—Vamos a comer, aún tengo hambre —bajo del auto y él tarda un poco en reaccionar pero luego me sigue y así entramos a la tienda.

Busco una mesa vacía y me siento, Nick se sienta al frente de mi, una chica viene, pedimos y al rato la traen. Así pasamos la noche comiendo entre risas y contando como nos fue hoy.