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-Ya es hora de irme. - Ken-chin guardo sus herramientas mientras me daba la espalda.

-¿Tan pronto? - Solté sin pensar.

-Tengo que seguir el papel que me diste, Mikey. - Volteo para darme una mirada fría que encogió mi corazón. - Así que debo irme.

Ken-chin no me permitió decir nada más, tomo sus cosas y se fue.

Este dolor en el pecho es nuevo, antes me dolía porque no tenía a Ken-chin a mi lado y ahora me dolía por su desprecio. A pesar de tener a Ken-chin nuevamente conmigo no podía ser egoísta, Emma no tenía que pagar por mis errores, quería protegerla como no lo hice en la antigua línea, deseaba tanto cuidar a mis hermanos.

-Además se lo prometí. - Hablé para mí, no podía olvidar lo que le prometí a Emma, de que la cuidaría. - No puedo romper mi promesa.

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-¿Ya te vas? - Dije en voz baja al verlo sacar su celular.

-Si, ya es tarde.

-Pero- Aprete los labios. - La carrera esta próxima, debemos revisar bien la moto.

-Ambos sabemos que ganaras, además la moto está en perfecto estado. - Ken-chin se limpió las manos y agarro su chaqueta dispuesto a irse. - Nos vemos mañana. - Sin dudarlo tiré de su mano y me puse delante de él impidiéndole el paso. - ¿Qué quieres? - Bufo aburrido.

-No quiero que sigamos así. - Mordí el interior de mi mejilla, normalmente no actuaria de esta manera, me impondría, pero no podía hacerlo, no con Ken-chin viéndome de esa manera. Ahora entiendo porque se sentían intimidados nuestros enemigos al ver a Ken-chin, esa mirada hostil que daba te hacia temblar. - Ken-chin por favor. - Presione con un poco de fuerza su mano.

-Mikey. - El tótem se soltó de mi agarre. - Ya estoy cumpliendo lo que tanto quieres, estoy al lado de Emma. Así que no te contradigas y déjame ir. - Me empujo y salió del taller.

Mis ojos picaban, ¿Por qué tenía que pasar esto?, ¿Por qué tenía que soltar a Ken-chin si yo también lo quiero? ¿Por qué no puedo tenerlo?

Mikey.

La imagen de mi hermana llego a mi cabeza, perdón por dudar, Emma.

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-¿Por qué tienes esa cara? - Voltee al escuchar esa voz. - Te vez horrible Mikey. - Me dijo el moreno mientras apoyaba su mano en mi hombro.

-No es nada, Kisaki. - Reste importancia y fije mi mirada al frente, la pista estaba libre porque me tocaba usarla. - Llegas temprano. - Hable sin pensar, Kisaki y Koko son los que nos patrocinan por lo que era normal que en ocasiones uno de los dos viniera a ver los entrenamientos matutinos, según ellos era para asegurarse, pero todos sabíamos que era una excusa para escaparse de sus deberes y relajarse.

-¿Es algo que no me puedes contar? - El moreno se sentó a mi lado en el frio asiento.

-Te vas a ensuciar. - Dije viendo de reojo el costoso traje que usaba.

-Sabes que eso no me importa. - Saco su celular. - Mi asistente me traerá un café, ¿Quieres algo?

-No, gracias. - El moreno no insistió y tecleo algo en su celular.

-Sino puedes contármelo a mí, al menos habla con Draken o Takemichi. - Mis ojos volvieron a picar. - ¿Peleaste con Draken?

-No. - Module mi voz para que sonara fría. - Ken-chin y yo estamos bien. - Mentí.

Ella, el y yo (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora