I want your love

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-Le pedí a Ken-chin que vivamos juntos.

-¿Y qué te respondió?

-Acepto.

-Bien por ti.

-¿Solo dirás eso?

-¿Qué quieres que diga?

-No lo sé. - El moreno dejo de teclear y soltó un largo suspiro. - Es solo que... - Cerro su portátil y agache la cabeza.

-Mikey. - Los sigilosos pasos de Kisaki venían en mi dirección. - Si buscas a alguien que te ataque, estas con la persona incorrecta. - Asentí. - Sé que eres consciente de lo que estás haciendo, ¿Verdad? - Volví a asentir sin tener el coraje de verlo al rostro, el cuerpo del moreno se dejó caer en el sofá al lado mío.

-Estoy lastimando a Emma.

-También a Draken. - Aprete con fuerza los labios, sabía que Ken-chin sufría por mis dudas. - Si no estás seguro entonces déjalo ir, esa indecisión solo lo hará infeliz.

-Quiero que Ken-chin sea feliz. - Me hundí en el respaldo del sofá.

-Entonces deja de dudar. - Kisaki me imito y nuestros hombros chocaron. - Draken y tu merecen ser felices.

-Pero Emma. - Era una persona horrible, lo que estaba pensando en hacer era una canallada. - La estoy traicionando.

-Lo sé, no te voy a decir que lo que haces está bien porque no lo está, la decisión que tomes va a cambiar no solo tu vida sino la de ellos, además que es todo o nada y cuando los demás se enteren. - Mi cuerpo tembló, ¿Cómo reaccionaría mi familia? El abuelo, Shin-nii, Izana y mis amigos, lo más seguro es que me repudiarían.

-Soy de lo peor.

-No, eres humano. - No pude refutar porque era justo como dijo, al inicio pensé que podría soportarlo, el solo tener a Ken-chin conmigo y a salvo debió ser suficiente para mí, me lo dije muchas veces mientras lo alejaba, pero el que recuperara sus recuerdos fue el desencadenante, ya no podía dejarlo, lo quería a mi lado. - Todos nos equivocamos, pero de eso trata la vida, de equivocarse y seguir adelante. - Aprete con fuerza mis manos, no era tan fácil. - Tu error fue dejar a Draken a pesar de que lo quieres, lo dejaste para que Emma tuviera el camino libre, pero ni así ella pudo enamorarlo. Porque el solo te ama a ti.

-Idiota. - Lo golpee con mi hombro mientras intentaba no sonreír por sus palabras, el escuchar que Ken-chin me quiere hacía que un gran jubilo invadiera mi cuerpo, tanto tiempo deseando ser correspondido y por fin lo era.

O bueno, siempre fui correspondido.

La persona que se me confeso no fue el Ken-chin de esta línea, sino mi Ken-chin, el que siempre estuvo a mi lado, el que me cuido y cumplió mis caprichos, el que me conocía perfectamente.

-Ese idiota. - Sali de mis pensamientos al escuchar a Kisaki.

-¿Quién es? - Apoye mi mentón en su hombro y mire mejor el celular.

-Deja de fisgonear. - El moreno alzo el aparato, hice un puchero. - Es Shuji, dice que ya vuelve de su viaje.

-¿A dónde fue esta vez?

-Okinawa, dijo que tenía ganas de tomar fotos a la isla.

-Realmente le cumples sus caprichos. - Me mofe, pero el moreno ni se inmuto.

-Es lo mínimo que puedo hacer ya que él me lo dio todo. - Volvió a ver su celular y una melancólica sonrisa se le escapó de los labios. - Siempre estaré agradecido contigo y Takemichi por la segunda oportunidad que me dieron, en esta vida pude ser una mejor persona, pude tener amigos de verdad y lo más importante... pude darme cuenta de quien siempre me quiso.

-Kisaki.

-Pero bueno, olvidemos esas tonterías. - El moreno intento restarle importancia a lo que dijo, como siempre Kisaki ocultando sus sentimientos, una sonrisa se me escapo de los labios, al menos sabía que era feliz con el loco ese. - Shuji me traerá chinsuko y awamori, ¿Vas a querer?

-Sabes que odio el alcohol, así que aceptare gustoso el chinsuko, aunque... puede que a Ken-chin le guste, ¡así que también quiero awamori!

Luego de eso la conversación se volvió más amena, el hablar con Kisaki realmente me ayudaba a despejarme, se estaba volviendo un gran apoyo, eso y que era mejor que Takemicchi al dar consejos, de alguna manera Kisaki y yo podíamos entendernos.

Me puse de pie al ver la puesta de sol por la ventana, era momento de volver y esperar a Ken-chin, este dijo que saliendo del trabajo iría por sus cosas al burdel así que deseaba esperarlo en casa.

Casa.

Era momento de tomar una decisión, no iba a ver vuelta atrás. Casualmente me despedí de mi amigo, caminé a la puerta y puse mi mano en la perilla.

-Mikey. - Me detuve al escuchar su llamado, pero no voltee y espere a que hablara. - Mereces ser feliz.

Con el corazón en un puño asentí y salí del lugar.

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Me mire al espejo por milésima vez, ir con el pecho descubierto sería demasiado descarado, lo que era irónico porque en la otra línea me la pasaba así delante de Ken-chin, es más, podía andar hasta desnudo al lado de él. Mis mejillas se calentaron, realmente era un inconsciente.

Entre mi divagación un delicioso aroma llego a mi nariz, hoy le tocaba a Ken-chin preparar la cena, así que lo esperaba con ansias ya que, a diferencia mía, el tótem es muy bueno cocinando. El comenzar a cocinar nuestra comida fue una divertida experiencia, probamos recetas y veíamos videos con la intención de aprender, habría sido más fácil pedir a uno de nuestros amigos que nos enseñe, pero sería difícil dar explicaciones de porque Ken-chin y yo vivíamos juntos, así que para evitar eso buscamos la manera de aprender, se nos quemó la comida, salía salado, en ocasiones solo comíamos arroz con furikake, pero eso no nos desanimaba, todo lo contrario, siempre terminábamos conversando y buscando más videos...

-Como en los viejos tiempo.

Me volví a ver en el espejo y terminé eligiendo un conjunto gris que se parecía mucho al que usaba cuando era niño, miré mi reflejo y la imagen que vi no me gusto, ¿Realmente le gustaría a Ken-chin?, siempre me considere lindo, pero eso era con mi antiguo corte, mi cabello rubio largo me hacía dar un toque sensual, más este cabello negro y corto me hacía ver ridículo, lo odiaba.

-Mikey. - Contuve la respiración al escuchar la voz del tótem. - Hora de cenar.

-¡Voy! - Me apresure en salir. - ¡Auch! - Me sobé la nariz, había chocado con algo, al alzar el rostro vi a Ken-chin. - ¿Qué estas- Mi rostro fue cubierto con algo, antes de que pudiera quejarme sentí las manos de Ken-chin en mi cabeza.

-Deja de salir con el cabello mojado. - Gruño el tatuado. - A este paso te vas a enfermar. - El calor envolvió mi cuerpo, hace años que Ken-chin no me secaba el cabello. - Así está mejor. - Susurro cerca de mi oreja y mi cuerpo sintió escalofríos.

Mi corazón latió con fuerza, no podre soportarlo más. 

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Buenos días les saluda Ale XD ¿andaban esperando conti? este capitulo debio salir hace mucho, pero cada que comenzaba a escribirlo pasaba algo y lo dejaba (hasta me dormia) creo que no queria ser escrito o.o hare lo posible para no demorar tanto con el proximo capitulo. 

¿Opiniones?

Pd: Ya saben que no revise el cap xD

Ella, el y yo (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora