Ella, el y yo (Drakey)

Hold on

-Ya es hora de irme. - A diferencia del día anterior, Mikey no intento retenerme. El enano estaba concentrado en la computadora mientras me ignoraba, el día de hoy no me dirigió ni una mirada o palabra.

Ya eligió... y como era de esperarse, no me eligió a mí.

Deseaba tanto reclamarle su actitud, el día de ayer me pidió que no me fuera con Emma y yo como un estúpido me ilusione pensando que por fin estaríamos juntos.

Soy un grandísimo idiota.

Me lavé las manos en el baño y salí de ese horrible taller directo a donde estaba mi hermosa zephyr. Lo que tenía que hacer era alejarme de Mikey, enterrar en lo más profundo este sentimiento que me carcome y seguir adelante...

Aguarda, aún te necesito

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-Ken, hoy llegas temprano.

-Lamento estar incomodando. - Masamichi-san cerro su periódico y dejo caer la colilla de su cigarro en el cenicero.

-No nos incomodas, ya te dije que tu habitación sigue intacta. - Aprete los labios y asentí avergonzado.

-Iré a dormir un poco. - El mayor asintió y abrió su periódico otra vez. - Luego vendré a relevarlo.

-Duerme cuanto necesites, recuerda que acabas de volver del trabajo.

Caminé apesadumbrado a mi habitación, como Masamichi-san dijo no habían cambiado ni quitado mis cosas, este lugar seguía siendo el mismo en el que dormí durante tantos años.

Luego de que Mikey me dijera en el templo que debía seguir con Emma, discutimos y termine huyendo, me sentía como un mocoso perdido buscando su hogar e irremediablemente llegue al burdel. Con miedo entre al edificio y subí a mi antiguo piso, en el recibidor se encontraba el mayor que no se sorprendió de verme, a pesar de que estaba sudado y con el rastro de las lágrimas que derrame hace no mucho. Masamichi-san no me pregunto que me pasaba, solo me dijo que fuera a mi habitación a ducharme y a descansar, el escucharlo hizo que mis labios temblaran ligeramente, conteniendo el sollozo que deseaba soltar, al final asentí y agache la cabeza para irme directo a mi antigua habitación. Y fue así como encontré un lugar al que volver; todos los días recibía mensajes y llamadas de Emma en donde me decía que fuera a "casa" lo que me sonaba ridículo, nuestra relación es una completa farsa ya que el Draken de esta línea solo se acostó con Emma por despecho, no porque realmente la deseara o amara.

Y yo me negaba a seguir el juego que Mikey nos impuso.

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¿Qué mierda fue eso?

Mire el cronometro y volví a maldecir, Mikey podía correr mucho más rápido que eso.

-Ken-chin. - Quite la mirada del aparato, el rubio ya estaba a mi lado. - Creo que es el embrague.

-Pero no hace mucho lo cambiamos. - Solté frustrado. - No se pudo haber desgastado tan rápido.

-Recuerda que es una de las piezas más frágiles, tal vez maniobre mal y-

-Mikey, tú no eres un principiante, sabes manejar bien así que dudo que sea tu culpa. - El menor se me quedo viendo unos segundos sorprendido y luego me dedico una de esas brillantes sonrisas que me hacían perder el aliento.

-Gracias, Ken-chin. - Voltee el rostro, no deseo verlo, no puedo seguir cayendo.

-Primero cambiemos el embrague y hagamos otra prueba para saber si ese es el problema.