OBDA - Mi novio virtual es en realidad un Extraterrestre

81. ¿Qué opinas?

Cuando Jian Mei regresó, Lu Xingwang llevaba dos pequeños conos en las manos.

Corrió entusiasmado con un cómic en la mano y preguntó: "Vaya, ¿qué es esto?".

"Bocadillos", le tendió Lu Xingwang, diciendo: "Pruébalo".

Jian Mei aprovechó para darle un mordisco al cono de helado que sostenía Lu Xingwang. Era dulce y delicioso, se deshacía en su boca.

"Mmm..." Suspiró con satisfacción: "Está realmente sabroso".

Los ojos de Lu Xingwang se oscurecieron.

Estaba pensando si añadir un pastelero al palacio ya que a este niño le gustaban los dulces.

Después de que Jian Mei guardara el cómic, cogió el cono de helado de Lu Xingwang. Con sus ojos redondos llenos de diversión, preguntó: "¿No quieres comer, Da Zhuang?".

A Lu Xingwang no le gustaba comer estas cosas.

Sólo lo compró porque el vendedor no paraba de promocionar la oferta de compra uno y llévate otro gratis. Sin embargo, en ese momento, ante la mirada curiosa de Jian Mei, no pudo evitar llevarse el cono de helado a los labios y darle un mordisco.

Jian Mei le miró expectante y preguntó: "¿Está delicioso?".

Lu Xingwang no sentía mucha dulzura en la boca, pero aquel niño que tenía delante, con su sonrisa brillante y su cara blanca, parecía destilar dulzura por todas partes.

"Mmm", respondió el Príncipe Heredero, "Está bueno".

Jian Mei sonrió feliz, después de todo, compartir una comida tan deliciosa con otra persona la hacía aún más agradable.

Sin embargo, pensó que ya que Da Zhuang también le invitaba a algo, él también debía corresponderle y tratarle a cambio. Por el camino, mientras comía, Jian Mei entraba en varias tiendas para elegir algunos artículos que sus amigos querían que comprara. No fue hasta que pasaron por una papelería cuando se dio cuenta de que necesitaba comprar sus propios útiles, así que entró.

El dueño de la tienda empezó inmediatamente a recomendar: "Hola, tenemos todas las novedades en artículos de papelería en nuestra tienda, las plumas estilográficas más populares que no se quedan sin tinta, tienen un tacto ligero y cómodo..."

Jian Mei vio la variedad de plumas expuestas en la estantería, de varios tipos e incluso ordenadas por precio. Él también necesitaba comprarse un bolígrafo, pero después de vivir en la pequeña ciudad durante un año, había desarrollado el hábito de ser diligente y ahorrativo. Así que normalmente no miraba los productos nuevos, sino que se centraba en el precio, y sólo se planteaba comprar si el precio era adecuado.

"Me quedo con éste", Jian Mei señaló un bolígrafo en la esquina con una etiqueta de precio de 1 moneda de oro. "Deme este bolígrafo".

La sonrisa del dueño de la tienda se congeló poco a poco. No esperaba que este niño comprara algo tan barato, pero no podía enfadarse en el acto, así que lo cogió a regañadientes con una actitud algo más fría.

Sin embargo, lo que no esperaba era que Jian Mei volviera al estante donde estaban colocados los nuevos productos y señalara una pluma estilográfica negra, diciendo: "Deme otra de éstas".

El precio de este nuevo producto era 20 veces superior al de la pluma que acababa de elegir.

El dueño de la tienda no pudo ocultar el desprecio y la desaprobación en sus ojos mientras decía: "Esta pluma cuesta 20 monedas de oro".

Lu Xingwang pensó en un principio que Jian Mei debería usar bolígrafos mejores, y cuando el empleado de la tienda mencionó el dinero, estuvo a punto de dar un paso adelante y decir que él pagaría. Pero, inesperadamente, Jian Mei aceptó con una expresión de despreocupación por el dinero, completamente distinta a la de antes. Dijo: "De acuerdo, deme uno".