OBDA - Mi novio virtual es en realidad un Extraterrestre

88. Siempre observándote.

Jian Mei sintió que la imaginación de Yunshi era realmente extraordinaria.

Sin embargo, en este caso, él mismo no prestó atención, por lo que dudó y dijo: "Um, ¿cómo debemos hacer el contacto?".

Esta pregunta también dejó a Yunshi algo perplejo. Miró a Jian Mei y contestó: "Eso es algo que debes decidir tú. Después de todo, es tu propia habilidad".

Jian Mei asimiló claramente esta afirmación.

Después de pensarlo mucho, extendió su mano desde la de Yunshi y la colocó en la espalda de éste, de forma similar a la transferencia de energía descrita en las novelas. Dijo seriamente: "¿Qué tal si lo intentamos así?".

La boca de Yunshi se contrajo.

Los otros mentores también se rieron. Jian Mei a veces parecía un comediante.

Lu Xingwang, por su parte, observaba en silencio a Jian Mei. Su mirada era tranquila y no se apartaba del cuerpo de Jian Mei. El director quiso observar la reacción del Príncipe Heredero, pero se encontró con que éste se limitaba a mirar la pantalla sin pestañear.

...

Verdaderamente digno de un Príncipe Heredero.

Su concentración era realmente de primera categoría.

Yunshi no corrigió a la fuerza a Jian Mei, sino que se centró en movilizar su propio poder para intentar salvar a los aldeanos heridos por la guerra. A medida que pasaba el tiempo, tanto él como Jian Mei sentían una evidente fatiga. Finalmente, el aldeano que había estado inconsciente en el suelo empezó a revolverse.

Sus párpados se agitaron y el aldeano, aturdido, se despertó lentamente. Cuando abrió los ojos, vio a dos personas de pie a su lado. Aunque estas dos personas no estaban vestidas con el atuendo de las fuerzas invasoras, el aldeano seguía desconfiando. "¿Quiénes son? ¿Qué quieren?"

Yunshi habló en voz baja: "No pretendemos hacer daño. Sólo queremos hacerle unas preguntas".

El aldeano se mantuvo cauteloso. "No sé nada".

Yunshi arrugó la frente con impaciencia.

Siempre le había disgustado tratar con gente que se andaba con rodeos.

A su lado, Jian Mei se agachó junto al aldeano. Sacó una botella de agua y se la entregó, diciendo suavemente: "Acabas de despertarte. ¿Quieres un poco de agua?"

Su voz suave tocaba el corazón de la gente.

El aldeano le miró sorprendido y dudó. "¿Me has salvado?"

Jian Mei señaló a Yunshi a su lado y dijo: "Él te salvó. ¿Sientes alguna molestia ahora?".

El aldeano no había esperado que la persona que tenía delante fuera su salvador. Tras un momento de duda, habló: "No estás aliado con el ejército invasor, ¿verdad?".

"Claro que no", respondió Jian Mei con seriedad, "Si estuviéramos con el ejército invasor, no habría necesidad de salvarte. Nuestro objetivo es protegerlos a todos ustedes y encontrar al informante para rescatarlo. Su situación es muy peligrosa".

Yunshi, que parecía bastante frío y despiadado, y el refinado y persuasivo Jian Mei se ganaron claramente el corazón de la gente.

El aldeano bebió un sorbo de agua y sus palabras le parecieron razonables, lo que le hizo vacilar. Habló y reveló lo que sabía, diciendo: "Nuestro informante escapó por nuestro túnel de escape de emergencia cuando llegaron. Y nuestros hijos, todos huyeron a la ladera de la montaña para refugiarse. No conseguimos marcharnos todos; de lo contrario, los invasores nos buscarían sin descanso, y la aldea entera no sobreviviría".