OBDA - Mi novio virtual es en realidad un Extraterrestre

102. La noble difícil

Mientras Jian Mei se perdía en sus pensamientos, Lu Xingwang, que había ido a buscar agua no muy lejos, regresó.

Jian Mei cogió el agua y susurró: "Parece que le gustas a mucha gente".

Lu Xingwang detuvo sus movimientos, bajó la mirada hacia Jian Mei y sus ojos tranquilos parecían contener un atisbo de diversión. Era como si pudiera ver a través de los pensamientos de Jian Mei.

Jian Mei se sintió un poco avergonzado y bajó la cabeza.

Pero oyó a Lu Xingwang decir: "Eso parece".

El corazón de Jian Mei se sintió un poco agrio, y resopló ligeramente: "Eres realmente popular".

Lu Xingwang desenroscó el tapón de la botella para Jian Mei y le entregó el agua, diciendo suavemente: "Sí, pero aunque sea tan popular, sigo aquí para ayudarte a abrir el tapón de la botella."

...

El ánimo de Jian Mei, antes abatido, se elevó. Miró el agua que tenía delante, luego levantó la cabeza y miró de reojo a Lu Xingwang. Un sentimiento algo inusual surgió en su interior, no lo rechazó, sino que se sintió algo feliz.

Jian Mei bebió un sorbo, levantó la cara y le dijo a Lu Xingwang: "Yo también trabajaré duro para llegar a ser impresionante en el futuro".

Lu Xingwang se puso a su lado, tapándole la luz del sol, y le miró. "¿Tú también quieres que mucha gente te quiera?".

Jian Mei negó obedientemente con la cabeza. "No necesito caerle bien a mucha gente".

Lu Xingwang le miró atentamente.

La mirada de Jian Mei parpadeó desconfiada por un momento, luego volvió la cabeza y habló en voz baja: " Con gustarte a ti es suficiente".

El estadio deportivo estaba abarrotado de gente y había mucho ruido.

Lu Xingwang se inclinó hacia abajo. "¿Qué has dicho?"

Jian Mei se sonrojó de vergüenza después de decir eso. Se apresuró a sacudir la cabeza. "No es nada".

En medio del bullicio de la multitud y el ruido, Jian Mei se quedó quieto y sintió como si aún pudiera oír los latidos de su propio corazón, una y otra vez.

El árbitro gritó que el partido había terminado y todos los participantes abandonaron el campo para reunirse en las gradas del público.

Jian Mei se apresuró a tirar de Lu Xingwang para regresar juntos. Justo cuando daban unos pasos, una voz grave llegó desde arriba, exclamando: "Jian Mei".

Los pasos de Jian Mei se detuvieron.

La voz de Lu Xingwang parecía contener una pizca apenas perceptible de regocijo. "Lo he oído".

...

Al día siguiente.

Había terminado la primera mitad del semestre y Jian Mei había obtenido permiso para hacer prácticas en un hospital durante unas semanas en las vacaciones de invierno.

Cuando llegó al hospital por la mañana, el hospital de la capital era muy diferente al de la Ciudad Dorada. Era lujoso y grandioso. En su primer día, Jian Mei se dirigió a la recepción y preguntó: "Disculpe, ¿dónde está el consultorio del señor Lu Yuncheng?".

La persona de recepción miró a Jian Mei. "¿Tiene usted cita?".

Jian Mei negó con la cabeza.

"Entonces no es posible. Si necesita atención médica, regístrese. Si tiene cita, por favor espere". La recepcionista le rechazó directamente. "Si no tiene nada importante, debería volver. El señor Lu está muy ocupado".