KITTY - 💚 Dekukatsu 🧡

El descubrimiento de la última esperanza

IZUKU

Las esperanzas se me esfumaban de las manos, mis anhelos se disolvían como arenilla y sin quebrantar mi determinación, seguí indagando la cura para su mal.

-Espérame, pronto te salvaré Kacchan. -susurré continuando con mi búsqueda.

Había acudido a un montón de personas con diferentes Quirks y desgraciadamente ninguno pudo contrarrestar su enfermedad. De igual forma (y como buenos amigos) los chicos me habían ayudado a investigar, contactándome con gente que practicaba hechizos. Era raro que en pleno siglo 21 aún existieran estás prácticas y creencias, pero sin tomarle tanta importancia a este asunto, consulte con ellos para que de alguna manera me ayudarán y como las veces anteriores jamás funcionó.

Ya había intentado de todo, desde pócimas, remedios caseros y herbales, hasta los mejores medicamentos del país. Nada le funcionaba a Kacchan y lo único que quería era salvar su vida, ya que me dolía al verlo sufrir.

Desde la semana 1 sus primeros síntomas se manifestaron, mareos y vómitos, nada fuera de lo común, hasta que en la semana dos, todo se complicó. Su cuerpo rechazaba los alimentos; los vómitos se habían intensificado y era una tortura para Kacchan arquear tratando de liberarse de ese malestar, fiebres de más de 38° lo debilitaban; era una dura tarea normalizarle la temperatura y cuando lograba esto, abrazaba su cuerpo para tranquilizarlo.

La mayor parte del tiempo la pasaba con él y cuando salía a investigar para encontrar una cura, Eijiro y los demás lo cuidaban. Estaba infinitamente agradecido con ellos, pues de esa manera no perdería el tiempo para salvar a mi Kacchan.

Cuando se cumplió un mes (de este sufrimiento) fue mucho peor para él, al grado de quedar postrado en la cama por la debilidad de su cuerpo. El vómito fue reemplazado por sangre y entre más evolucionaba su mal, el temor por perderlo me invadía.

-Cálmate Kacchan, cálmate ya por favor... -le supliqué sin soltar su mano, estaba tan inquieto que se removía sin parar por el maldito dolor que lo estaba torturando.

La vividez y la abundancia de su ser eran un recuerdo del ayer, porque físicamente estaba irreconocible. El color de su piel era muy pálido, las ojeras en sus ojos estaban remarcadas, pero lo más preocupante era lo delgado que lucía. Aun en ese estado me pedía estar junto a él y con toda la delicadeza del mundo, seguía estrechándolo entre mis brazos, me daba miedo lastimarlo o facturarle un hueso debido a lo delgado que estaba.

-Deku... Yo, aún quiero tener un bebé. -me susurró respirando con dificultad.

Acariciando su hermosa cabellera le di varios besos en la carita, aun en ese estado Kacchan anhelaba formar una familia junto a mí; seguía presente ese sueño y de manera interna maldije al destino por lo cruel que estaba siendo con nosotros.

"Por qué, maldita, sea porque la vida tiene que ser tan cruel, porque tiene que serlo con nosotros, por qué no podemos ser felices"

-Aquí estoy Kacchan, aquí estoy para ti -le susurré acariciando sus mejillas-, pronto estarás bien, pronto te recuperarás y haremos todo lo posible para tener un bebé. Te lo prometo mi vida, te prometo que así lo será... -finalice besándolo sin parar, debía darle una esperanza para seguir luchando, para seguir aferrándose a la vida y por mi parte haría hasta lo imposible para curar su mal.

Caminando por las calles de la ciudad, nuevamente alargue el plazo de permiso que solicité en la agencia, por suerte fueron comprensivos y entendieron mi situación.

"Dios mío, ayúdame". -supliqué desde el interior de mi ser.

Sin dejar de caminar la conversación de tres estudiantes de secundaria, llamo mi atención y seguí escuchando para saber más sobre eso.

-Dicen que es muy poderoso y cumplirá todo lo que le pidas si acudes ante él.

-¿De verdad?, ¡wow!, ¡eso es genial!

-¿Pero es verdad?

-Claro que lo es, cuando mi abuela era joven acudió al templo de Kitty y él salvo la vida de mi abuelo, había tenido un accidente y los doctores ya lo habían dado como un caso perdido, y aclamando a Kitty hizo realidad su milagro salvando a mi abuelo. -confesó la chica que venía relatando la anécdota.

-Eso es genial Kiara.

-¿Dónde queda su templo?, quiero pedirle que Riota se fije en mí.

-El templo queda en las afueras de la ciudad, es fácil de reconocer por el gran arco rojo que conduce hacia arriba. Una vez que hayas atravesado este, la hermosa sacerdotisa te explicará de qué manera comunicarte con Kitty.

-¿Y por qué?, ¿para qué explicarle las cosas?

-¿Qué no solo vas y le pides tu deseo?

-No, así no funcionan las cosas -aclaró la joven-, cada contacto es único y diferente y por eso es importante acudir al templo con ella.

Sin resistirlo, me acerqué y dirigiéndome a la chica que contó la anécdota, le pregunté si lo que había dicho era real.

-Lo que hace poco acabas de decir... ¿Es real?

-Sí, así es. -afirmó ella con una gran sonrisa.

-¿Esa deidad puede cumplir lo que sea?

-Si, Kitty puede lograrlo todo, es por eso que es el Dios sin límites, por qué nada es imposible para él.

-Ok, muchas gracias. -finalice la conversación marchándome de allí, aunque fuera estúpido y sin sentido acudiría a ese templo para hacerle mi petición, ya que la vida de Kacchan era lo única que me importaba.

"Espero que funcione". -pensé aferrándome a una nueva esperanza para que esa deidad salvara al amor de mi vida.

Continuará...