Capítulo 2: "Papas Fritas y Chocolate".

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Que día. Todo en serio se fue muy a la mierda.

Veo que están aquí. Bueno, supongo que quieren saber que paso con los chicos tras la noche de películas. Está bien, yo les explicare la situación y también por qué creo que soy la mierda más desechable del mundo.

Todo comenzó cuando los chicos llegaron y tocaron la puerta. Yo tuve que ir por una tabla de madera que estaba en la habitación de "Mierda que nadie utiliza pero que mi padre dice que es importante", para luego abrir la puerta y ponerla sobre las escaleras de la entrada.

Tuve que ver como Kirishima movía la silla de ruedas por la tabla en lo que Mina le conversaba un montón de cosas. Mucha información para ser procesada en ese momento, así que lo único que recuerdo son balbuceos y asentimientos o respuestas cortas por parte de Kirishima.

—¿Cómo estuvo el viaje?

—No hubo mucho tráfico así que pudimos estar temprano aquí.

Repentinamente cuando finalmente la silla de ruedas de Mina había tocado el suelo, Mina en menos de un parpadeo salido disparada por la habitación, comenzando a revisar cada esquina de la habitación como si fuera la última vez que viniera.

Me sorprendía que incluso ser parapléjica no le quitara la energía. Es demás, estoy seguro que si conectáramos a Mina a una rueda de hámster gigante podría generar la suficiente energía como para abastecer una ciudad entera de electricidad.

Dejando eso a un lado, lo que proseguí a hacer fue terminar de preparar los aperitivos pero eso no es lo verdaderamente importante.

Cuando termine de sentarme la película ya estaba comenzando. Era "El Joker" de Joaquin Phonix entonces, lo vi, vi uno de los horrores más grandes que nunca hubiera podido ver.

—¡¡Ashido Mina, ¿Qué le estás haciendo a mis papas?!! —el aire había abandonado mis pulmones, y mis ojos estaban abiertos de par en par, desorbitados. Como los de un soldado luego de ver la mierda más turbia que pudo ver en la guerra.

Mina estaba untando mis papas, ¡¡Mis papas fritas, hechas por mis manos en chocolate!!

—¿Hm? —ella había pegado su mirada en mí, masticando de manera redundante la aberración que creo en base a mi comida—. Oh... ¿quieres? Están buenas.

Lo peor fue el descaro de ella para ofrecer esa basura al chef. Acaban de arruinar mi comida, ¿Qué pensaría Gordon Ramsey de esto? de seguro diría algo como:

—¿Qué es esta mierda?

—E-eh... mi especialidad señor, papas con chocolate ¿Q-quiere un poco?

Gordon tomaba las papas de mina tirando todo a la basura con una mirada de puro recelo y expresión de asco.

—¡¡Toma la basura y vete caminando por la puerta!!

—P-pero si no puedo caminar.

—¡¡NO ME IMPORTAA!!

Tal vez fue una visión muy cruel de la situación. Pero arruino mi comida así que está completamente justificado, creo. Lo único que me quedo fue estar allí sentado mientras Mina profanaba cada una de las papas que cocine. Sentía que constantemente se vulnera mi reglas de cocinero, la numero 957 exactamente.

"No trates cosas nuevas si no sabes si serán buenas".

¡Hay una gran posibilidad de error en esto! Estamos hablando de un sabor agridulce, uno de los sabores más difícil de preparar consistentemente para que se sienta de manera neutra, y ella, como si nada, muestra su capacidad de poder comer cualquier cosa sin sentirse saturada. Sin sentir que está haciendo algo mal.

Dejate Llevar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora