Su Padrino (Gavi & Pedri)

Capítulo 13

Es agitado suavemente, y despierta recuperando la conciencia lentamente, parpadeando en la penumbra y luego encuentra la cara de Pedri quien se encuentra sentado en el borde de la cama, el chaleco blanco que lleva puesto expone sus músculos a la vista de Gavi, también un pequeño tattoo en su biceps.

Es demasiado temprano para encontrarse con esta imagen, Gavi arruga la cara y se frota los ojos con los dedos.

Pedri: Vamos - dice en voz baja.

Gavi bosteza. - ¿Qué...qué hora es?

Su cerebro está luchando para enfocar correctamente, ya que está enfocado en la forma en que se siente al despertar con Pedri a su lado, mirándolo a la cara y a los ojos.

Pedri: Casi las nueve. Tienes que levantarte ya.

Gavi: Dios - dice resoplando - ¿Dónde está Lewan?

Pedri: Salió temprano. Toma

Y de repente hay una taza de café frente a él. Se sienta, sin darse cuenta la manta cae hacia abajo para mostrar su pecho desnudo, atrapa a Pedri mirando.

Gavi: Gracias. - Toma el café.

Pedri: Tienes diez minutos  - dice el mayor, levantándose - y luego voy a entrar aqui con una cubeta de agua.

Gavi: Ni siquiera tenemos una cubeta. - dice frunciendo el ceño.

Pedri: ¡Voy a encontrar una! - Pedri responde mientras se dirige a la sala.

Gavi se une a él en la cocina unos diez minutos más tarde, y Pedri, ahora está completamente vestido para salir, viste una camiseta negra debajo de su chaleco blanco, pantalones ajustados rasgados ingeniosamente cuelgan bajo en sus caderas.

Gavi pasa junto a él, que está apoyado en la barra de desayuno haciendo algo en su teléfono.

Gavi: No estás usando un traje hoy.

Pedri: Que habilidades de observación tan estelares tienes.

Viéndolo de frente ahora, la V en su escote deja al descubierto su piel y echa un pequeño vistazo a sus pectorales. Pablo mira fijamente mientras toma un par de uvas del racimo.

Pedri: ¿Qué? - dice el mayor de repente.

Gavi se sobresalta y lo mira a los ojos. - Nada.

Pedri: Aja - dice Pedri, claramente divertido. Guarda su teléfono en su bolsillo y alcanza su chaqueta de uno de los taburetes. - Bueno, cuando hayas terminado de admirar mi belleza, tal vez podamos irnos.

Gavi: No estaba.... Ugh, vete a la mierda - dice el pequeño, poniéndose rojo, y Pedri solo rie.

Se meten en el coche y salen de la pequeña ciudad, Pedri enciende la calefacción para contrarrestar el aire frío de diciembre. No es hasta que van cruzando la autopista ya que Gavi tiene una idea repentina.

Gavi: Deberías darme tu número de teléfono.

Pedri lo mira con el rabillo del ojo.
- ¿Crees que es necesario?

Gavi: Bueno, ¿y si nos separamos en Londres?

Pedri: ¿Por qué nos separaríamos?

Gavi: No sé. Nunca se sabe. Tal vez te distraigas con algún sexy jovencito y vayan a un baño cercano.

Pedri: Estoy bastante seguro de que seré capaz de controlarme el tiempo suficiente para decirte a dónde voy - dice el canario, sonriendo - A pesar de saber qué - añade arrastrando las palabras - seguro vas a estar en alli mirando.