Capítulo 28

1.5K 62 4
                                    


Maratón 2/2:

Aventé el celular a alguna parte de la habitación y comencé a llorar de nuevo.
Maldita rabia, celos, arrepentimiento, ira, desilusión, desesperación, humillación y depresión.
Sólo maldecía el día que Justin y yo hablamos por primera vez, podría decir que había sido el mejor día, pero también podría decir que había sido un error.
Como siempre tenía que tener mis pies en la tierra y ser fuerte, tenía que serlo.

Me levanté del piso, recogí mi celular y lo dejé en la mesita de noche. Después me puse la pijama y me recosté, tenía que pensar cómo salir de esto. Era complicado salir de tu Vicio, no era nada fácil. Decidí mejor quedarme dormida para no seguir con este vacío en el corazón.

1 semana después...

—¿En serio terminaste con él? —preguntó Cait, quién estaba almorzando conmigo en un restaurante.

—Sí, pero ¿sabes? Es mejor que no estemos juntos, amo a Justin —suspiré—, no a Nathan.

—Entiendo —hizo una mueca—. Pero Justin ya tiene nueva novia, olvídate de él, saldrás más herida si sigues así.

–No puedo, Caitlin, es difícil, ¿me entiendes? Imagínate que todo esto te pasará con Ryan, ¿cómo te sentirías?

—Tienes razón —tomó de su jugo de manzana—, no ha de ser fácil. Pero intentaría, sería por mi bien.

—¿Bien de qué? —preguntó él sentándose con nosotras.

—¿Qué haces aquí, Justin?... Vete —dijo Caitlin.

—¡Ay, vamos! Quiero saber. Por lo que sé, las conversaciones de chicas son sobre chicos. ¿De qué chico hablan, pilluelas? —preguntó sonriendo pícaramente.

—Ag —gruñí y me fui de ahí. Sólo sentí que Justin me empezó a seguir.

—Cat, espera, no tenías que enojarte —dijo a mis espaldas.

—¡Lárgate, Bieber! —grité mientras seguía corriendo.

—Hey —me agarró el brazo y me detuvo—. Tú y yo necesitamos hablar.

—Tú y yo no tenemos nada que hablar —me zafé de él—, ¿entiendes? —crucé mis brazos.

—Uy —mordió su labio inferior—, me encanta cuando te pones así.

—Cállate —mis mejillas comenzaron a arder—. Mejor dime, ¿qué se supone que quieres hablar conmigo?

—Sobre lo nuestro —dijo.

—¿Nuestro? No hay nuestro, Justin, ya no lo hay.

—Sí —me jaló hacía él quedando a 10 cm nuestras caras—. ¿Por qué no lo aceptas? —murmuró.

—No podemos estar juntos —me separé de él—. Además tienes novia.

Justin se quedó callado, no sabía qué decir.

—Ya hablamos, me voy —dije.

—No, espera un segundo. Sólo dime, ¿me amas? —dijo con una voz que me hizo estremecerme y enternecer.

—¿Po-por qué la pregunta? —tartamudeé.

—Hace días que nos besamos pude sentir como me amabas, ¿no es así?... Porque yo sí te amo —sonrió tímidamente.

Sonreí por dentro, ¡me amaba! Pero no, no caería otra vez, era muy cínico para creerle.

—No, no te amo. Ya te lo había dicho.

Mi Vicio © jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora