Capítulo 42

163 9 2
                                    


—Sí, y yo creo que terminar sería mejor —dije sin más.

—Me estás bromeando, ¿cierto? —dijo Justin riendo nervioso—. Por favor, para con la broma, que no es de buen gusto.

—No estoy mintiendo —alcé los hombros.

—¿Tan fácil te rindes? —frunció el ceño.

—No es eso... Bueno, sí... —suspiré nerviosa— No puedo seguir con esto de una relación a distancia, es muy complicado —negué con la cabeza.

—¿Y entonces qué pasará con nosotros?

—Seremos amigos, quiero suponer —dije insegura. No me había puesto a pensar en aquella pregunta.

—No, no creas que será fácil deshacerte de mí, yo lucharé por ti —tomó mis manos pero de inmediato e zafé de su agarre.

—Compréndelo Bieber, no estamos hechos para estar juntos —dije y él sólo negaba la cabeza sin lograr entender.

Ambos nos quedamos en un silencio incómodo en el cual no sabía si salir corriendo o seguir ahí y esperar a que él saliera.

—Hicimos tanto para ser lo que somos ahora, ¿y ahora quieres hacer como si no hubiera pasado nada? —dijo él.

—Sí —dije—. No estoy segura que esto funcione y prefiero que esto se acabe antes de que duela más.

—¿Sabes? Cuando te fuiste me puse a pensar en una muy loca idea —dijo pensativo y soltó una pequeña risita.

—¿Cuál? —le pregunté cruzando los brazos.

—Irme a vivir a Nueva York, sólo para tenerte cerca y nunca llegar a este conflicto —rió irónico—. Pero no, veo que siempre será así. Pelea tras pelea, un cuento de nunca acabar.

De nuevo nos quedamos en ese incómodo silencio en el que se sentía la grande tensión entre los dos.

—Intentémoslo como amigos —dije mirándolo fijamente—, no perdemos nada.

—Para mí —resaltó señalándose a sí mismo— no será así de fácil. Yo sí te quiero, Cat... Pero bien —suspiró—, espero algún día seamos amigos y te pueda tener cerca sin sentir algo más.

—Espero lo mismo —sonreí levemente—. Vayamos afuera —dije y él asintió con la cabeza. Tal cual, salimos y buscamos a los chicos.

Toda la fiesta nos la pasamos tristes y distanciados, todos preguntaban qué nos pasaba y evadíamos el tema, no era nada fácil aceptar que todo esto había acabado. Y había acabado por falta de interés y cariño, la razón más dolorosa para terminar.

—Amiga, quédate conmigo en mi casa —me dijo Cait en la pista. Debo aceptar que ella ya estaba pasada de copas, en cambio yo no había tomado ni una gota de alcohol durante la noche.

—No puedo Cait, tengo que regresar a N.Y —hice una mueca y ella un puchero.

—¿Por qué tuviste que irte al otro lado del país? No sabes lo mucho que me has hecho falta —dijo al borde de las lágrimas y la abracé.

—Espero volver algún día a vivir aquí —acaricié su cabello—. No sabes lo mucho que extraño aquí, ha sido tan poco tiempo y no aguanto más.

—Cata —dijo separándose de mí—, recién terminé con Ryan —su mirada se puso triste.

—Lo siento —hice una mueca.

—No importa, de igual manera ya no sentía esa llama de amor —dijo tristemente—. ¿Tú ya hablaste con Justin?

—Sí, y también terminé con él —dije y dirigí mi mirada a la barra.

Mi Vicio © jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora