Capítulo 48 (Parte I)

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Por unos largos minutos Justin y yo seguíamos abrazados, y tambaleándonos lentamente a la melodía de las románticas canciones que sonaban.

Ese hermoso atardecer se había convertido en una despejada noche, con un poco de frío. Sin embargo, en los brazos de Justin me sentía cálida, como si el aire no pegara en nosotros.

—¿Te quedarás a vivir en esta ciudad? —le pregunté en voz baja.

—Sí —respondió—. Me quedaré por ti —se separó un poco para poder mirarme a los ojos—. Después de tanto tiempo, estaremos juntos sin algún impedimento. Juro que esta vez será diferente.

Oh, no.
Justin estaba ilusionado con que regresaríamos y tendríamos una hermosa relación.
Y no, no me agradaba la idea, ya que había un impedimento: Mi cambio a Argentina.
Para ser honesta, no quería dejar pasar esa oportunidad, y menos por amor. Quería enfocarme más en lo que me gustaba hacer y había pedido por mucho tiempo. No quería girarme y rechazar una oportunidad de la cual me estuve esforzando un tiempo en obtener.
Claro, estar con él me hacía feliz, pero no sabía si esto en realidad funcionaría. Los pocos días que me quedaban no eran los suficientes para darme cuenta si éramos hechos el uno para el otro.
No me arriesgaría.

—Justin —dije insegura y él me miró preocupado. Tenía que decirle ahora o... Hasta que me fuera—... Yo...

No pude terminar de decirle.
El timbre del apartamento había sonado. Alguien estaba esperando afuera.

—Espera —dije y él asintió con la cabeza.

Me separé de él y entré al apartamento para ir a la puerta principal.

¿Quién podría ser?

Abrí la puerta y... Oh, no.

—Matt —murmuré paralizada—... No esperaba que...

Él se arrojó a mí siendo interrumpida por un beso robado.
Yo estaba inmóvil y aún con los ojos abiertos y los labios tensos.

Si Justin viera esta escena, definitivamente se iría para siempre de mi vida. Tenía que parar esto.

Matt no dejaba de besarme como un desesperado, como si me fuera a comer.
En cambio, yo no respondía al beso, quería quitarlo de mí pero era casi imposible porque Matt me tenía sujeta a él de manera brusca.

—Hey —exclamé con desagrado y lo empujé lejos mirándolo mal—. ¿Qué te pasa? —pregunté molesta.

—Lo mismo te pregunto a ti —frunció el ceño.

Ambos nos quedamos callados mirándonos fijamente.
Se podría decir que nos mirábamos con desprecio.
Yo lo miraba así por su repentino y asqueroso beso, y supongo que él me miraba así por haberlo separado de esa manera.

En la terraza en la que me encontraba hace unos minutos, se escuchó como comenzaron a cambiar las canciones.
Justin estaba buscando alguna canción.

Espantada miré a la puerta de la habitación e inmediatamente miré a Matt que fruncía el ceño y miraba la puerta de mi habitación.

—¿Hay alguien más? —me preguntó.

—No, seguro el estéreo se descompuso —mentí.

Matt sin pensarlo dos veces fue hacia mi habitación para investigar qué era, pero no lo dejé.

—Espera —lo tomé del brazo jalándolo.

Mi Vicio © jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora