Las Costureras

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El sol comenzaba a hacerse presente junto a los sonidos de las aves que recién despertaban. Un ruido de golpes en la puerta fue lo que terminó por despertar a Yunuen.

- ya...ya voy - hablo el albino parándose de la cama para caminar hasta la puerta, al abrirla se topo con Nadia.

A la chica se le notaba mucha energía, totalmente el caso contrario que a Yunuen quien incluso se estaba tallando los ojos para tratar de enfocar bien.

-te desperté? - cuestiono la chica apenada.

- no te preocupes pero... no es muy temprano aun? - comento el de tez blanca con un tono somnoliento.

- es que aquí solemos despertar a esta hora para aprovechar mejor el día- dijo Nadia soltando una risita.

- ya veo...- murmuró Yunuen para luego mirar al rededor buscando a alguien - Zita vino contigo?-

- ah... no, por que? - cuestiono la chica, una sonrisa se formo en su rostro rápidamente- ooohh ya entiendooo - alargo las palabras mientras reía.

- q...que? Que quieres decir? - tartamudeo el chico, confundido.

- te interesa Zita no es así? - pregunto Nadia mirando picaramente al albino.

- n..no no es eso! - exclamó Yunuen negando con sus manos.

- bueno, aun si esa fuera la razón, a ella le gusta muchísimo mi hermano, desde que eramos niños así que no tendrías oportunidad con ella - soltó.

- y a tu hermano le gusta...ella? - cuestiono el albino con un pequeño sonrojo en sus mejillas a la par que jugaba con sus dedos.

-mi hermano es lento en esos temas, el muy tonto aun no sabe que ella está enamorada de él - comento Nadia burlonamente cruzándose de brazos mientras negaba con la cabeza - en fin venía a decirte que vayas a desayunar a mi casa, mi hermano va a desayunar contigo, también se levanto tarde hoy-

- que hay de Zita y tu? - pregunto Yunuen mirando a la de tez morena.

- ella y yo iremos a hacer nuestras labores diarias así que en cuanto estés listo ve a desayunar - comento dándole una palmadita en el hombro a Yunuen. 

Después de esto Nadia se dio la vuelta y se alejo de ahí, por otro lado Yunuen se dispuso a cambiarse de ropa, cuando termino camino hasta la casa de Halim y al estar frente a la puerta le dio un par de golpes esperando a que le abrieran.

La puerta se abrió dejando ver a Halim y al ver que de trataba de él albino le dedico una sonrisa

- oh...Yunuen ya llegaste - dijo el mayor manteniendo su cálida sonrisa.

- tu hermana me dijo que viniera a desayunar - comento el de ojos grises con un poco de timidez.

- claro, pasa - hablo Halim moviéndose para que el albino entrará.

Yunuen entro a la casa en silencio.

- ve al comedor, ya te llevo la comida - pidió el más alto.

- si- se limito a decir Yunuen.

El albino espero un rato sentado hasta que Halim llego con la comida que en realidad era un plato con sopa y carne.

- no es nada extravagante pero te dará fuerza para el día de hoy - aseguro el de tez morena mientras se sentaba en frente de Yunuen.

- que haremos hoy? - pregunto el contrario mirando con curiosidad al pelirojo.

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