Heridas

8 1 4
                                    


- ey... Yunuen? Despierta - Susurro Samir moviendo un poco al mencionado, quien estaba dormido en el suelo.

Yunuen abrió sus ojos lentamente y miró al chico, rápidamente se sentó de golpe mirando a su alrededor asustado.

-oh... es verdad... ya no estoy en casa - suspiro desanimado mientras bajaba su mirada y sentía un enorme nudo en la garganta.

- tenemos que levantarnos temprano aquí así que tendrás que acostumbrarte pronto- comento Samir con una voz tranquila, pues sabía lo confundido y asustado que podía estar Yunuen.

Una puerta se escucho, acompañada de algunas voces, callando a todos en el calabozo.

- el número 10, la última celda- una voz masculina se hizo presente.

Ese número era el de Yunuen, el simplemente hecho de escuchar que se referían a el hizo que le dieran escalofríos.

Se escucharon unos pasos y luego un joven alto y de tez morena se paro frente a la celda donde estaba el pecoso; sacó las llaves y la abrió.

- número 10... vamos - suspiro mirando fijamente al de ojos grises.

- d..de hecho me llamo...-

- no importa como te llames, eres el número 10 ahora ven - ordenó tomando del brazo a Yunuen sacándolo de la celda y cerrando esta al salir.

- a..a donde me llevas?- pregunto con preocupación a la par que intentaba seguirle el paso.

- con el jefe, ahora, no hagas más preguntas si no quieres que te lastimen- siguió caminando, la verdad para el albino aquel guardia de tez morena se veía más amable que cualquier otro del lugar, por lo que le genero un poco de seguridad, aun que fue casi nula.

Caminaron hasta salir del frio sótano, afuera los esperaba otro guardia, uno mucho más intimidante.

- aquí esta- bufo enojado soltando a Yunuen.

- no quieras hacer tus escenas aquí, Yusaf - regaño el otro guardia agarrando a Yunuen fuertemente del brazo, sacandole un quejido a este - cállate fenomeno-

- no le digas así... - murmuró Yusaf mirando mal al otro guardia - se que para ustedes no son nada... pero son personas como nosotros -

- no son como nosotros, no nos compares, ahora regresa a tu puesto de inmediato! - grito con enojo el mayor señalando el lugar al que debían ir el mas bajo.

El chico de tez morena gruño enojado y se dio la vuelta para irse.

- ese mocoso... - hizo una pausa y luego miro a Yunuen con asco- vamos con el jefe - empezó a caminar jalando el brazo del albino.

Caminando, el pecoso siguió al mas alto lo más rápido que podía. Llegaron a la oficina del jefe y después de recibir la aprobación entraron en esta.

- aquí esta señor - comento el guardia arrojando a Yunuen al suelo con demasiada brusquedad, sin importarle un mínimo si este se lastimaba.

- bien, espera afuera - ordenó Adil mientras miraba a Yunuen desde su escritorio, analizando sus rasgos.

El guardia asintió y salió de la habitacion mientras Yunuen subia su vista, mirando de manera asustadiza a el hombre que tenia en frente.

Hijo De La Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora