Hijo De La Luna

10?

Yunuen abrió lentamente sus ojos tratando de acostumbrarse a la luz, escuchando y analizando donde se encontraba; exploro el lugar con la mirada y llego a la conclusión de que estaba en una carreta.

- Abdel! El mocoso ya despertó! - se escucho la voz de un hombre - debería golpearlo una vez más no? Solo para asegurarnos- se burlo.

- ya déjalo así ya estamos muy lejos como para que sepa donde estamos- dijo otro chico quien era el que conducía el carruaje.

- vamos Abdel no seas amargado! - renegó.

- Talib! Basta - exclamó Abdel seriamente.

- q...que esta pasando? D..donde estoy? - tartamudeo el albino con confusión, trato de moverse pero se llevo la sorpresa de que estaba atado a la carreta.

- ni lo intentes... no funcionará- hablo Abdel.

- p...por favor d..díganme a donde me llevan - suplico Yunuen intentando soltarse.

- no te vamos a decir nada fenómeno- rió Talib jalando el cabello del de ojos grises.

- ya déjalo en paz - suspiro el que conducía.

- bien, bien -Talib cedió, soltando el cabello de Yunuen para luego brincarse al asiento del copiloto.

- sabes que el jefe nos dijo claramente que no quería que habláramos con los prisioneros- explico Abdel mirando el camino.

- ni si quiera se por que le hacemos caso a ese hombre - se quejo cruzándose de brazos.

- será mejor que no digas nada- comento Abdel con irritación.

Aprovechando que los dos se habían distraído Yunuen empezó a concentrarse para poder desatarse con algunos trucos que Nadia le había enseñado.

- es verdad! Hay personas que nos pagarían mucho más por fenómenos como este en el mercado - siguió quejándose - además somos más jóvenes que el por que no armamos una revolución contr...- fue callado por un golpe en el costado.

- nunca has aprendido a quedarte callado verdad imbecil? - hablo un hombre que se veía notoriamente más grande que los otros dos chicos.

Esta persona venía a caballo. Para despistar todos se habían dividido y en ese momento solo quedaba ellos tres junto con Yunuen.

- M...Malek! N..no es verdad n..nada de lo que dije - Talib tartamudeo asustado.

- el jefe los saco de la pobreza así que es mejor que se callen y obedezcan - ordenó Malek

- entendido - murmuró Abdel.

- que bueno que entiendan, Talib, vigila al chico- pidió el que iba a caballo.

Talib se limito a asentir con la cabeza pero cuando se pasó de regreso al cajón de la carreta se dio cuenta de que Yunuen se encontraba corriendo lejos de la carreta.

- s..señor! El mocoso se está escapando! - aviso con un grito.

- que?! Sigan el camino iré por el! - exclamó Malek tirando de las riendas de su caballo para ir en camino a atrapar al albino.

Yunuen corría como podía, estaba sediento y además le dolía todo el cuerpo pero la desesperación era la que le daba fuerza para correr, sin embargo esto no fue suficiente pues sintió como alguien pateaba su espalda, ocasionando que se callera al suelo.