Solo Tu

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-Viste a yuni? -

Halim llevaba toda la mañana buscando al albino, le habia llevado el desayuno pero en cuanto entró a la casa se dio cuenta que no estaba, pensó que habia salido a dar una caminata pero simplemente no lo encontraba y su preocupación comenzó a hacerse presente.

- no está en su casa? - pregunto Lina mientras cocía una prenda, mirándolo de reojo para no pincharse el dedo.

- no, acabo de venir de ahí, ya lo busqué por todo el pueblo y no está - su voz se volvió a un tono que demostraba desesperación en conjunto con su lenguaje corporal.

- cálmate, de seguro fue a dar una vuelta... aun que es raro que no nos haya avisado... - se quedo un momento pensando y dejo la prenda para ponerse rápidamente de pie - hay que buscarlo, tal vez esté en problemas, le avisare a toda la aldea que nos ayuden a buscarlo - intento mantener la calma pero se sentía el nerviosismo en su hablar .

-claro... seguiré preguntando si lo han visto- vio una última vez a la chica antes de salir corriendo a preguntar.

Luego de horas buscando y preguntando se dio cuenta que nadie en el pueblo había visto al albino, esto lo altero. Zita lo observaba de lejos, se decidió a acercarse y tocó el hombro del joven para llamar su atención.

-a quien buscas? - pregunto ladeando su cabeza con curiosidad tratando de verse tierna.

- a Yuni, lo haz visto? -Halim volteo a verla hasta quedar frente a frente, su respiración era agitada de todo lo que había estado corriendo de aquí a allá

- Yunuen? Oh el se fue, no te lo dijo?- la albina hablo con tranquilidad, fingiendo sorpresa.

- a donde?! Tu sabes?! -tomo por los hombros a la mencionada y busco conectar su mirada con la de ella, sin embargo no dijo nada- Zita tienes que decirme!

- solo lo vi irse por aquel camino - suspiro rodando los ojos con irritación pero eso fue como... en la madrugada, ya debe estar muy lejos - lo miro con una sonrisa que le causó escalofríos al de ojos verdes.

Esa no era su amiga, no era la chica que conocía, se separo bruscamente de ella y fruncio el ceño antes de empezar a correr hacia los establos.

-ya no lo encontrarás! - grito esperando que eso lograra detenerlo al ver que no funcionó pateo la tierra haviendo un berrinche como una niña pequeña.

Halim corrio velozmente, tenía que encontrar a Yunuen lo más rápido posible. Sin siquiera preparar a su caballo se subió en este y lo hizo galopar en la dirección por la que Yunuen se había ido, cabalgó un buen rato buscando pistas, huellas o si quiera una rama rota hasta que después de media hora encontró huellas de humano, la esperanza regreso a él y se bajo del caballo para seguirlas.

"Esta cerca, las huellas no tienen tanto tiempo" pensó mientras continuaba caminando. llegó a un barranco y su corazón se aceleró tanto que le dolía, las huellas no seguían.

- no no no no no - su cuerpo calló al suelo de rodillas y temblorosamente se asomo por el borde deseado no ver a su amigo ahi abajo - Yunuen!! Donde estas?!! Yunuen!!! - continuo gritando, al no verlo no sabia si sentir alivio o preocuparse ya que había perdido el rastro, se hizo bolita y empezó a sentir ganas de llorar de frustración.

- aquí estoy...-

Al instante en el que Halim escucho esa voz levanto su mirada, girando su cabeza a donde provenía la voz, viendo que Yunuen estaba sentado bajo un árbol, sus ojos se toparon y enseguida sintió un alivio enorme, se puso de pie y camino hasta quedar frente al albino.

- me preocuparte... pensé que... - el pelirojo suspiro y se sentó al lado del de pecas sin terminar lo que iba a decir.

- que me había matado? Claro que no- dijo Yunuen sin mirar al contrario, no quería verlo, estaba enfadado con el.

- por que huiste así? Nos preocupaste a todos - regaño mirando fijamente al chico que estaba frente a él, intentando conectar sus ojos con los de el, inútilmente.

- no mientas - apretó sus puños con enojo, tratando de retener las lágrimas.

-no miento Yuni, todos estábamos buscándote - inclino su cuerpo hacia adelante para ver al albino a los ojos siendo cruelmente evitado - por que te fuiste? -

- por que si - respondió cortante con un tono molesto o irritado.

Harto de no obtener respuestas Halim tomo el rostro de Yunuen para obligarlo a verlo.

- Yunuen eso no es una respuesta! -grito molesto por la actitud del contrario, solo quería saber que pasaba.

-por que no pertenezco a ahi! -regreso el grito solo que su voz se rompió y las lágrimas empezaron a caer, haciendo a Halim sentirse culpable  instantáneamente.

- yuni... por que no pertenecerías a ahí? si muchos te queremos - Halim hablo en un tono calmado mientras limpiaba con sus pulgares las lagrimas del de ojos grices.

Yunuen negó con la cabeza mientras más lágrimas salían, el nudo que tenía en la garganta le impedía hablar, y su corazón dolía como si en ese mismo instante se fuera a partir en dos.

- l...le creíste a zita - al decir eso se soltó llorando - yo no... yo no miento, ella siempre me ha odiado, por que no pueden creerme? yo nunca he mentido, tan difícil es confiar en mi? - explico su sentir entre constantes sollozos.

- pero yo te creo, te creo solo a ti... te conozco, se lo mucho que odias las mentiras - aprovechando que estaba sosteniendo el rostro del contrario, lo acercó más a el, intentando transmitirle seguridad a través de su mirada.

- me molesta desde que nos conocimos - Yunuen continuo sollozando, aun que comenzó a relajarse lentamente - nunca pensé que fuera hacerme algo así-

- Yuni debiste decírmelo- relajo su voz para brindarle apoyo al menor, junto sus frentes y le acaricio con cariño las mejillas.

- tenía miedo, creí que me odiarias, después de todo ella es quien te gusta no? - pregunto ya más tranquilo, limpiándose el solo las lagrimas.

- que? No, ella no me gusta - era un momento serio sin embargo no pudo evitar soltar una risita debido a la conclusión a la que había llegado el chico que estaba frente a él.

- no burles - Yunuen fruncio su ceño a la par que sus mejillas se sonrojaban, ahora estaba avergonzado.

-lo siento... - se aclaro la garganta y miró con ternura al albino - por que crees que me gusta ella?

-p...pues por que a ella le gustas tu- se dio una palmada mental al darse cuenta de que su suposición no tenía bases ni fundamentos, de verdad quería que la tierra se lo tragra.

- pues te equivocas... si me gusta alguien... pero no es ella - lentamente paso una de sus manos a la nuca del más pequeño, su corazón latió rápidamente y su estómago sintió mariposas.

- entonces... q..quien te gusta?... - su sonrojo aumento al sentir el movimiento de la mano de Halim pero dejándose de este.

La mirada que Yunuen mantenía con Halim era una que este último disfrutaba, le parecía tierno esa curiosidad en aquellas perlas grises, era lo que amaba de ese albino, cerro sus ojos y lo atrajo hacía él para plantarte un beso lleno de delicadeza en los labios, ninguno sabía besar por lo que se separaron en menos de 2 segundos, sin embargo sus corazones contnuaron  conectados bajo la sombra de aquel arbol.

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Hijo De La Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora