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Pasó el tiempo y no volví a saber del chico con rastas pero tampoco era algo que me interesara

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Pasó el tiempo y no volví a saber del chico con rastas pero tampoco era algo que me interesara.

Había comenzado a ir a terapia por mi adicción, era una adicta pero era porque el mundo en el que había crecido me había obligado a hacerlo, necesitaba de las drogas para tener un poco de anestesia y así poder sobrevivir.

24 de junio 2006

Hoy era la premier de la segunda película de Piratas del Caribe, donde mi padre era el protagonista, se llevaría a cabo en Disneyland.

Nuevamente me encontraba rodeada de la prensa.

– ¡Denisse, por aquí! – habló un reportero – ¿Qué sientes al ver a tu padre en trabajos tan importantes cómo este?

– Me hace sentir sumamente orgullosa de él y de ser su hija, siempre lo he admirado por su manera de trabajar y por ser tan perseverante, pienso que es por eso que ahora está en dónde está, es increíble poder decir que literalmente tu padre es Jack Sparrow – contesté.

– Denisse, ¿es mucha la responsabilidad de ser el ejemplo para muchos de tus seguidores? – preguntó otra periodista.

– ¿El ejemplo? – pregunté algo aturdida, demasiados pensamientos vinieron a mi mente.

– Sí, al haber participado en películas que en su mayoría son para el público infantil deberías de saber que la mayoría de tus seguidores son algo pequeños – asentí – es por ello que muchos te ven como un ejemplo a seguir, ¿es mucha la responsabilidad?

– Yo...

– Lo lamento, a la señorita Deep la solicitan en otra parte pero con gusto responderá su pregunta después – interrumpió Aleksander sacándome de ahí.

Me llevó al lugar donde se vería la película que aún estaba un poco vacío.

– Dijieron que soy el ejemplo – dije aún aturdida – ¿Encerio hay alguien que aspira a ser cómo yo?, ¿una drogadicta y una puta?

– No seas tan dura contigo misma – me consoló Aleksander – Recuerda que a la única persona a la que no debes de decepcionar es a tí, recuerdalo siempre, niña.

– Gracias Aleks – agradecí con una sonrisa.

– Para que dejes de un lado eso, te tengo una noticia – lo miré curiosa – llamaron desde Alemania porque solicitaban tu presencia

– ¿Para qué? ¿Un programa o una presentación? – pregunté algo decepcionada.

– A parte – sonrió pícaramente – Para una fiesta...

– Cuéntame más – lo miré atenta.

– En septiembre los gemelos Kaulitz cumplirán 17 y están organizando una fiesta, sin medios de comunicación ni nada por el estilo y uno en especial solicitó tu presencia – sonrió – Esperan tu respuesta en agosto, ¿qué dices?

𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗼𝗳 𝗹𝗼𝘃𝗲; Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora