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La fiesta de los gemelos Kaulitz ya había comenzado

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La fiesta de los gemelos Kaulitz ya había comenzado.

— ¿Qué hace? — preguntó el rubio viendo a lo lejos a uno de sus amigos, el cual nuevamente estaba rodeado por montones de chicas, con esa máscara de arrogancia con la que antes pasaba todos los días.

— Pensando en sí mismo, Gustav. — contestó el pelinegro de brazos cruzados observando la misma escena.

— ¿Ella ya llegó?

— No, me llamó y me dijo que iba a tardar un poco. — un mesero pasó al lado de él con una bandeja llena de copas y él tomó una para después tomársela de un solo trago.

Gustav rio en bajo. — ¿Nervioso?

— Es que no quiero tener problemas con Denisse. — contestó Bill.

— Escucha, si algo llegara a pasar entre Tom y Denisse, no sería problema tuyo. — Bill lo miró de reojo y asintió. — Solo disfruta de tu cumpleaños, Bill.

— Gracias.

Mientras la música sonaba y las risas llenaban el lugar, Tom se movía entre las personas de la fiesta, manteniendo una sonrisa falsa y coqueteando con las chicas que lo rodeaban. Parecía estar disfrutando de la atención, pero la realidad era que en su interior había una mezcla de frustración, confusión y algo que parecía ser tristeza, en su intento de evadir sus emociones.

[...]

— ¿Por qué estás manejando tan lento? — habló ansiosamente la pelinegra. — Ya vamos tarde, Aleksander.

— Denisse, escucha, los nombres de todas las calles están en alemán. — contestó el mayor.

— Hubieras contratado a un chófer entonces. — Aleksander la miró por el espejo retrovisor. — Lo siento, no sé porque estoy actuando así, me siento... rara, no lo sé. — bajó su mirada y jugaba con sus manos.

Aleksander resoplo y volvió su mirada al camino. — Ay, niña, mira lo que te ha hecho ese chico. — susurró mientras negaba con la cabeza y ella volvió a subir su mirada para verlo. — Te diré lo que tienes, eso que sientes se llama ansiedad. Últimamente le has tomado mucha importancia a ese chico, ¿entiendes? Tú no hacías eso por nadie y ahora que él se ha estado alejando, eso te afecta, porque ni siquiera sabes el por qué lo hace. Y por eso sientes ansiedad, porque no sabes si fuiste tú la que hizo algo para alejarlo. ¿Recuerdas lo que hacías con los chicos antes de que conocieras a Tom? — ella asintió. — Bueno, pues él hace lo mismo.

— ¿Te refieres a que es una clase de karma?

Aleksander se quedó callado por un momento para pensar bien lo que diría. — Me refiero a que él nunca ha buscado seriedad, y te recomiendo que hagas lo mismo. Ya olvidalo niña, ya estuviste con él por mucho tiempo.
— la chica mordió ligeramente sus labios con nerviosismo y volvió a bajar su mirada. — Él fue más listo y te mantuvo por un rato más, puede que haya sido por interés... — fue bajando su tono de voz.

𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗼𝗳 𝗹𝗼𝘃𝗲; Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora