[Yoon Gi]
Sentía que las cosas no irían tan bien con una chica en mi casa, además al principio, cuando la conocí mi idea era solo seducirla para que me dijera lo que estaba haciendo Beltrán, pero verla herida y golpeada me cambio, quería protegerla y estar con ella de otra forma, quizás cuidarla como una hermana menor.
Sin embargo, en mi casa todo era aún muy silencioso como antes, decidí darle una semana de descanso para que se pudiera acostumbrar a todo, la realidad era que Scarlett estaba deprimida y asustada, la veía llorar mientras comía y al terminar de comer obligada, se iba casi corriendo a su habitación. Esta no era mi idea de tenerla aquí.
Este día no era diferente, estaba sentado en la mesa con un plato de desayuno frente a mí. Ella tenía los ojos rojos y jugaba con su comida, el ama de llaves la incitó a terminar su comida y de solo tres bocados se lo termino y se fue rápidamente a su habitación nuevamente.
−Esa niña necesita comer bien, no se está alimentando correctamente y es obvio que escupe la comida en el basurero de su habitación −comentó el ama de llaves−. Habla con esa niña Yoon Gi, está sufriendo y si no la ayudas, se ahogará en sus lágrimas.
−No soy terapeuta, ella tiene que salir sola de su tristeza −respondí de manera indiferente, la verdad no sabía que podría hacer yo por una chica deprimida cuando en el pasado yo había estado en su lugar−, todos tenemos problemas y cosas malas, pero yo salí solo de esa oscuridad tan cruel.
−Ella está en otro país, tú eres de Corea y siempre estuviste aquí, con gente desconocida, tú tenías a tus amigos, sin su familia que quizás podría estar muerta −el ama de llaves era a veces cruel con sus palabras−, debe estar asustada y piensa probablemente en la madre enferma que dejo atrás en contra de su voluntad, tú lo decidiste en su momento, cada cosa que te trajo aquí.
−Está bien, hablaré con ella, pero yo nunca aprendí a consolar a las personas −era molesta, se portaba como si fuera la voz de mi conciencia−. Esta noche al regresar, hablare con ella, es su último día de luto porque si quiere aprender a usar armas, debe ser lo más pronto posible.
Me levante de la silla, mire mi plato vacío y tomé mi chaqueta. Salí tan rápido como pude, esa casa era hermosa y enorme, pero era deprimente y peor al tener a una chica llorona en el piso de arriba. Me recordaba el pasado que estaba tan enterrado en mi mente. Pero mientras mi chofer me llevaba a mi empresa, lo recordé.
Aquel día soleado, pero no parecía llegarles la luz a mis ojos, y la sangre, extendida en esa habitación color celeste que tanto odiaba, ella estaba en el suelo, tan pálida y asustada, mirando fijamente el cuerpo sin vida de la otra chica. No, no quiero recordarlo otra vez, tengo que enterrar ese recuerdo, lo quiero lejos.
(Dos horas después)
Estaba en esta reunión de negocios, la empresa que era una máscara de la organización verdadera "La Flor Roja". En esta empresa nos encargábamos de aparentar ser algo legal, una descarada firma de abogados, la mayoría de los abogados eran de cada hombre que trabajaba para mí, y también trataban casos externos, casos de gente que podía darse el lujo de pagar. Los ingresos extra eran bienvenidos, mis abogados tenían protección a cambio de su silencio y sus servicios si la policía comenzaba a investigar a alguno de mis hombres, además sabían que una traición o lengua suelta se pagaba muy caro.
No podía concentrarme en nada, solo tenía en mente que quería hablar con Jung Kook, él era experto en armas, solo en él confiaba para entrenar a esa niña llorona. En cuanto la reunión terminó, salí directo a mi oficina y cerré con seguro, no quería que nadie supiera de ella, solo mis amigos eran confiables. Marqué el número de Jung Kook y esperé que respondiera.
− ¿Hola? Yoon Gi hyung? −habló la voz al otro lado de la línea telefónica− Hoy no pude ir a la reunión, pero llegare en diez minutos.
−Perfecto, necesito hablar contigo, ven directo a mi oficina, es algo importante y privado −le respondí, mi tono era más autoritario de lo que habría querido−. Y si es posible, diles a todos que vengan.
−Parece algo muy importante, les avisare que vayan a tu oficina −se escuchaba realmente curioso.
Colgué la llamada sin despedirme, no era necesario, él sabía que cuando nos veíamos, al hablar por teléfono no era necesario despedirnos i de todas formas el vendría. Llamé a mi casa y el guardia principal que se había quedado a cuidar de Scarlett me respondió.
−Tráela, que conozca a quienes la ayudaran, solo ellos la conocerán, que nadie la vea, ni siquiera dentro del edificio −ordené− y si no quiere venir, arrástrala si es necesario.
Pasaron exactamente diez minutos como dijo Jung Kook y escuché la puerta, era él junto a Nam Joon, detrás de ellos llegaron Seok Jin y Tae Hyung, y tan solo cinco minutos tarde llegaron Ho Seok y Ji Min. Los seis se veían confundidos, aunque Nuestro mayor, Seok Jin, no tanto, incluso puedo decir que él ya estaba asimilando lo que pasaba y el para qué los había llamado.
− ¿Para qué nos llamaste hyung? −preguntó Tae Hyung− Estás demasiado serio, y únicamente sabemos de ti porque Sun Hee nos dijo lo que pasó en el bar.
Antes de que pueda responder, tocaron la puerta, era mi guardia, con Scarlett detrás de él, ella forcejeaba, pero él tenía su mano bien aferrada al brazo de ella, esperaba que ella viniera tranquila, pero por lo visto se había negado. La jaló y de un pequeño empujón la metió a mi oficina para luego marcharse y cerrar la puerta.
− ¿Ahora a parte de quitarme la libertad me obligas a venir donde tu decidas? −preguntó altanera y furiosa, yo solo pude sonreír ladinamente− Creí que me dejarías en paz.
−Quizás tu madre estaba acostumbrada a tus berrinches, pero yo no soy como ella, así que cállate y obedece la próxima vez si no quieres que te traigan de esa manera −la regañe.
− ¿Quién es esta señorita de cabello rojo y rizado? ¿Es la chica del bar? −interrumpió Nam Joon.
−Mi nombre es Scarlett Petit, y si, fui empleada en el bar de este hombre tan salvaje −respondió ella molesta, su insolencia me causaba gracia−. ¿Ustedes quiénes son?
−Eso no es de tu incumbencia niña, y sé más respetuosa, por lo que veo no somos tus amigos, por lo tanto, debes referirte a nosotros de manera propia −espetó Nam Joon.
Scarlett solo puso los ojos en blanco y miro detenidamente a cada uno, hasta que reconoció a Seok Jin.
−Seok Jin oppa, ese hombre me lastimó el brazo cuando le dije que no quería venir −ella hizo un puchero, como una niña pequeña−. Y Yoon Gi oppa dijo que nadie me haría daño, lo prometió.
−Tranquila pequeña Scar, luego hablare con Yoon Gi, por el momento siéntate a mi lado −respondió Seok Jin, dando palmaditas al lugar libre al lado de él en el sofá, todos lo miraron sorprendidos−. ¿Qué? No voy a tratar mal a una niña de veintidós años, además ella solo está en contra de Yoon Gi, no de mí.
Scarlett se sentó rápidamente al lado de él, sin duda, esta chica era insoportable cuando no estaba deprimida por su injusta vida. Todos la veían confundidos y esperaban una respuesta de mi parte. No quitaban la mirada de ella y ella solo se movió incómoda en su asiento. Sabía que el silencio era una petición clara a una explicación.
−Ahora que nadie nos va a interrumpir, les explicaré lo que pasa aquí −comencé por fin, todos voltearon a verme y se sentaron en los sillones−. Ella fue secuestrada de Colombia por el inútil de Beltrán, y ahora es mi protegida prácticamente.
−En contra de mi voluntad, porque yo quería irme a Colombia de vuelta, o podías dejarme en una de las fronteras de Francia −replicó Scarlett−. No tienes por qué hacerte cargo de mí.
−Necesito que le enseñen a manipular todas las armas posibles, y a que conozca cómo funciona el negocio que le dará de comer −seguí, obviamente quería ignorar su regaño−. Nada es gratis aquí, por lo tanto, ella trabajara en la joyería con Jin hyung, estudiaba diseño de modas, por lo que ella podría ser una buena diseñadora de joyas.
− ¿Y por qué la ayudaríamos? Parece solo una niña llorona, e inútil −se quejó Tae Hyung−. Solo será un estorbo en la joyería y hará que Jin hyung pierda dinero.
−Yo no soy ninguna tonta, para tu información chico grosero −Scarlett sonaba furiosa por el cometario de Tae−. Quizás hasta se mejor que todos ustedes.
Nam Joon, Ho Seok y Seok Jin rieron con fuerza, pero no se burlaban de ella, sino de lo altanera que ella podía ser, después de todo es extranjera y no está acostumbrada a que le hablen de esa manera. En su lado del mundo, las personas mayores tenían el mismo respeto que los menores y era común que los jóvenes no se queden callados cuando una persona de mayor edad hablaba.
−Ella sin duda me agrada, tiene carácter fuerte y eso la hace interesante −comentó Nam Joon−. Le enseñare a administrar sus gastos, a menos que estés cómoda viviendo en la casa de Yoon Gi hyung.
−Se quedará en mi casa, eso no está a discusión, y no saldrá sola de mi casa −me puse firme y sin dudas en la voz−. En cuanto a lo que le enseñaran, yo les diré que hacer, Jin hyung le enseñara de la joyería, y Jung Kook le enseñara de armas, el combate cuerpo a cuerpo podría quizás enseñarle Ho Seok.
− ¿Y los demás para qué estamos aquí? −pregunto Tae Hyung un poco molesto.
−Tú le enseñaras a mentirle a la policía y la vigilaras cuando la llamen a testificar, no deben sospechar que yo la tengo obligada aquí −él era mis ojos en la policía, el infiltrado− Nam Joon necesito que busques hasta debajo de las rocas a un muchacho y por último Ji Min, enséñale un poco de lo que sabes, las estafas son más fáciles viniendo de una chica joven como ella.
− ¿De dónde es el chico que quieres que busque o es un muerto? −pregunto Nam Joon de manera fría.
− ¡No es un muerto! −reclamó Scarlett− es mi amigo Alejandro, es colombiano y el único que podría saber dónde están mi madre y mi hermana.
−Está bien, lo lamento, no quise ser tan insensible, señorita Petit −se disculpó Nam Joon−. Si tienes el nombre completo y su dirección me facilitaras muchas cosas.
Ella le escribió en un papel el nombre de su amigo y se lo entregó. Luego todos se presentaron con ella y le indicaron como dirigirse a cada uno de ellos, al final casi todos querían ser llamados oppa por ella, excepto Tae Hyung, que le ordeno llamarlo sunbaenim, al parecer a él no l e agradaba mucho Scarlett o quizás no confiaba en ella.
Le pedí al guardia que la llevé a mi sala de descanso en el último piso para poder quedarme a solas con mis amigos, quería saber que iban a decirme después de la sorpresa. Cuando la puerta se cerró, un silencio incomodo invadió mi oficina, sin duda, estaban digiriendo todo esto.
− ¿Por qué la estás metiendo en este mundo Yoon Gi? −preguntó por fin Seok Jin− ¿Pretendes que me crea que es por no dejar que vaya a la policía?
−Es porque ella quiere venganza, no es malo querer ayudarla con eso, no después de que un hombre que trabajaba para mí le destruyó la vida −no mentía, esto era porque sentía culpa.
− ¿No es porque te recuerda a ella? ¿Una forma de redimirte por tus pecados? −preguntó Ji Min−. Nada de eso fue tu culpa, pero no quieres superar lo que pasó.
−Solo quiero corregir mi mal control en las acciones de un hombre que hizo un negocio por debajo de la mesa −esta conversación se estaba volviendo incómoda, no quería recordar nada−. Cuando ella sea la mejor en el negocio, se la entregare a cualquiera de ustedes en matrimonio, solo si así lo desean, ella será como la hermana que perdí y uno de ustedes se convertirá en mi cuñado como debió ser hace tiempo.
−Está bien, me parece algo bueno que quieras ayudar a una chica extranjera, parece fuerte −Ho Seok me dio una palmada en la espalda−. Yo te apoyare como siempre hyung.
Como siempre podía contar con él, Ho Seok miro a los demás y esperó que lo siguieran, ellos se miraron unos a otros, no sabían cómo responder, pero entonces Seok Jin puso la mano al frente, Ho Seok lo siguió y puso su mano sobre la del mayor. Por fin, los demás al ver eso, hicieron lo mismo, incluyéndome. Era un símbolo, todos me apoyarían.
[Scarlett]
Me encontraba en el último piso de este edificio tan grande, había una piscina y un bar, además de sillones muy cómodos y una cocina, tenía hambre, por primera vez esta semana quería comer, así que me acerque a la nevera.
Había todo tipo de ingredientes, desde verduras, hasta todos los tipos de carnes, pero no era una sola nevera, eran tres, cada una con un tipo de alimento, carnes, verduras, y salsas que se congelaban o fermentaban. Todo se veía delicioso. Y encima de la encimera de la cocina había un libro de recetas bastante gordo, al abrirlo me di cuenta que estaba todo en coreano y en inglés. Decidí hacer receta de naengmyeon, fideos fríos.
El guardia encargado de cuidarme me observaba atento, supongo que temía que tome un cuchillo y me corte las venas o algo parecido. Pero no iba a quitarme la vida, tenía más amor propio del que todos creían, yo no era una cobarde, además tenía en mente mi venganza.
Al terminar, me di cuenta de que había preparado más de un plato, me dispuse a comerme todo, pero primero debía acabar el primer plato. Era delicioso, nunca había comido este plato, o quizás sí, pero no lo recordaba, usualmente el ama de llaves cocinaba y aunque yo comía no saboreaba nada, incluso algunos días vomitaba la comida o la sacaba de mi boca y la escupía en el basurero. Pero esta vez al comerme todo, estaba llena, y parte de mi estaba triste, quería comerme todo lo que había preparado, y mi estomago no aceptaba ni un poco de comida.
Iba a botar la comida para lavar todo lo que había usado, pero en el momento que tenía la olla en las manos acercándola al basurero, unas manos pálidas me arrebataron la olla, era Yoon Gi, no lo había escuchado entrar, era muy silencioso, o yo estaba muy distraída con la comida.
− ¿Estás loca? No puedes botar a la basura todo un plato de naengmyeon −me regaño y su tono por un momento me parecía tierno−. Hay gente muriendo de hambre en el mundo y tú botas a la basura comida.
−Está bien, lo siento, deja de regañarme, puedes comértelo si quieres, yo me llené −respondí un poco avergonzada, él tenía razón, pero me molestaba tener que admitir mi error−. La verdad no sé si me salió bien, solo seguí el recetario de la mesa.
−Comeré lo que hiciste, siéntate, me acompañaras como cuando trabajabas en el bar −se sentó en la mesa delante de mí y señalo con la cabeza la silla que también estaba frente a mi−, no es una petición Scarlett, siéntate ahora mismo.
− ¿Siempre eres así? Eres un salvaje, y ahora hasta me ordenas que hacer −reclamé molesta, el comenzó a comer ignorándome−. Incluso quieres ignorarme, eres increíble, no aceptare este trato, cuando duermas me iré, o buscare cualquier oportunidad de escapar.
En ese momento él levanto la mirada hacia mí, pero no dejo de masticar su comida, su mirada era intimidante y fría, yo solo quería darle un golpe para que deje de mirarme, era odioso, sin duda, estaba estudiando mi comportamiento, así que le mostré seguridad en mis palabras, no estaban mintiendo, iba a escapar de esa casa si él continuaba con ese comportamiento tan grosero.
−No soy un hombre de muchas palabras Scarlett, podría decirte que incluso me siento incómodo cuando estoy con mucha gente −habló por fin, su voz era gruesa y muy tranquila−. Así que solo lo pediré una vez, sé obediente niña, yo te enseñare lo que necesitas y te protegeré como se debe.
−No soy un cachorro o uno de tus hombres que trabaja contigo por voluntad propia −respondí irritada, no iba a ocultar mi rebeldía−, si hay algo que no quiero hacer, no lo haré, y si te molesta no me importa.
−Niña tu vida está en mis manos, así que pórtate como debes, ahora nos vamos a mi casa −me ordenó, pero yo no quería obedecer.
−No −respondí firme.
−Dije que nos vamos, levántate.
Lo ignoré y me levanté, pero para sentarme en un sillón, iba a hartarlo en cada oportunidad que tuviera, hasta enloquecer y lograr que me suelte, que me abandone. Sin embargo, antes de llegar al sillón, él me tomó de la muñeca fuertemente para hacer que lo viera a los ojos y me dio un jalón para que estuviera frente a él.
−Si crees que con esta actitud conseguirás algo, estas muy equivocada −espetó él conteniendo su evidente furia hacia mi−, de hecho, todo lo contrario, cada vez que desobedezcas, perderás algo temporalmente.
− ¡Qué! Tú no eres mi padre, no puedes castigarme ni quitarme nada −respondí molesta y tratando de soltarme de su agarre−. Suéltame, me iré ahora mismo, solo dame un boleto de avión de ida y no volverás a verme.
−Te advertí que tu vida estaba en mis manos y comienza desde ahora −él me sostuvo más fuerte de la muñeca−. El castigo esta vez será tu libertad por una semana. Estarás en tu habitación hasta que yo lo diga.
Antes de que pudiera reclamar o decir algo, un guardia apareció detrás de mí y únicamente hizo una mueca pidiéndome que no me resista y lo siga. Yo suspiré y me rendí, decidí dejar de discutir por al menos este instante, era, molesto, pero de alguna forma yo misma me había metido en este problema y debía enfrentar el próximo reto que este mundo iba a darme.
Al llegar a la casa me guiaron hasta mi habitación, entre un poco dudosa y en ese momento cerraron mi puerta con llave, corrí para intentar abrirla y no pude. Hablaba en serio, había perdido mi libertad y sería por una semana. Empecé a patear la puerta, pero nada funcionaba.
Al cabo de tres horas tocaron la puerta, era él, podía reconocer su forma de tocar la puerta.
−Voy a entrar, así que no quiero verte desnuda ni que intentes escapar −dijo a través de la puerta−. Aléjate de la puerta.
Molesta obedecí, me alejé de la puerta y escuché cómo la llave giraba y abría la puerta, él entró cerrando la puerta detrás de él, yo retrocedí instintivamente hasta sentarme en la cama, pero no dejé de mirarlo con hostilidad, no podía evitarlo, mi naturaleza era así, me gustaba retar a los demás.
−Como veras hablaba en serio y perdiste tu libertad por una semana −su era condescendiente−. Cuando termine la semana, supongo que pensaras mejor todo, y serás un poco más consciente de tu posición.
− ¡Estás loco, te odio Yoon Gi! −grité de impotencia−. Solo quiero a mi familia de vuelta.
−Es una lástima que eso no me importe niña, harás lo que se te dice y punto −se notaba irritado y me di cuenta que era mejor callarme−. Cuando la semana termine, empezaras tu entrenamiento, solo así encontraras a tu familia en este mundo −salió y cerró la puerta con llave.
La semana pasó lenta, pero el ama de llaves me traía comida, esta vez no preguntaba qué me gustaba, simplemente me traía el plato y un jugo. Ahí supe que eso era parte del castigo, comería lo que él decidiera que se le antojaba, y cuando dejaba alguna verdura, me devolvían el plato para que lo termine, con la amenaza de que no me traerían otro hasta ver vacío ese.
Quería escapar, odiaba que se comportara como si fuera mi padre, yo no tengo un padre y a él lo odio por obligarme a estar en un país desconocido para mí, ni siquiera hablaba bien el idioma, y encima cuando venía a verme me obligaba a llamarlo oppa, eso era odioso.
−Eres una mocosa maleducada, tienes que respetar a tus mayores, yo soy mayor que tú por cinco años −me regañaba de nuevo, como cada día−. Solo...obedece y tu vida será más fácil aquí.
−No sé si lo notaste Yoon Gi, pero yo no soy una persona obediente −le respondí, mis manos jugaban con la blusa que tenía puesta en ese momento−, ni siquiera mi madre logró que yo la obedeciera del todo, trabajaba al mismo tiempo que estudiaba y al final iba a dejar los estudios por mi trabajo.
−Y las consecuencias fueron graves, ¿me equivoco al pensar que esa desobediencia te trajo aquí, o más bien con Beltrán? −pregunto, esa pregunta fue una puñalada llena de verdad− ¿Cómo conociste a ese inútil?
−El cebo era una supuesta agencia de modelos, ellos reclutaban jovencitas que necesitaban dinero y ahí las atrapaban −recordar eso me dolió−. Fue directamente ahí donde lo conocí.
−Usualmente esa trampa es con supuesto reclutador ¿quién fue el tuyo?
−Fue...mmm...eso no puede ser −dije al recordar quién trabajaba allí, pero era imposible− mi amigo Alejandro, él trabajaba allí.
−Tu amigo era parte de la trata de blancas, de seguro eras su objetivo hace mucho tiempo.
− ¡No, eso no! Él no quería que yo llame a la agencia, me suplico...que no fuera −mis lagrimas ya estaban saliendo−. Tengo que encontrarlo, él debe saber dónde están ellas. Debía decirle una mentira a mi prima y mi madre.
−Lo encontrarás, yo me encargaré de eso Scarlett y lo que hagas con ellos, será tu decisión −se acercó a mí un poco dudoso−. Pero obedece mis órdenes.
−Lo haré por ellas Yoon Gi oppa.Aquí está el capítulo de esta semana, espero les guste tanto como yo ame escribir la historia. Hasta la próxima semana.
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House of Cards
FanfictionTras ser víctima de trata de blancas, Scarlett ha perdido a su familia, pero conoce una especie de amigo del mundo oscuro de la mafia. Encontrar lealtad en un lugar lleno de sangre podría traer un amor lleno de destrucción y pasión. Pero aún más imp...