Capítulo 10 El pasado siempre vuelve

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[Yoon Gi]

Estrelle un florero contra la pared y se hizo añicos, no podía más con la frustración, quería destruir todo lo que mis manos pudieran tocar, muebles, cristales, lo que sea, estaba furioso ¿por qué esta opresión en mi pecho no se iba? ¿qué estaba sintiendo realmente? ¿desde qué momento ella se había vuelto tan importante para mí?

Y entonces lo recordé, antes de la boda peleábamos mucho, y de repente un día su actitud cambió y dejó de ser un problema para mí. Aquella noche yo había salido para terminar un trabajo con alguien que me debía mucho dinero, y a pesar de que yo había tenido lo que quería no salí ileso, tenía un corte en la cabeza, que quería curar lo más rápido posible en mi casa sin que ella me viera, pero a penas entre no lo logré, ella estaba en la sala con un vaso de agua en las manos, y me miraba pálida.

− ¿Qué te paso en la cabeza? −preguntó casi perdiendo la voz− Ven, yo te ayudare...

−No es necesario, yo puedo curar mis heridas solo, vete a dormir −respondí casi enojado.

−Dije que te ayudare, solo siéntate, ya se dónde está el botiquín.

Salió de ahí casi corriendo, no sé por qué, pero obedecí y me senté en uno de los sofás, me pregunté por qué ella sabía dónde estaba el botiquín, después de todo nunca vi si ella tenía una herida o algo parecido. Al poco rato apareció con el botiquín en las manos, y se acercó sacando todo para curar mis heridas. No pude evitar mirarla mientras hacía lo suyo, se veía tan preocupada por mí y eso era nuevo para mí, no sabía cómo reaccionar ante la amabilidad de esta mujer, después de todo la única chica que me cuidaba era ella, pero ella nunca más volvería a cuidarme.

−Si sientes que el dolor es mucho puedo llamar a tu doctora −dijo ella sacándome de mis pensamientos− no recuerdo su nombre, ¿Kim Jennie?

−No, tranquila, estaré bien, no es tan profunda, no fue tanta sangre −respondí un poco confundido, quizás ella creyó que estaba ebrio−. Creo que la presión se me está bajando, me siento raro.

−Oh bueno, te traeré un caramelo o quizás agua con azúcar te haga bien −sugirió ella, pero no dejaba de sentir el pulso acelerado en mi pecho−, creo que mejor l segunda opción, estarás bien oppa.

Quizás debí darme cuenta en ese momento de lo que estaba sintiendo, pero lo negué, esa noche me había sentenciado, yo estaba enamorado de ella, y el miedo regresó, eso me estaba bajando la presión, porque cuando amas a alguien te vuelves débil y las escenas de lo que pasó esa noche regresaron a mi cabeza.

− ¡Ya basta Yoon Gi! Deja de romper todo −gritó Seok Jin mientras detenía mi mano apunto de estrellar una taza de té−, actuando así no la vas a recuperar.

−Se la llevo ese maldito cerdo italiano y yo no hice nada −respondí con lágrimas de impotencia−, está pasando lo mismo que pasó con ella, y le harán las mismas porquerías a Scarlett, ninguna se lo merece.

−Lo sabemos hyung, pero primero debemos investigar dónde se la llevaron −era Jung Kook quien hablaba esta vez−. Tae Hyung ya está investigando la ubicación con la policía de Japón.

−Algo me dice que no está en Japón, la última vez que hicieron esto, la llevaron a Corea −comentó Nam Joon, pensativo y mirando la sangre en mi chaqueta−. Si quiere hacer lo mismo, entonces dejará que lo encontremos.

Mi celular empezó a sonar, lo tomé pensando que, si no era uno de mis hombres o mi amigo, estrellaría ese teléfono contra el suelo. Afortunadamente era Tae.

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