Durch Den Monsun; Tom Kaulitz.

☆11☆

Tom no paraba de mirarme mientras le tomaba las fotos y por alguna razón eso me encantaba.

Habíamos terminado la parte de Tom y ahora seguía La de Georg.

No había tenido mucho contacto con el pero me caía muy bien, mientras tomaba las fotos se acercaba a ver si salía bien y bromeaba con que su pelo salía muy corto.

Luego siguió el turno de Gustav que estaba todo tenso y ni se movía, hice algunas bromas para que se ablande un poco y dio resultado, nos estábamos riendo mientras el hacia poses rara y yo tomaba las fotos.

Me encantaba pasar tiempo con los chicos.

Cuando termino Gustav me senté un rato en el sillón para descansar, habíamos tomado al rededor quinientas fotos, aunque amaba mi trabajo aveces me cansaba demasiado.

Tom se sentó al lado mío y acaricio mi pierna, le sonreí y rápidamente recordé que nos teníamos que odiar en público.

—Que asco, no me toques Kaulitz.—Dije actuando asqueada.

—Tu pusiste tu pierna en donde estaba mi mano Hoffman.—se defendió.

En el interior nos estábamos riendo, pero por fuera nos mirábamos mal.

—¿Y ahora por qué pelean?.—preguntó Bill sentándose entre nosotros.

—Este pervertido me estaba molestando.—bromee.

—Es que esta loca por mi y no puede evitar imanarse que la toco.

—No es cierto imbecil.

—Bueno, bueno, ya.—dijo Bill interponiendose.—Hoy iremos a una fiesta, tendrían que estar felices.

—¿Qué fiesta?.—preguntó Tom confundido, al parecer no sabía acerca de esta fiesta.

—La de Caroline, dijo que te extraña y por eso nos invito a su fiesta.—respondió Bill felizmente.

—No quiero ir.—dijo rápidamente.

—¿Qué?,¿Por qué? A ti te encantan las fiestas de Caroline.

—No tengo ganas.—respondió cortante.

Yo estaba mirando cuidadosamente, no se quien era esa tao Caroline pero para que Tom se ponga de esa manera significaba algo.

Mordí mi sándwich descaradamente, intentando disimular.

—Bien, iremos sin ti, ¿No es cierto Jess?.—preguntó Bill.

—¿Ah?.—dije con un pedazo de sándwich en mi boca.

—Iremos a la fiesta de una amiga y tu vendrás con nosotros, aunque Tom no va.—dijo Bill.

—Oh, claro, por mi no hay problema.—dije mirando a Tom.

Tom ladeo la cabeza y suspiro cansado, miro a Bill quien tenía cara de cachorrito, suplicando.

—Bien, yo también iré.—dijo finalmente.

Bill salto del sillón y comenzó a festejar.

—¡Iremos de fiesta!.

Yo me reí por la felicidad de Bill y Tom me miraba como diciendo.

"Esto no es una buena idea."

¿Qué tan mal podía salir?.

...

Habíamos vuelto a la casa y yo me estaba preparando para ir a la fiesta, realmente me encantaba salir de fiesta, el prepararme y ponerme bonita me hacía muy feliz, y también bailar y emborracharme.