☆14☆

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—Y así fue como terminé saliendo con Tom y con Bill al mismo tiempo, ¿Puedes creerlo?.—dijo Caroline riendo.

Estuvimos mucho tiempo hablando, Caroline en realidad si fumaba y no solo cigarros, lo que había pasado es que se puso nerviosa por Tom y se ahogo con el humo.

Se había armado un porro y me había invitado, ya habiamos fuamado lo suficiente como para reírnos de cualquier idiotes.

—Es increíble, ¿Enserió te gustaban los dos?, eran muy pequeños, ¿Cuantos años tenían?.—Pregunté curiosa.

—Claro que si linda, ¿No ves lo lindos que son ahora?, de pequeños eran el doble, ellos tenían 12 y yo tenia 13 años, Tom me dijo muchas veces que le gustaban mayores.

Ya me había dado cuenta.

—Tiene cara de que le gusta que lo terminen de criar.—dije burlandome.

Caroline empezó a reírse y yo me contagie, realmente no me caía mal, era muy amable y muy bonita, simplemente cambiaba su personalidad cuando estaba con Tom, buscaba mucha aprobación de él.

—Realmente extraño esos tiempos, donde solo yo era su prioridad, ahora simplemente tienen otras "amigas", que te aseguro que a todas se las han follado.—dijo Caroline, algo nostálgica.

—Tranquila nena, el mundo no gira entorno a ellos, ¿Sabes cuantos hay ahí afuera que se mueren por ti? Y te aseguro que tienen el pene más grande que esos dos.

—No estaría tan segura de eso.—comenzó a reírse.

Estábamos demasiado fumadas.

Caroline ya empezaba a sentirse mal así que decidí llevarla a su habitación, la fiesta ya estaba terminando, era buen momento como para que se vaya a descansar.

Subimos un piso más y ella me indico en donde era su habitación, entramos y la acosté en su cama, como pude ya que estaba un poco mareada yo también.

Le saque los zapatos y la tapé, se acurrucó como un bebé y me miró, sonrió agradecida.

—Gracias Jess, enserió eres bonita, ya se porque Bill te quiere tanto.—dijo entrecerrando los ojos.

Sonreí amablemente y me fui hacia la puerta, antes de irme Caroline habló.

—Jess.—me llamó.

—¿Si, Caro?.—respondí.

—Prométeme que descubrirás por qué Tom ya no me quiere.

—Esta bien preciosa, ya duerme, nos vemos luego.—me despedí.

—Adiós Jess.

Cerré la puerta detrás de mi y me apoye en ésta, largue todo el aire que tenían mis pulmones.

¿Cómo se supone que descubriría eso si ya lo sabía?, era obvio que Tom le dejó de hablar por mi, y en parte me hizo sentir mal porque ella no merecía eso.

Me dirigía hacia las escaleras cuando sentí que me tomaron de la mano y me metieron a una habitación.

Cuando logre ver quien era cambio mi rostro por completo.

—Terminemos lo que habíamos empezado preciosa.—Dijo Tom.

Empezó a besar mi cuello y rápidamente lo aparte de mi, me miró confundido.

—¿Qué pasa?.—preguntó.

—¿Qué que pasa?, eres un mentiroso eso pasa.—dije enfadada.

Su expresión cambió.

—¿Que te dijo?—preguntó haciéndose el tonto.

—Todo Kaulitz, ¿Fue divertido jugar con las dos?, ¿No qué yo era la única?, ¿En que más me mentiste Kaulitz?.—lo afronte.

Durch Den Monsun; Tom Kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora