❝ ¿Quién dice que una chica mala no puede caer ante los encantos de Jennie? ❞
↪Kim Jennie es considerada la omega más preciosa de toda la preparatoria. Un día como cualquier otro, llega una nueva estudiante, una típica bad girl que despierta intriga...
El fin de semana para Jennie era terrible. De su cabeza aún no se iba la tortuosa imagen de Minnie llorando ante su rechazo. Le dolía el pecho y su vista estuvo cristalizada desde que se despertó aquel domingo.
Muy a su pesar, logró terMiyeonr todas las tareas que se le encargaron para no tener una sobrecarga de estrés física y emocional. Ahora estaba sola, en el silencio de su habitación, ni siquiera quería desayunar junto a sus padres.
Se lanzó nuevamente de espaldas en la cama, suspirando para quizás volver a dormir otro rato. Su tiempo de soledad se vio interrumpida cuando unos fuertes toques en la puerta resonaron.
ㅡNo quiero ver a nadie, por favor. ㅡrogó con desánimo
Pero al parecer no fue obedecida cuando de esta, entraron Nayeon y Miyeon sin lentitud alguna. Ambas sabían que algo malo había sucedido desde aquel día y ya no soportaban el hecho de hacerse los desentendidos.
ㅡBuen día, JenJen. ㅡintentó sonreírle. ㅡ A decir verdad estuvimos muy preocupadas y tu mamá no ayudó mucho cuando me llamó. ㅡse sinceró, una noche antes la omega mayor acudió a ella.
ㅡ ¿Pasó algo ese día, Jennie? ㅡ prosiguió Miyeon. ㅡ No te ves bien y estamos aquí para ti.
Hizo un pequeño mohín. ㅡ Es algo absurdo, no se preocupen.
ㅡOh no, claro que no. ㅡdijo la coreana, sentándose en el borde de la cama y regañandola con la mirada. ㅡ Te conozco muy bien, Jennie, no hay necesidad de mentir.
La omega rubia resopló, declinando la idea de seguir ocultando lo mal que se sentía. Después de todo, tarde o temprano se enterarían y entonces solo quiso ser directa.
ㅡA Minnie le gusto. ㅡanunció con incomodidad.
Miyeon y Nayeon se miraron entre ellas. Ambas sabían lo difícil que era para Jennie vivir y sentir esas situaciones, mucho más cuando se trataba de alguien tan especial para ella.
ㅡVolvió a suceder, Nay. ㅡsonrió con ápice de tristeza. ㅡ S-se me declaró de una forma muy bonita, pero yo no podía corresponderle, yo no la vería de otra forma.
ㅡAh, unnie. ㅡmurmuró Miyeon, acercándose rápidamente para abrazarla mientras que Nayeon lo tomaba de las manos, acariciándolas y mirándola con comprensión.
ㅡY me dolió lo que me transmitieron sus ojos, y-yo la lastimé.
ㅡHey, no, nada de eso. La culpa no fue de nadie, uno no puede mandar a sus sentimientos.
ㅡPero lo hice.
ㅡHiciste bien en ser clara. ㅡcorrigió Miyeon, dejando de abrazarla para posar una de sus manos en el hombro adverso. ㅡ Una verdad amarga es mejor que una mentira dulce. ¿No lo crees?
ㅡYa verás que muy pronto esto pasará, solo deja que pase el tiempo.
Las amargas palabras de Lisa también invadieron la mente de la rubia. Pero ante el apoyo y las palabras de sus dos inseparables amigas, decidió borrarlas de su mente. No tenía por qué interesarle opiniones absurdas.
ㅡ¿Qué podemos hacer para que esta bonita omega sonría? ㅡdijo Nayeon con una gran sonrisa, su aura divertida y cálida salía a flote, dejando que lo negativo fuera esparciéndose muy lejos de ellos. ㅡ ¿Si salimos a comer esas brochetas de cerdo que tanto te gustan?
Jennie mostró una suave sonrisa, ella verdaderamente amaba esos ricos manjares de carne con verduras.
ㅡ¡Vamos Jennie! Hagamos una expedición culinaria en el centro comercial. ㅡsugirió Miyeon, aplaudiendo animada.
ㅡNo vamos a recibir un 'no' como respuesta. ㅡambas omegas la tomaron de cada brazo haciéndola reír.
La pesadez que Jennie sentía empezó a desvanecerse hasta volverse ínfima, se sentía tan afortunada por contar con amistades tan leales y dedicadas, ella prometía cuidarlas de igual manera.
ㅡDe acuerdo, no me puedo negar a eso.
ㅡ¡Muy bien! ㅡNayeon se expresó ruidosamente para luego calmarse. ㅡ Ahora, esperaremos abajo mientras te alistas; iremos a saludar y avisarle a tus padres que saldrás con nosotras.
ㅡEstá bien, las veo en la sala.
ㅡ¡No demores! ㅡy con aquel grito, sus amigas desaparecieron de la habitación. Jennie sintió que ese día no sería tan malo como lo lamentó en la mañana.
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La tarde estaba siendo estupenda desde que llegaron, habían probado las mejores brochetas sazonadas de la ciudad, y luego, sin importarle las consecuencias, fueron por unos batidos de frutas, cada una escogiendo su favorito mientras intentaban adivinar el sabor de la otra.
Pasearon por el parque de juegos y miraron muchas tiendas en donde había mercancía de todo tipo sobre sus girlbands favoritas. Ahí Miyeon era la más emocionada, pero lo fue más cuando pasaron a la sección de moda y estética. Todo lo relacionado con belleza.
ㅡ¡Jennie, mira! ¡Esta blusa se vería muy bien en ti! ㅡexclamó extasiado, sus ojitos brillaron al ver los atuendos detrás del ventanal. ㅡ Y estos pantalones. ¡Dios! Tienes que comprarlos.
ㅡEl color me encanta, entremos. ㅡagregó Nayeon, otro admirador de la buena moda.
ㅡOh, yo creo que no. ㅡrespondió medio insegura. ㅡ No es mi estilo algo de esto.
ㅡ¡Vamos, Jennie! ㅡla jaló apresuradamente. ㅡ Te vendría muy bien un cambio de look.
ㅡ¿Cambio, por qué?
ㅡ¡Será divertido! ㅡla emoción fue contagiada a Nayeon. ㅡ Las tres podemos intentarlo, no hay nada que perder.
ㅡTe apuesto que Jennie unnie será la sensación. ㅡpicó el suave abdomen de la omega, aquella que estaba cubierta por una blusa color crema.
La rubia sonrió mientras rodaba los ojos, después de todo, ella siempre accedía a acompañar las locuras y travesuras que a sus amigas se les ocurría. No había nada que lamentar, incluso a ella empezaba a ganarle la curiosidad de comprar y probar distintos estilos.
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