❝ ¿Quién dice que una chica mala no puede caer ante los encantos de Jennie? ❞
↪Kim Jennie es considerada la omega más preciosa de toda la preparatoria. Un día como cualquier otro, llega una nueva estudiante, una típica bad girl que despierta intriga...
ㅡHoy mis padres irán a cenar a tu casa, Lisa. ㅡcomentó la alfa menor. ㅡ Así que, para ahorrar tiempo, iré contigo y los esperaré allá.
ㅡDe acuerdo, total, solo comeré y me iré a dormir. ㅡse encogió de hombros despreocupada, caminando sin destino alguno debido a que ya habían terminado de alimentarse en la cafetería.
ㅡYa faltan menos de dos minutos para que acabe el receso. ㅡavisó mientras miraba la hora en su reloj digital de muñeca. ㅡ Nos vemos a la salida.
ㅡ¿Qué? ¿Piensas entrar puntual? ㅡbufó con aburrimiento. ㅡ No es necesario que controles el tiempo, Minnie.
ㅡUna vida con orden y disciplina es mucho mejor. ㅡcontestó positivamente, haciendo que la pelinegra rodara los ojos con hastío.
ㅡAhg, sí. Ya, mejor anda que sería fatal para ti ir tres segundos tarde. ㅡironizó, empujándola levemente por la espalda hasta que empezara a caminar.
ㅡ¡Está bien, te espero a la salida!
Lisa apretó sus puños, no era necesario que su prima gritara cuando estaban a unos metros de distancia.
ㅡSí, ok. Adiós.
Los jóvenes a su alrededor, simplemente la miraban expectantes, nunca se sabía cuándo la alfa empezaría una pelea por simples cosas que ni al caso venían.
La pelinegra siguió caminando, sacando su celular del bolsillo e importándole muy poco que el rector de disciplina pudiera verla. Además, ya conocía su salón, así que solo tendía a avanzar casualmente.
Su llegada hubiera sido tranquila de no ser porque la omega -que menos quería ver por ahora- chocó accidentalmente contra ella, sintiendo a la vez como está golpeó inconscientemente su abdomen con el grueso libro que llevaba entre sus manos.
Retuvo un gruñido de fastidio, viendo el rostro de la más . Jennie hizo un mohín y agradeció a su suerte el no haber estado demasiado cerca del rostro contrario. Sería algo desagradable.
ㅡCreo que esos ojos te pueden servir de algo. ㅡdio dos pasos adelante, haciendo por inercia que la otra retrocediera. ㅡ Fíjate por donde andas, Kim.
ㅡYo no pedí que hablaras, así que cállate o llamaré al rector para que te decomise el celular. ㅡla enfrentó ariscamente aunque no se viera tan amenazante.
ㅡNo te atreverías a...
ㅡ¿Interrumpo algo? ㅡla voz de la maestra del curso correspondiente, se interpuso entre ambas jóvenes.
ㅡNo, profesora Byun. ㅡla voz neutra de la rubia cambió a una más dulce, haciendo una reverencia y adentrándose al aula.
Lisa frunció el ceño mientras la veía alejarse totalmente campante y tranquila, esa omega siempre quedaba como lo mejor del mundo ante todos.
ㅡA su asiento Manobal, la tengo vigilada.
La aludida desordenó su cabello y sin muestra alguna de pena o lamento, avanzó con pasos ruidosos y constantes.
ㅡMuy bien, chicos. Saquen el libro de actividades.
La pelinegra estaba sentada de una manera poco educada, viendo fijamente como Jennie hablaba con una de sus amigas, tan brillante e inteligente para el alumnado. No le caía ni un poco, la omega era un disgusto más a su lista.
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Jennie se había despedido ya de Nayeon y los demás, viendo de reojo que el rector Chang le avisaba que su hora de tortura empezaba. Sin embargo, no fue tan malo luego de escuchar los quejidos y reclamos que Lisa daba por haberse olvidado de la sanción mutua que tenían. Evitó reír ante lo ajeno y avanzó primero, llegando al aula de primer grado con los implementos de limpieza.
Soltó un suspiro al saber que su tarde sería agotadora y sacó lo necesario para asear las carpetas. No estaría haciendo nada de eso de no ser por aquella alfa boba y bruta.
ㅡNo creas que no te vi, Kim. ㅡla mencionada dio un pequeño salto, la rasposa y odiosa voz de Manobal había hecho eco.
ㅡNo sé de qué hablas.
ㅡNo te hagas la tonta, estabas burlándote de mí.
ㅡ¿Y qué? Deja de ser infantil y ponte a limpiar.
ㅡTú no eres nadie para darme órdenes. ㅡbotó la escoba y se cruzó de brazos.
ㅡEntonces no me dirijas la palabra, si no quieres limpiar pues allá tú, te quedarás más tiempo aquí.
Lisa mordió su labio inferior, odiando que la rubia tuviera la estúpida razón. Resopló fuertemente y recogió la escoba. Agh, era tan denigrante para su ego hacer eso.
ㅡAh, por cierto, traje algunos libros para que te los lleves a tu casa y leas sobre el trabajo de investigación que nos toca. ㅡdetuvo sus acciones y rebuscó lo mencionado en su mochila. ㅡ Son solo tres, dudo que tengas algo de conocimiento al respecto así que te hice el favor.
ㅡNo leeré ni una mierda.
ㅡLo tienes que hacer o reprobaremos el curso. No pienso dejarlo así.
ㅡY a mí no me importa.
ㅡ¡Ya basta! ㅡexclamó cansada. ㅡ Aquí no eres solo tú. ㅡla miró fijamente pero sin atreverse a avanzar. ㅡ Tuve esta sanción y este trabajo por tu culpa, porque creas discusiones y peleas absurdas por ser tan mal educada. No todo gira a tu alrededor.
ㅡTampoco al tuyo, maldita sea. ㅡesta vez sí le gruñó, acercándose a la omega para tirar los libros con brusquedad y haciéndole temblar. ㅡ No haré nada de esa estupidez, tú me provocaste así que si no quieres decepcionar a tus queridos profesores pues lo haces tú. ㅡsus pasos iban acorralando cada vez más a Jennie, dejándola contra la pared y un leve temor de salir lastimada. Pero vamos, ella no lo mostraría tan fácilmente.
ㅡNo soy una idiota, no lo haré todo por ti así que es mejor que vayas haciéndote la idea de que estudiarás. ㅡ a empujó débilmente, el fuerte aroma de la alfa le indicaba lo muy enojada que estaba.
ㅡDeja de querer hacer todo a la perfección. ㅡla tomó por lo hombros, haciendo que la espalda contraria tocará abruptamente la fría pared. ㅡ Me harta que te creas lo mejor y que todos tengan los ojos puestos sobre ti como si realmente lo fueras. ㅡacercó peligrosamente su rostro al de Jennie, está trató de contener la respiración. ㅡ Odio esta clase de personas y no eres nadie para decirme qué hacer y qué no. ¿Entiendes?
La omega la miró directamente, no iba a caer en sumisión, odiaba que su propia naturaleza lo sea. ㅡ No, no lo hago. ㅡintentó zafarse, pero Lisa reforzó el agarre. ㅡ No te enfoques en lo que yo haga porque a mí tampoco me caes bien, haz el trabajo y ya. ㅡla alfa la analizó visualmente, el dulce aroma de vainilla se colaba por sus fosas nasales. ㅡ No nos toparemos nunca más aunque compartamos clases. ¿Eso no es lo que quieres?
La pelinegra empezó a aturdirse, el aroma de la omega le simpatizaba a su loba. Pero en su mirada solo se encontraba fastidio, no dándose cuenta de la tortuosa y extraña cercanía.
ㅡ¿Lisa?
Una tercera voz resonó, una que ambas reconocieron al instante. Alzaron la mirada, encontrándose con una Minnie confundida ante la escena.
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