Capítulo 40

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⊱ Días grises

Para Jennie, la última semana y media de vacaciones que debió haber sido una de las mejores, terminó convirtiéndose en una de sus mayores torturas. 

A la omega no le disgustaba el regreso a clases, es más, nunca había sido una molestia para ella. Sin embargo, en esta ocasión, todo cambiaba cuando se involucraba cierta alfa pelinegra que no ha vuelto a ver desde esa fatídica tarde y quien no le responde ninguna de las llamadas. 

A veces Jennie solo quería gritar muy fuerte, en otras permanecía llorando inevitablemente hasta caer dormida, luego reflexionaba acerca de lo que estaba sucediendo mientras abrazaba a su almohada y finalmente, finalmente volvía al mismo punto en donde se sentía tan triste porque no sabía qué hacer cuando lo único que deseaba es ver a Lisa y abrazarla muy fuerte. 

¿Acaso había sido su culpa? 

¿Lisa estaba enojada con ella?

Jennie volvió a observar las fotos que se había tomado con Lisa la primera vez que tuvieron una cita y suspiró con pesadez. 

ㅡYa es hora, Jennie, baja a desayunar. 

La neutra voz de su madre se escuchó detrás de la puerta de su habitación y la omega no tuvo más remedio que quitar todo el rastro deplorable en su cara que evidenciara que había estado llorando otra vez. Se sentía patética por ser tan sensible, pero no es como si pudiera reprimir sus sentimientos estando sola en su habitación.

Una vez que sintió que estaba lista para que nadie la interrogará por cómo lucía su cansado rostro, tomó su mochila y se dirigió al comedor. Detestando internamente el tener que permanecer sentada junto a sus padres y que estos fingieran como si no hubiera pasado absolutamente nada. 

Se despidió secamente de ellos como estuvo haciéndolo desde hace una semana y medio y se puso de pie, casi podía soltar un gran suspiro de alivio por alejarse de ellos al menos por un par de horas. A Jennie no le apetecía verlos después de todo. 

ㅡEspera, hija. Hoy te llevaré a la escuela.

Jennie detuvo sus pasos de inmediato, dando vuelta para observar el rostro de su papá. Quería decirle que no era necesario, que no tomara la molestia como si en verdad le importara y por sobre todo, que no quería que la acompañara porque deseaba estar sola. 

Sin embargo, se sentía lo suficientemente cansada como para quejarse y empezar una discusión. 

Soltando un largo resoplido, se sentó en la parte trasera del auto porque tampoco tenía ánimos de estar tan cerca a su padre y se desparramó en el asiento mientras apoyaba su cabeza contra la ventana. 

El camino hacia la escuela fue tan silencioso que resultó incómodo para el alfa mayor. Y es que cuando solía pasar tiempo a solas con su hija durante algún corto viaje, está casi nunca permanecía callada, siempre le pedía que prendiera la radio, cantaba tratando de animarlo a que la acompañe en el coro o simplemente le insistía en participar en esos juegos de palabras donde su cachorra se volvía demasiado competitiva. 

Para DongYul, verla así y ahora, le indicaba que todo estaba yendo peor de lo que esperaba. Y eso era algo que no podía seguir ignorando, no cuando veía tan desanimada a su hija.

Cuando finalmente llegaron a la escuela, Jennie tomó su mochila dispuesta a salir. No obstante, su padre volvió a dirigirse a ella. 

ㅡCachorra...

ㅡNos vemos luego, papá.

ㅡNo, espera. ㅡdijo de inmediato, sacándose el cinturón para poder girar a ver a la menor y tomarla suavemente de la mano. ㅡ Quiero hablar contigo un momento.

Jennie mordió su labio inferior con fuerza pero luego negó. ㅡ Puede ser luego, no quiero entrar tarde.

ㅡEs importante y-

ㅡPuede esperar, papá. Adiós. ㅡdijo sin titubeos, zafándose del agarre de DongYul para intentar salir rápidamente del automóvil. 

El alfa asintió con una triste sonrisa al notar que su propia cachorra estaba huyendo de él. ㅡ Cuídate, cariño. No olvides que te quiero. ㅡdijo dolido, pero el afecto en su voz también se hizo presente. 

La rubia intentó responderle, ella realmente quería pero... Pero no se sentía del todo lista. Su papá no había hecho nada por ayudarla y estaba decepcionada de sentirse sola en una situación que no tendría que ser tan grave cuando solo anhelaba que sus padres conocieran y se llevaran bien con su novia.

¿Por qué se tenían que complicar las cosas?

Caminando mientras sujetaba fuertemente las correas de su mochila, al fin pudo sentirse menos tensa cuando desapareció de la vista de su padre. Sin embargo, esa tensión volvió a incrementarse como si viajara en una montaña rusa cuando vio a la alfa de la que tanto había estado pensando esos largos días. 

Sintió que su respiración se aceleraba y que los nervios la invadieron por completo. Sin embargo, eso no impidió que tratara de buscar todo el valor posible para aproximarse hacia Lisa tan rápido como podía.

Ahora mismo no le importaba si alguien más la estaba viendo, si alguien empezaba a criticarla o si estaban burlándose de ella por ir tras la alfa. Le tenía sin cuidado alguno lo que digan cuando lo único que le ha estado importando desde aquella tarde fue volver a hablar con su novia y decirle que lamentaba todo el desastre ocasionado. 

Sin embargo, bajo todas las ideas que Jennie tenía en mente y el cómo anhelaba solucionar lo que tanto le había afligido, jamás espero lo que iba a pasar.

ㅡLisa… ㅡmencionó con tanto anhelo, posando una de sus delgadas manos en el brazo de la alfa para que ésta se detuviera.

Cuando logró su cometido, una genuina sonrisa surcó sus labios. Pero esta no duró mucho cuando Lisa solo tendió a ladear el rostro para verla brevemente por un par de segundos y voltear otra vez, siguiendo su camino como si Jennie no estuviera ahí, como si no tuvieran algo importante de qué hablar. 

La opresión en el pecho de la omega se hizo profunda y se sintió perdida ante esa cruel respuesta por parte de Lisa.¿Acaso la estaba ignorando?

¿Acaso la estaba ignorando?

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Bad girl | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora