Capítulo 19

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⊱ Respuesta inexistente

Después de aquel incidente, en donde claramente Lisa supo que lo había arruinado y en grande, se sintió extrañamente culpable.

La imagen de la tierna omega mirándola con enfado y hasta casi temor, rondaba por su cabeza una y otra vez sin querer borrarse. Se sentía abrumada, ella realmente no quería, ni tenía que gritarle. Simplemente se dejó llevar por sus impulsos como casi siempre lo hacía y ese, era otro tema con el que no podía lidiar fácilmente.

Supo que tuvo gran culpa por haberla tratado así, cuando a los días siguientes de clases, Jennie no le dirigió ni una efímera mirada. Eso la había descolocado de una manera sorprendente, que ni ella misma se atrevió a acercarse por temas poco creíbles como su interés por el proyecto, no. No podía.

Optó por verla desde cierta distancia. Apreciando como la rubia les sonreía a otras personas que quizás ella nunca podría llegar a ser.

Chasqueó la lengua y bufó por lo bajo, desviando sus ojos de aquella hermosa omega para tratar de ordenar sus patéticos pensamientos e ir en busca de Minnie.

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Durante todo el camino a casa, su mente divagaba inquietamente por cierta omega. Realmente era cada vez más complicado y si no hallaba forma de volver a sentirse como antes, las cosas podrían hacerse un total enredo y eso era justamente lo que no deseaba.

ㅡJodida mierda. ㅡmurmuró hastiada, pateando con fuerza una piedrita que estaba al filo de la acera.

Odiaba sentirse así, odiaba no poder mantenerse intacta como siempre lo estuvo. Las cuestiones y dudas ascendían con cada cosa referente a Jennie y tenía que detener lo que sea que estuviera sucediendo dentro de sí misma.

Caminaba tan sumida y concentrada inconscientemente en aquello, que no se dio cuenta de que ya estaba solo a un par de metros de su casa. Aceleró el paso, tomó la llave de su bolsillo trasero y abrió la puerta, cerrándola a los segundos y encaminándose por el pasillo para tirar su mochila en el sofá más grande de la sala.

Iba a avanzar directamente a su habitación para tomarse todas las latas de cerveza que encontrará en el refrigerador y cuestionarse sobre su existencia, cuando cierto aroma a aderezo picante llegó a sus fosas nasales. Frunció el ceño con algo de desconcierto, decidiendo ir a la extensa cocina del primer nivel.

ㅡ¿Mamá? ㅡno entendía el por qué su progenitora yacía ahí tan temprano y, más aún cocinando cuando claramente tenían una encargada para ello.

ㅡHola, Lisa. ㅡladeó levemente su cabeza, haciendo que su corta cabellera castaña se balanceara.

ㅡ¿Qué haces aquí? ㅡcuestionó igual de dudosa.

La señora Manobal al escuchar nuevamente otra pregunta, la miró con fijeza y soltó un hondo suspiro. ㅡ ¿Sabes? Aún tengo la esperanza de que te acuerdes de los modales que tu padre y yo te enseñamos cuando eras una cachorra.

Lisa rodó los ojos, aburrida de saber la alta fe que su mamá tenía por ella. La omega bajó el fuego de la cocina eléctrica y se cruzó de brazos, sin dejar de observarla. ㅡ ¿No vas a saludarme?

La alfa lo pensó. Bueno, tal vez ante la mujer que le dio la vida podía hacer un par de excepciones. Exhalo profundo y: ㅡ Buenas tardes, mamá. ㅡdijo poco gustosa, con una sonrisa que más se parecía a una mueca torcida.

ㅡ¡Muy bien! ㅡsonrió mientras daba un par de aplausos, enteramente feliz de saber que su hija sí fue capaz de hacerlo.

ㅡYah ㅡse quejó. ㅡ, parezco niña de guardería con tu actitud de mamá primeriza.

Bad girl | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora