Capítulo 4

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⊱ Alfa estúpida

Un par de días habían pasado desde aquel incidente, mismo en el que Jennie se había sentido mal por Lisa y, por lo cual, decidió alejarse de sus amigas en el preciso momento que Minnie comenzó a responder las preguntas de aquellos omegas curiosas.

La rubia sabía que no podía husmear en la vida ajena, no era de su incumbencia y hacer aquello estaba completamente mal. Pero al parecer ni Nayeon, ni Miyeon podían entender eso.

Ahora mismo la pequeña omega se encontraba recostada en su casillero, observando de manera casi inconsciente cómo Lisa conversaba amenamente con un pequeño grupo de jóvenes.

No podía evitarlo, había algo en aquella alfa que terminaba por atraparla.

Quizás era su sonrisa ladina, aquella en la que hacía relucir su blanca dentadura. O tal vez su sedoso cabello negro, la cual siempre estaba entre peinado y desordenado; creando un perfecto resultado, dejando a la vista parte de su frente y aquellas finas cejas.

Sea cual sea la razón, Jennie estaba ahí, mirándola casi a cada instante.

Lo negativo de todo eso era que la omega no se había atrevido a hablarle, ni siquiera a darle un pequeño saludo. Pero... ¿Cómo lo haría? Lisa jamás demostró un mínimo interés en querer conversar con ella a pesar de ser compañeras de la misma sección.

Era frustrante.

ㅡ¡Jennie-unnie! ㅡel saludo enérgico de Minnie la sacó de su trance. Rápidamente la miró, con una sonrisa suave entre sus labios.

ㅡHola Nicha. ㅡla aludida se tambaleó en su lugar con las manos detrás suyo, generando intriga en la rubia. ㅡ ¿Pasó algo?

Minnie negó casi con timidez, para luego llevar sus brazos adelante y mostrar un pequeño oso japonés que Jennie adoraba mucho.

ㅡ¡Minnie! ㅡexclamó con sorpresa, un brillo reluciendo en sus orbes a la par que -inevitablemente- rodeaba a la alfa menor en un fuerte abrazo. ㅡ ¡Gracias, gracias!

Todo el rostro de Minnie se ruborizó al sentir un casto y corto beso en su mejilla por parte de la omega. No supo cómo interpretarlo, sin embargo, la única verdad era que Jennie lo había hecho con aire de inocencia, sin segundas intenciones. Ojalá y la menor no se creara falsas ilusiones.

ㅡMe e-enteré que era de edición limitada. ㅡcon cierta dificultad, pudo hablar. ㅡ Así que no quería perder la oportunidad de obsequiártelo, unnie.

Jennie hizo un impulsivo y bonito aegyo, llevando ambas manos a sus mejillas en muestra de que aquello que había dicho Minnie, era sumamente dulce y adorable.

ㅡMuchas gracias. Prometo regalarte algo tan lindo como tú.

Algunos betas y alfas que observaban la escena, incrementaban su odio y envidia por Minnie a niveles desmedidos. No podían creer que una alfa tan tímida como Yontararak podía llamar la atención de la hermosa omega. Era una verdadera molestia para todos el tener que soportar lo que la menor lograba con simples cosas.

ㅡNo, unnie. Tú eres la más linda aquí. ㅡcomentó sutilmente, un tono meloso y cohibido rozaba en su voz de manera palpable.

ㅡ¿Qué haces aquí? La campana ya sonó hace más de un minuto. ㅡUna tercera voz se escuchó al igual que un aroma a café amargo se colaba entre ambos jóvenes.

Jennie dio un respingo a causa del susto. ¿Por qué a Lisa siempre se le ocurría aparecer así?

ㅡHola, estoy bien, gracias. ¿Y tú? ㅡDe inmediato el tono de Minnie cambió a uno neutro y sarcástico.

ㅡNo estoy para tus juegos, ve a tu salón ahora.

ㅡPero Lisa...

ㅡNo he pedido tu opinión, anda ya.

La azabache resopló sintiéndose cansada por la actitud de su prima mayor, fueran a dónde fueran, el trato siempre era el mismo y no podía hacer nada porque no quería ser una mal educada que pudiera avergonzar a su familia en un futuro cercano.

ㅡMinnie... ㅡle advirtió.

La mano de la omega se posó en el hombro de la mencionada, dándole un apretón suave que transmitía cierto apoyo. ㅡ Ve Minnie, nos vemos luego. ¿Te parece?

ㅡ¿D-de verdad? ㅡcuestionó al instante, su rostro destellaba entre felicidad e incredulidad genuina.

ㅡPor supuesto que sí. ㅡle sonrió de manera linda. ㅡ Y nuevamente, muchas gracias por el regalo.

Lisa viró los ojos. Para ella era demasiado asqueroso esa clase de afecto entre los tontos de hoy en día.

ㅡ¡Hasta luego! ㅡfue el último grito que soltó la alfa antes de correr hacia su respectiva aula.

Jennie agitó su mano derecha en modo de despedida hasta perder completamente de vista a la menor. Mordió su labio inferior con nerviosismo al sentir la fija mirada de la pelinegra y trató de darse soporte con el peluche que llevaba en sus manos. Dio media vuelta, era momento de alejarse de la alfa.

ㅡ¿Qué pretendes hacer con Minnie? ㅡla pregunta había salido de forma áspera e inesperada. Deteniendo rápidamente a la omega de su huida. ㅡ ¿Estás tratando de jugar con sus sentimientos? ㅡla tomó de la muñeca de manera tosca, haciendo que esta girara. ㅡ Conozco a la clase de omegas como tú. No finjas.

El ceño de Jennie se frunció con enojo, podía empezar a entender a lo que se refería la alfa, pero su indignación y sorpresa podían más.

ㅡ¡¿Qué estás tratando de decir?!

ㅡNo hagas ruido. ㅡapretó más el agarre cuando sintió que la rubia intentaba zafarse. ㅡ ¿Y qué quieres que te diga exactamente? ¡Por favor! ㅡrió con sarcasmo. ㅡ No te hagas la inocente.

—Estás insinuando cosas absurdas. Yo no soy esa clase de personas. ¡Eres una estúpida!

ㅡHey, ten cuidado de cómo me hablas. ㅡla retuvo sosteniéndolo de ambas muñecas. ㅡ Y te advierto, ten mucho más cuidado de cómo te comportas con Minnie. Ella es como un cachorro y tú ㅡla miró con repudio. ㅡ, tú eres una omega que se aprovecha de eso con tal de obtener regalos ridículos. Eres igual que todos.

La rubia no lo soportó más y al sentirse atrapado y ofendido, lo único que se le ocurrió fue darle un fuerte rodillazo en la entrepierna a Lisa.

La alfa bramó un quejido acompañado de miles de groserías que a la opinión de Jennie eran horribles y, la soltó para doblarse debido al dolor que aquel golpe le había provocado.

El miedo invadió por completo a la omega y de inmediato abrió su casillero para guardar el peluche y tomar los cuadernos que le tocaba para las siguientes clases.

No esperó a nada y literalmente corrió.

ㅡ¡Kim Jennie! ㅡfue la exclamación enojada que la alfa soltó detrás de ella a la lejanía. 

 

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Bad girl | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora