ꪻ 7 ꪻ

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Pov: Mina

—¡¡Mina!!— oí golpes en la puerta de mi habitación pero hice caso omiso a la llamada de mi madre, quien tenía siempre la costumbre de venir y gritarme para que me levantará.

Ahg, enserio amo a mi querida madre, pero odio que me moleste cuando aún estoy durmiendo —¡Mina, si no te levantas dentro de diez minutos juro que te quitaré tu mesada de dos meses!— ok, podía amenazarme con cualquier cosa, exepto con eso.

—¡Ya oí!. ¡Estoy despierta, ¿Ok?!— dicho eso, oí sus pasos alejarse de mi habitación.

Dios, al fin dejo de gritar.

Y ahora, tendría que alistarme para ir al colegio.

Me levanté con un poco de energía, mi madre ayer al ser último día de las vacaciones de verano me dijo que tendría que dormirme temprano, para que no me levantará tarde (cosa que ya hice) y llegara temprano el primer día de clases.

Después de bañarme rápidamente y vestirme, salí de mi habitación con mis cosas y baje al comedor, encontrándome solo con una nota de mis padres diciendo en ella que tuviera un exelente día y que no los esperara para cenar, ya que llegarían tarde. Tire la nota al basurero, tampoco es como si fuera algo nuevo, ellos siempre estaban ocupados con su trabajo, lo único que siempre hacian era mi madre levantándome a gritos en la mañana y mi padre desendome buenas noches (cada vez que podía), y claro, darme dinero.

Almorze un poco de cereal con leche y una manzana que había en la mesa, termine lo más rápido que pude y salí de casa, al salir ya me espera el chófer, lo saludé como todos los días y una vez listos me llevo al colegio. En el camino estaba tan concentrada en mis pensamientos que no me di cuenta en qué momento fue que llegamos.

Me despedí de Jake y diciéndole que nos veíamos más tarde. Salí del coche y empeze a caminar a la entrada con mi mirada gacha, si bien, nunca me ha gustado hacer contacto visual con las personas, bueno, tampoco es como si fuera popular, simplemente era una más en este colegio, como todos, exepto por Yerim y su grupo de amigos que se la pasaban molestando a cualquiera, solo para sentirse bien con ellas mismas.

Era tan odiosa que nadie de aquí la quería, pero aún así no había nadie de aquí que la reprendiera, ni siquiera yo que me considero una persona con carácter. Ni mis amigas que eran las que más o menos hacían el intento de no verse vulnerables frente a ella. Aún recuerdo el día que Momo la insulto frente a todos en la cafetería, ella obviamente no se quedó atrás y se vengo, pero claro, no solo con ella, si no con todas las chicas. Siempre que una de nosotras estábamos solas ella tomaba la oportunidad para hacernos una broma pesada.

Desde ese día se la hagarro contra nosotras y no nos deja en paz.

Por estar perdida con mis pensamientos no me di cuenta por dónde caminaba y choque con alguien. Las dos perdimos el equilibrio y caí de espaldas, la chica con quién choque cayó igual de espaldas. Solté una maldición, eso sí que había dolido.

Maldije nuevamente al ver mi libro que tenía en mis manos hace unos segundos ahora en el piso. Ojalá y no le haya pasado nada, apenas lo había comprado y no me gustaba que mis libros tuvieran un rasguño, mucho menos los de mi colección.

—Mierda— maldijo la chica en un bajo susurro que llegué a escuchar. Se levantó rápidamente y recogió sus cosas que estaban por el piso —Lo siento, no me di cuenta por dónde caminaba.

—No te preocupes, yo también venía distraída— dije, aún sin levantarme, me estire aún sentada para tomar mi libro que aún estaba en el piso, pero antes de poder agarrarlo, la chica desconocida lo hizo por mi.

𝕍𝔼ℕ𝔾𝔸ℕℤ𝔸 / 𝕄𝕀ℂℍ𝔸𝔼ℕ𝔾 (ɢ!ᴘ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora