𝘑𝘪𝘴𝘶𝘯𝘨
Es difícil explicar como me sentí cuando recibí la llamada de Minho. Al principio traté de convencerme con que no era la gran cosa, que podía tratarse de cualquier asunto sin importancia o incluso que solo haya sido accidental, por eso, cuando me invitó a salir tuve que sentarme en la orilla de la cama en la habitación de invitados de mi tío para poder procesar lo que decía y saber si estaba escuchando bien. Y sí que estaba escuchando bien.
No me di cuenta de lo mucho que estuve en mi trance hasta que Deongseok me observó preocupado. Estuvo presente todo el tiempo, pues fue a visitarme desde temprano para invitarme a desayunar, pero olvidamos la comida cuando nos sumergimos en una buena platica y se convirtió en testigo de mi poca capacidad para actuar normal.
Después de despedirme de Minho y dejar mi celular en el espacio de la cama que se interponía entre Dongseok y yo, tuve que hacer todo lo posible para evitar su curiosa mirada.
—¿Qué pasa? —preguntó—. Te ves raro.
—¿De qué? No pasa nada, estás haciéndote ideas —tal vez estuve más a la defensiva de li que debería, pero mentir nunca fue una habilidad para mí—. Tu eres el raro, yo estoy bien. No tengo nada.
—Voy a fingir que te creo —finalmente se puso de pie y me observó por última vez, sospechando de mi actitud—. Ahora sí iré a hacer el desayuno, ven cuando puedas.
Cuando la puerta se cerró tras de él pude dejar salir las reacciones que puse todo mi esfuerzo en reprimir y me lancé boca abajo en la cama, abrazando una almohada con fuerza esperando que eso me ayudara a regular lo que sentía. Estaba más que consciente que haberme emocionado tanto no era algo normal, al menos no con un amigo, y que muy seguramente no lo veo como una simple amustad naciendo, pero era demasiado pronto aún para decirlo en voz alta a alguien más. Después de todo, yo sabía lo que pasaba conmigo y no me molestaba, estaba cómodo con mis sentimientos y con lo que pueda pasar entre Minho y yo, y eso era suficiente por ahora.
Cuando estuve seguro de que ya podía salir sin levantar ninguna sospecha fui directo a la cocina, donde Deongseok estaba frente a la estufa y mi tío lo abrazaba por la espalda, apoyando su cabeza en un hombro de su pareja. Comenzaba a tener sentido lo mucho que repite que le gusta ser más alto que Dongseok; al principio creí que se trataba por esa superioridad que algunos hombres sienten por ser más altos que otros, pero comprendí que se trataba de como le gustaba que su novio le quedara a la altura perfecta para apoyarse en él.
Comenzaba a sentir que sobraba ahí.
—Buenos días, Sung —saludó Juwon, arreglando su postura aún cuando ni siquiera sé había dado la vuelta para verme.
—Buenos días —respondí, acercándome lentamente y con un poco de miedo—. ¿Cómo supiste que estaba aquí?
—Tu presencia es bastante ruidosa.
—Déjalo en paz —le reprimió Deongseok, soltando un golpe en su hombro—. Siéntate, Jisung, ya va a estar lista la comida.
En algún punto del desayuno Deongseok desapareció para salir a hacer algunas compras y quedé a solas con mi tío. Decidimos ver una película en la sala de estar mientras soltabamos uno que otro comentario que iniciaba una corta plática. Fue cuando recibí un mensaje de parte de Minho que toda mi atención se fue hacia él. Preguntaba si ya tenía una idea del lugar en el que podría ser nuestro encuentro y me dio vergüenza la manera en la que mi estómago reaccionó y un sonrojo se apoderó de todo mi rostro.
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𝑪𝒐𝒊𝒏𝒄𝒊𝒅𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂 | minsung |
Hayran KurguJisung trabaja en una cafetería. Una noche, después de terminar con el doble turno que se ofreció a hacer, una tormenta lo toma desprevenido y lo obliga a refugiarse debajo de una estación para esperar el transporte público. Sin embargo, no esperaba...