(están Joab y Urías hablando. Llegan Aarón y Leví y les interrumpen)
Aarón: ¿Eres tú Joab?
Joab: Ese soy yo, pues es el nombre que me dio mi querido padre. ¿Qué se os puede ofrecer?
Aarón: El rey me dio esta carta para ti. Debes leerla antes del comienzo de la batalla.
Joab: Trae pues que la lea, mensajero (la lee en silencio y mira a Urías). Irás al extremo suroeste a combatir, Urías, y tú, Leví, le acompañarás.
Urías: ¿Al extremo suroeste? Allí se encuentra la parte más dura del combate.
Joab: No rechistes, Urías. Eres un soldado y debes obedecer órdenes. Leví, para ti tengo una misión especial que cumplirás durante el combate (se le acerca y le susurra al oído).
Leví: Pero Joab... no puedo hacer eso... eso es... no puedo hacerlo...
Joab: Lo harás. Palabra de rey hay que cumplirla. Ahora, id a luchar (se marchan Joab y Aarón).
(empiezan a moverse por el escenario mostrando poses defensivas. Las luces del escenario van tornándose en diferentes colores. Suenan ruidos de guerra. Cuando Joab no lo ve, Leví se marcha)
Senaquerib: (aparece con Sargón) Mira, un hebreo, y está solo.
Sargón: Cógelo, corre, cógelo (Senaquerib le pone a Urías la espada en el cuello y este se pone de rodillas).
Senaquerib: ¿Qué tenemos aquí? ¿Un cordero que se ha alejado de su pastor?
Sargón: ¿Dónde está tu dios ahora, israelita?
Urías: Mi dios, Yahvé, desde el cielo me observa, sabiendo que mataréis a un hombre bueno.
Senaquerib: ¿Y por qué no te protege de esto? (apunta con el arco y hace el amago de disparar una flecha. Urías grita).
Urías: Todo el daño que me hagáis en vida me será curado en muerte, pues Yahvé me ama. Betsabé, esposa mía, te cuidaré desde el paraíso (Sargón hace el amago de atravesarlo con la espada).
Sargón: Un israelita menos. ¡Cómo si su dios los fuera a proteger!
Senaquerib: cierto es que su fe es admirable. Como enemigo de Israel, les doy mis respetos por amar tanto su dios.
Sargón: Vámonos, Senaquerib. Hoy hemos derramado mucha sangre israelita (se van).
(entran a escena Aarón, Joab y Leví)
Leví: ¿Qué necesidad había de dejarlo morir a manos de nuestros enemigos?
Joab: Son órdenes del rey. Y palabra de rey hay que cumplirla.
Leví: (se pone de rodillas) Entonces, mi rey ha matado a mi amigo, pues lo ha llevado a una muerte triste, solitaria y lejos de su hogar (se lleva las manos a la cara).
Aarón: Debo ir al palacio e informar de esto al rey, querrá el saber el destino de Urías tras el combate. Venid, querrá también saber el desenlace de labatalla. (se van los tres).
Yahvé: (entra a escena) Oh, David, ¿qué has hecho? Tres pecados has cometido ya; mi nombre dijiste en vano, tomaste la mujer de otro hombre y ahora lo has asesinado con las manos de tus enemigos. Pero esto no quedará impune, rey de Israel. Natán, profeta de mi fe, ven a mí.
Natán: (gritando) ¿Qué dices? No te oigo. Estoy sordito.
Yahvé: Estos profetas inútiles... (le pone la mano sobre la cabeza). ¿Sigues ahora igual de sordo?
Natán: Oh, Yahvé, me has convocado. Lamento haberte gritado. ¿Qué os puedo ofrecer?
Yahvé: Irás al palacio de David a anunciarle mi furia por haber dicho mi nombre en vano, haber robado a la mujer de este hombre y después haberlo mandado matar a manos de los amonitas. El niño que Betsabé lleva en su vientre morirá a la semana de nacer.
Natán: Yahvé, dios mío, sois a veces cruel. El culpable es David, no el niño que lleva en su vientre Betsabé.
Yahvé: la muerte del niño lo atormentará toda su vida, y así aprenderá a ser más prudente.
Natán: Como mandéis, Yahvé (se va cada uno por un lado).
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Aleluya.
SpiritualEsta es una obra de teatro que narra lo acontecido al rey David al enamorarse de una mujer que ya estaba casada con otro hombre. Más allá del significado religioso, creo que es una hermosa obra sobre cuán destructivo puede ser el amor. De esta histo...