(llega David y se sienta en su trono. Aparenta impaciencia, por lo que mira a todos lados).
Matrona: Majestad, majestad, el fruto del vientre de Betsabé ya ha nacido.
David: ¿Y bien? ¿Qué es; niño o niña?
Matrona: Es un varón. Y muy sano, sin duda. Además, tiene los ojos de su padre.
David: ¿Ah, sí? ¿tiene mis ojos? (la interroga llevándose la mano al pecho)
Matrona: Sí, así es, majestad, tiene unos ojos idénticos a los suyo. Sin duda, Yahvé ha querido que se parezca a vos de tal forma que puedas amarlo más. Mire, por allí llega su madre.
Betsabé: (entra con el niño en brazos) Te presento, David, a tu hijo. ¿Qué nombre le pondrás?
David: (comienza a llorar) no creo que lo necesite.
Betsabé: Matrona, vete.
Matrona: Vale, señora, me iré. No olvide tomar reposo, ha sido un parto difícil y debe descansar por su bien.
Betsabé: Así haré. Ahora, vete.
Matrona: Adiós (hace una reverencia y se va).
Betsabé: Yahvé no tomaría represalias contra un recién nacido. No es tan malvado como para hacer eso, David, no es tan malvado.
David: Los días de este niño están contados, Betsabé, están contados. Solo vivirá una semana.
Betsabé: Bien, pues si no le vas a poner tú un nombre, se lo pondré yo. Se llamará... Yedid, que significa "amado de Dios".
David: pues te digo que durante una semana ayunaré, dormiré en el suelo y rezaré para que Yahvé perdone a este niño.
Betsabé: Pero David, no hagas tontería, la matrona ha dicho que el niño está sano.
David: Yahvé quiere esto, y no se detendrá por nada del mundo.
Betsabé: Bueno, no te impediré hacer lo que quieras, pues respeto tu fe y te amo (se va).
David: (se pone de a rezar) Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya...
Amnón: (entra a escena) Padre, llevas dos días orando sin comer. Ven conmigo a comer y a tomarte una copa de vino.
David: No, hijo, debo orar. Vete.
Amnón: si tú lo ordenas (se va)
Absalón: (entra a escena) Padre, llevas cuatro días orando sin entrenar ni tocar la lira. Por favor, padre, ven conmigo a entrenar.
David: No, hijo, debo orar. Vete.
Absalón: bueno, padre, lamento entonces haberte interrumpido (se va).
Tamar: padre, esto no puede seguir así, deja de orar, llevas así seis días. Apenas descansas, no comes, no bebes y no dejas de llorar. Eres el rey de Israel, no puedes estar así.
David: Tamar, mi querida hija, tengo que arreglar mi error frente a Yahvé.
Tamar: Tú has hecho todo por conseguir el perdón de nuestro dios, si no te lo otorga es culpa suya y de nadie más.
David: lo siento, hijita, pero no puedo dejar de orar.
Tamar: en ese caso, yo me voy de aquí. Siento mucho verte así, pero has cambiado demasiado, padre (se va).
David: (gritando) Yahvé, ¿por qué me abandonas con mi sufrimiento? Escúchame. Aleluya.
Yahvé: (entra a escena) Aquí estoy, David, rey de Israel, para que me pidas disculpas.
David: Yahvé, perdóname, pues he pecado contra ti. Pero no es justo que el niño muera por mi pecado. Mátame a mí por él (David le extiende una daga y Yahvé levanta el brazo con la daga en mano).
Ángel: Señor, no seas cruel con David. En su humildad ha hecho todo lo que pudo para salvar al niño. Perdónale la vida, por favor.
Yahvé: ¿Sabes lo que dices, pequeño ángel?
Ángel: Sí, señor. Perdónale y compénsale por lo que va a perder.
Yahvé: Me parece justo. David, el niño morirá, tus hijos Amnón y Absalón también morirá y Tamar será violada por un miembro de tu familia, pero de Betsabé nacerá un niño al que llamarás Salomón. Él será un rey tan justo y bueno como tú, y mucho más prudente.
David: Si así lo deseas, que así sea.
Yahvé: Ya amanece. El niño ya ha muerto. Ve y consuela a Betsabé, quien tendrá el corazón roto al encontrar a su primer hijo muerto.
David: Amén (Yahvé y el ángel se van y David se sienta en su trono. Entra Betsabé llorando).
Betsabé: (cae a los pies de David) David, amor mío, el niño ha muerto... el niño ha muerto...
David: lo sé, cariño. Yahvé nos lo ha quitado.
Betsabé: No sabes, amor mío, cuánto odio a tu dios, pues me ha arrebatado a mi hijo. ¿Qué clase de dios le quita a una madre su hijo? Primero lo hizo a las mujeres egipcias, y ahora a mí.
David: Lo hizo por justicia, justicia que nos ha castigado a ambos cuando solo yo debería haber sido castigado. Mas te digo, amada Betsabé, que Yahvé me prometió darnos otro hijo.
Betsabé: (poniéndose en pie) Pues mira, te digo, David, que estoy furiosa con tu dios, y creo que me costará mucho perdonarlo (se va).
Aarón: (entra) Señor, ¿qué haréis ahora?
David: (Poniéndose en pie) Me lavaré, me cambiaré de ropa y comeré.
Aarón: Cuando el niño vivía, ayunabas y llorabas, ¡y ahora que el niño ha muerto os levantáis y coméis!
David: Cuando todavía vivía el niño, ayunaba y lloraba, porque me decía: "¡Quién sabe si Yahvé tendrá piedad de mí y hará que el niño viva!". Pero ahora que ha muerto, ¿para qué voy a ayunar? ¿Puedo yo volverle a la vida? Yo iré a él, pero él no volverá a mí.
Aarón: Si eso decís, señor, iré y os prepararé un baño caliente (se va).
David: (de rodillas, mirando al público) Solo me queda una palabra en la lengua; aleluya.
(se cierra el telón)

ESTÁS LEYENDO
Aleluya.
EspiritualEsta es una obra de teatro que narra lo acontecido al rey David al enamorarse de una mujer que ya estaba casada con otro hombre. Más allá del significado religioso, creo que es una hermosa obra sobre cuán destructivo puede ser el amor. De esta histo...