Betsabé: ¿Hay alguien aquí? Dejadme entrar, vengo a ver al rey.
Leví: ¿Quién eres, mujer? Identifícate ahora mismo. ¿No serás una moradora de la noche?
Betsabé: Soy Betsabé, esposa de Urías el hitita, y el rey me pidió que viniera a verlo.
Leví: ¿Betsabé, esposa de Urías? Ah, ya sé quién eres, Betsabé. Combatí varias veces junto a tu esposo. Es tu marido un hombre de honor, leal como nadie y religioso como el mismo rey.
Betsabé: Ahora que sabes quién soy, ¿me dejas pasar, por favor?
Leví: Lo lamento, no me han dicho que nadie vendría a ver al rey, por lo que no puedes entrar.
David: Leví, déjala pasar. Dice la verdad, yo la invité.
Leví: (de rodillas) Lo lamento, majestad.
David: no pasa nada. Puedes retirarte.
Leví: que así sea (se va).
Betsabé: (se arrodilla) Es un honor conocerlo en persona, majestad. Mi esposo Urías me habla mucho de vos.
David: El honor es mío, Betsabé. Levanta, no manches tus ropas con la suciedad del suelo. Llámame David.
Betsabé: como deseéis, David.
David: Eres más bella incluso de cerca... parece que Yahvé mismo bendijo tu nacimiento... (se acerca más a ella para contemplar su belleza)
Betsabé: Muchas gracias, David (mira hacia otro lado sonriedo).
David: De entre todas las flores que he visto decorar el campo, tú eres sin duda la más bella.
Betsabé: David, ¿qué quieres de mí?
David: No lo sé (se da la vuelta y se agarra el mentón). Te vi esta mañana bañándote en tu azotea y tu belleza pudo conmigo. Me derrocó la visión de una mujer tan hermosa como tú. Sé que eres amante de las letras y la música, y no me mintieron cuando me dijeron que tu voz es la más hermosa de la ciudad. Simplemente quería estar contigo.
Betsabé: Pero David, estoy casada con uno de tus más fieles vasallos. Yo siempre te he admirado y he deseado tanto como las demás mujeres del reino estar contigo, pero estoy casada.
David: Por favor, Betsabé, quédate conmigo una noche al menos. Creo que amo tu figura. Llevo solo demasiado tiempo y me siento triste. Necesito la compañía de una dama que me llene el corazón, y creo que mis ojos mortales me han hecho enamorarme.
Betsabé: Está bien, te complaceré, pero mi instinto me dice que no solo vamos a dormir. Yo diría que quieres otra cosa, David.
David: me rindo a tus pies, Betsabé.
Betsabé: David... yo... (él la besa, ella le responde con otro beso) Aleluya, que sea el amor quien nos guíe.
David: Aleluya... Aleluya... vamos a mi alcoba, amor mío (se van).
(Entra a escena Yahvé acompañado de un ángel)
Yahvé: David, David, me has invocado en vano, pero esto no quedará así. Ya pensaré como castigar tu pecado. Que caigan rayos por tu acción. Y no solo has dicho mi nombre en vano, sino que has deseado a la mujer de otro hombre y la has llevado a tu alcoba. Mi castigo más ejemplar caerá sobre ti, lo juro.

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Aleluya.
SpiritualEsta es una obra de teatro que narra lo acontecido al rey David al enamorarse de una mujer que ya estaba casada con otro hombre. Más allá del significado religioso, creo que es una hermosa obra sobre cuán destructivo puede ser el amor. De esta histo...