BLAIR [Henry Bowers]

37

BLAIR MILLER

ACLARACIÓN: +18

Mi cabeza dolía y mis ojos pesaban, esta era la última vez que le hacía caso a Richie Tozier, pero esta vez, definitivamente la última.
Aunque esta vez no estuvo tan mal, lw habiamos pintado el auto a los Bowers Gang y nos habíamos divertido en el parque tomando jugos helados haciendo que nuestras cabezas doliesen.
Mis últimos recuerdos son borrosos, y me cuesta diferenciar que fue real y que una alucinación del momento, sólo recuerdo que Henry y Patrick nos encontraron, luego Patrick se acercó a mi a preguntarme como estaba y Richie se desmayó, le pedí ayuda a Patrick y lo llevamos a su casa, ahí se despertó y entró a dormir y luego yo caminé con Patrick unas cuadras y todo se volvió negro.

Talle mis ojos con mis manos para poder despejar un poco el dolor y al abrir me encontré con un cuarto que no conocía, había posters de chicas en bikinis y bandas de rock, ropa desordenada y latas de cerveza, un escritorio lleno de encendedores y papeles arrugados.

Joder, es la habitación de Patrick. Levanté con cierto temor la sábana que me cubría y aún estaba con mi vestido. Bueno, al parecer no pasó nada.

La puerta se abre y veo a Patrick con una lata de cerveza en la mano, ve que estoy despierta y me dedica una gran sonrisa.

—Al fin despiertas, Cape.—Se recuesta en el marco de la puerta.

—¿Qué sucedió, Pat?—Me pongo en pie y me acerco a un espejo en la pared, mi rostro se ve faltal, mi peino alborotado y lleno de frizz, mis ojeras violetas y mi boca seca.—Si le cuentas a alguien que me has visto asi, declarate muerto.

—Crei que había quedado claro que sé guardar secretos.

—¡Oh no! ¡He vomitado sobre mi vestido!

—Cuando los vi con Richie ya tenias esa mancha, así que no sé si es tuyo o de Tozier—Su risa fue fuerte y yo le tiré por el hombro una lata de cerveza vacía que se encontraba allí —No seas cruel conmigo que eso me prende.

Ignore el comentario raro de Patrick, y volví la mirada a mi espejo.

—No puedo andar así por la calle, sería mi fin, Patrick necesito que me prestes ropa.—Me acerqué a él en forma de suplica, él fue hacía su closet y me tiró unos vaqueros negros y una remera amarilla, no era de lo mejor pero no estaba en posición de reclamar nada.

—Date la vuelta—Me quejé cuando ví que Patrick me miraba fijamente esperando que saque mi vestido.

—¡Bien! Iré a preparar un sándwich mientras te cambias.