BLAIR [Henry Bowers]

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BLAIR MILLER

La fiesta había llegado a su fin y para constatar que todos se vayan a dormir, con Henry nos ofrecimos a limpiar todo, en realidad yo lo obligué ofreciendole una mamada a cambio.

—¿Cómo sabias de este encuentro?—Pregunté recogiendo los vasos de cristal.

—Tus hermanos me invitaron hoy, salian de la tienda—Respondio con voz cansada, Henry había bebido y se notaba que quería ir a dormir pero era tierno ver como intentaba quedar despierto para ayudarme. Ni siquiera Maddy me creería que el bravucon de Derry puede llegar a ser tan tierno.

—Lastima que me perdí tu broma a Cole.

—¿Tu padre no ha venido a la fiesta?

—¿Estas loco? Mamá llamaría a la poli apenas lo viera rondar por aquí—Rei—Hace mucho que no lo veo, quizás ya murió.

—¿Tan poco lo quieres?

—No hablemos de padres—Negue con mi cabeza.

Carl Miller es un caso perdido y tuve que aprender eso a base de malas experiencias, muchos años hubiera dado la vida por mi padre, cuide de él hasta en sus peores borracheras, accidentes automovilísticos que tuvo por conducir ebrio, golpizas que le han dado en la calle por estar totalmente ido, pero él jamás estuvo para mí, no se presentaba en mis cumpleaños y si lo hacía, los arruinaba por beber alcohol, me usaba para sacarme dinero y nos trataba para la mierda por su malhumor, no estuvo presente en mis momentos importantes y ni siquiera recuerdo si algún vez me preguntó un simple "¿cómo estas?"

Pero no le tengo rencor, recuerdo lo que viví con él para no cometer el mismo error y volver a salir lastimada yo misma, otra vez.

—¿Sabés a que Universidad irás, Bowers?

Aunque Henry es un bravucon y no se dedique a los deportes, sus notas no eran excelentes pero tampoco eran malas, debe tener algunas oportunidades realmente buenas.

—A cualquiera con largarme de aquí, pero no sé si iré a la Universidad, quizas solo busque un empleo.

—Deberias estudiar artes, eres bueno dibujando, pero es tú decisión.

Él me dedica una media sonrisa y tira un bocadillo que se encontraba en el suelo.

—¡Vete a la mierda, Bowers!—Rio tirandole un vaso de plástico por su cabeza.

Él suelta la escoba y corre hacía mi para hacerme cosquillas en mis costillas sin parar, comencé a patalear y tratar de empujarlo para sacarlo de mí, pero era imposible, me ganaba, por mucho, en fuerza.

—¡Ya, basta! ¡Vamos a despertar a todos, Boweers!

Él frena y me toma de la mano para ir con pasos silenciosos hasta mí habitación.

—Tendremos el mejor verano de todos, Miller—Susurro antes de que ambos caigamos en mi cama.

—Oh—Murmuro con incomodidad y él se detiene a verme—Todos los años me voy con mi familia de vacaciones.

—¿En serio? ¿Dónde?

—A la playa, la familia de mamá está allí —Me recosté en su pecho—¡No te acuestes con nadie mientras no estoy!