Recordando al pecado

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Había pasado una semana demasiado decisiva para Minho, ya había redactado su carta de petición para la dispersión de estado clerigal, mas no la había enviado, porque era una decisión demasiado importante, algo que definiría su vida de ahora en adelante y las palabras de Chan no paraban de retumbar en su cabeza.

¿Vale la pena dejarlo todo por él?

¿En serio lo valía?

¿Se había dejado llevar y había tomado una decisión demasiado apresurada?

Pues si lo pensaba bien era en realidad muy poco lo que el pelinegro conocía a Jisung, solo conocía una parte, una en la que había despertado mil sensaciones que creía extintas en él, en su alma.
Le devolvió las ganas de vivir, lo hacía sobrepensar, lo hacía cuestionarse, lo hacía utilizar por un momento la razón en vez de la "fe" ayudándolo a darse cuenta de las cosas aberrante que incluso él había de alguna forma admitido, impartido, predicado y profesado alguna vez... y todo en nombre de señor y esperando alcanzar una falsa vida eterna.

En esos momentos era que más sentía querer a Jisung... él le había abierto los ojos, se había colado en su corazón recordándole incluso que tenía uno... tanto que parecía que este ya lo conociera.

-"aún no me recuerdas?"

Esa era otra frase que no dejaba de maquinar en la cabeza de Lee... acaso conocía a Jisung de antes?... no lo recordaba, debía ser imposible, él tenía muy buena memoria y un rostro tan bello como el de Jisung no era fácil de olvidar.

Decidió dejar de sobrepensar por un momento, ahora solo necesitaba una cosa... o más bien a una persona.

Compró algo para comer, unas bebidas y un cheesecake que ahora sabia le encantaba al rubio.

Con las manos sudandole como si fuera la primera vez que iba a verlo, o como si se fuera a presentarse ante los padres de Jisung, tocó la puerta.

El menor salió a atender el llamado con el cabello húmedo y una bata de baño medio amarrada dejando ver gran parte de su pecho.

-Si así atiendes a todos tus vecinos, creo que deberé mudarme a este edificio-El menor enrojecido ante el comentario cubriendo con sus manos la piel que traía expuesta, el mayor rió con ternura y entró al departamento atrayendo a Jisung de su cintura con su mano libre luego de cerrar la puerta para besarlo. El menor respondió segundos después sorprendido por el repentino beso dejando que un pequeño jadeo saliera de sus labios.

-Hola, hannie-Saludó el mayor con una sonrisa luego de separarse al ver los labios ahora hinchados del rubio.

-Hola, Min.

-Tragé comida-Comentó alzando las bolsas para que el menor las viese.

-Que bueno! Moría de hambre...

-Yo también-Pero este no lo había dicho en ese sentido pues había dejado las bolsas en la mesa y antes de que el menor se perdiera en su habitación para cambiarse, este lo atrajo a su cuerpo para besarlo nuevamente, esta vez más fogoso, húmedo y desesperado.

El mayor descendió sus manos de la cintura del rubio a sus muslos levantando la tela de la bata para tener contacto directo con la suave piel del menor, subió un poco más encontrándose con el trasero de Jisung al cual le dio una apretada sacando un gemido de los belfo de este. Jisung se sostuvo fuerte de los hombros del mayor dando un saltito enrollando sus piernas en la caderas de este, para que luego lo llevara al sofá quedado a horcajadas sobre él.

Los besos del mayor empezaron a bajar de los labios, al menton y de este al cuello del menor, colándose detrás de su oreja y mordiendo el lóbulo de esta.

◇My Better Sin◇ [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora