Los siguientes tres días fueron realmente cómodos y ligeros, disfrutó de su tiempo a solas. Fue de compras para abastecer su alacena de comida, especialmente comida chatarra. Se compró nueva ropa interior y algunas playeras para estar cómodo. Rentó películas.
Todo iba bien, muy muy bien.
De pronto, la puerta fue golpeada con violencia.
Se levantó tembloroso y caminó despacio hacia la entrada. Se asomó lentamente, viendo a su cliente frecuente. Sonrió deslumbrante, escondiendo el miedo y pánico debajo de su dulce expresión. ¿Cómo encontró su hogar?¿Acaso estaba ahí sólo porque no lo había encontrado en el club?¿O estaba ahí porque se dio cuenta que le faltaban quinientos cincuenta dólares en la cartera?
Fue empujado hacia atrás, cayendo de culo al suelo y mirando al alfa oji rubí imponerse ante él. Jadeó cuando vio su mano acercarse para sostener su rostro.
-Levántate -ordenó, levantando su rostro desde su mentón -Ahora.
Aguantó la respiración y asintió con delicadeza. Trató de ponerse de pie de forma lenta, pero sólo logró alterar más al cenizo. Un gruñido fuerte que lo hizo temblar, fue suficiente para aumentar la velocidad de sus movimientos y quedarse parado frente a él, con la mirada baja y mostrando total sumisión.
-¿Sabes lo que hiciste? -cerró la puerta con fuerza y acercó su rostro al más bajo, haciendo que sollozara y que sus piernas temblaran.
-L-Lo sie-siento -soltó un chillido cuando su cuero cabelludo fue jalado con fuerza, por instinto llevó sus manos para tratar de quitar el agarre -S-Señor Dy...
No logró seguir hablando, pues fue lanzado al otro lado del pequeño departamento. El alfa se acercó con rapidez y lo volvió a levantar para ahora colocarlo sobre la cama. Izuku intentó sacarlo de entre sus piernas y alejarlo lo máximo posible, pero por obvias razones era incapaz de hacerlo. No era fuerte como ese hombre, el cual claramente se ejercita y tiene práctica con las peleas.
-¡S-Señor, pare, por favor! -rogaba.
-Oh vamos, te dedicas a esto, no te cuesta nada tener sexo sin cobrar -desgarró la ropa que traía puesta para dejarlo completamente expuesto.
-¡Por favor no! -un río de lágrimas se deslizaba por sus mejillas hasta humedecer las sábanas debajo de él.
Estaba muy asustado. Si bien el cenizo, claramente, era alguien con problemas de ira y poco autocontrol. Jamás lo había tratado de forma tan jodidamente violenta como lo hizo esa noche. Lo penetró con fuerza, sin esperar a que su cuerpo produjera aunque sea un poco de lubricante y sin ponerse protección.
Lo insultaba de las formas más rastreras e hirientes, nadie nunca lo llamó como él lo hizo. Siempre había clientes problema, pero no tenían nada que ver con lo que ese hombre le hizo esa vez.
Estuvo a punto de ahorcarlo hasta la muerte y lo golpeaba sin parar. Creyó que ese iba a ser su último día con vida. Incluso se desmayó al no aguantar esa tortura, pero a pesar de no estar conciente, el oji rubí no se detuvo y siguió sacando toda su furia con ese pobre omega indefenso. Terminó dentro de él, anudando, importando una mierda si quedaba preñado.
Izuku, al despertar, sintió un dolor inmenso en todo su cuerpo, tenía marcas sobre su piel, que seguro tardarían mucho en irse. Jadeó asustado al ver que el alfa no se había ido, se levantó y se hizo bolita en la esquina, temeroso de lo que le podía pasar a continuación. Rezaba para que el enojo del cenizo se hubiera pasado con todo lo que le hizo.
-Me humillaste -habló sin mirarlo, pudo notar que el menor había despertado -¿Sabes lo estúpido que me vi, cuando se enteraron que una rata de tu clase me robó?
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Deku... Oh, Pobre Deku [Minific Bkdk]
FanfictionIzuku Midoriya, un omega que desde su nacimiento tuvo una vida desamparada, triste y... Bueno, horrible. No había razón para que la vida lo tratase cómo lo hizo. Fue abandonado y sólo pudo encontrar refugio y sustento en lugares donde la ilegalidad...