Wolf Secret!

Capitulo 11

Mi mente no puede evitar dejar de pensar en tal visión. Pues si uno de mis tantos poderes es que tengo visiones, lo que es raro porque casi nadie tiene ese don. Lo descubrimos cuando tenía 7, mi madre estaba cocinando y de repente una imagen de un cazador vino a mi mente. Deje caer el vaso de jugo de naranja que estaba tomando, y en ese momento mi madre se sobresaltó y vino corriendo hacia mí. Le conté lo que había ocurrido y me ordeno que le contara detalle por detalle que vi en la visión.

********FLASHBACK***************

Mama: Que fue lo que viste Jaimee?

Yo: Mama fue horrible... Era un cazador uno muy joven de unos 30. Estaba corriendo por el bosque, en busca de algo o alguien. Se veía cansado, pero su rostro reflejaba enojo. Y cuando ya iba en una parte del bosque, se escuchó a lo lejos un disparo. Seguido de un aullido, mama.

Mama: Tenemos que ir al bosque, tal vez puede ser una visión de algo que va a suceder o una vision de un recuerdo del pasado. - dijo asombrada

Yo: No lo sé, mama. Estoy asustada.- dije con algo de temor

Mama: No te preocupes mi niña le contaremos a tu padre, lo que viste y él nos ayudara a descubrir que fue lo que viste. Por ahora ve a tu habitación y descansa, si vuelve a ocurrir me llamas. De acuerdo.- acariciando mí cabello

Yo: Si, mama. Hasta luego.- beso su mejilla

Mama: Hasta luego, cariño. - devolviendo el beso

*********FIN DEL FLASBACK**************

Desde ese día, solo me ha ocurrido muy poco. Cuando mi papa llego ese día, mama le conto lo que había sucedido. Él tampoco sabía que había sido, hasta que en las noticia dijeron que encontraron a un cazador muerto a costa de una bala, en medio del bosque. No pudimos saber por qué se escuchó el aullido al final de la vision, puesto a que en la noticia no dijeron nada acerca de un lobo. Eso quedo en un puro misterio. Llevaba años que no tenía una vision, deberás que esta me cogió por sorpresa y más ya que fue en pleno apto sexual.

Me encontraba llorando sobre el pecho de Rhydian. Le había contado la historia de las visiones y todo eso, y deberás estaba en shock al saber que puedo ser la única con tal don. Cuando ya pude calmarme, me puse a analizar claramente mi vision. Puede que se tratase de una pareja de lobos, eso me quedaba claro ya que su felicidad reflejaba amor. Pero el disparo y la tristeza me traen dudas, ya que me da tanto enojo el hecho de que tal vez a uno de ellos le hayan disparado. Rhydian y yo, pensamos en varias razones para la vision, y siempre llegábamos a la misma conclusión.

Comenzamos a vestirnos para ir a mi casa, no importa que estuviéramos en medio de la noche esto era muy importante. Me coloque mis bragas y mi sostén, busque mi ropa la cual gracias a Dios estaba seca y comencé a ponérmela en mi cansado cuerpo. Tome la canasta y la manta que había traído y espere a que Rhydian terminara. Nos encontrábamos en medio del oscuro bosque, Rhydian tomaba mi mano para así permanecer juntos. Faltaba poco para llegar al recibidor de casa, cuando escuchamos crujidos y pisadas que nos seguían.

Rhydian:- mira hacia atrás- No hay nadie...

Yo: Seguro que no hay nadie- mirando hacia atrás

Rhydian: Creo que no- mira igual

Yo: Iré a revisar, tú lleva esto a la casa.- dándole la canasta

Rhydian: Esta bien, ten mucho cuidado Jaimee.

Yo: Lo tendré, ve y avísales a mama y a papa.- corriendo hacia el bosque

Corrí hasta donde las pisadas se escucharon y como dijo Rhydian no había nada ni nadie. En ese momento, se escuchó un crujido detrás de mí. Rápidamente me gire y no había nada, pero a lo lejos pude ver unos ojos brillando sabía lo que era pero no sabía lo que quería. Comencé a acercarme lentamente, y a mejorar mi vision nocturna. La luna salió de su escondite entre las nubes, alumbrando todo a su paso y permitiendo más fácilmente que mis ojos vean y cambien su color. En ese instante mis ojos tomaron el color amarillento que siempre probaban mi identidad, ante los lobos. El lobo que estaba a poco pasos de mi abrió más sus ojos en señal de que sabía mi ADN, sabía que tenía sangre de lobo que corre por mis venas. El lobo se acercó, dando a ver un bonito pelaje rojizo. Era una hembra, y por su rostro tiene como mi edad.