Inspirada en la canción
Dembow-Danny Ocean.
Emilio Lara 20 años y Abril 18 años
Estar enamoradx de alguien que ni siquiera te conoce nos ha pasado a todxs, pero todo puede cambiar en un segundo.
||Quiero confesarte que por mi mente, quiero acercarm...
Ha pasado ya dos meses desde que conocí a Abril. Actualmente estamos de vacaciones con nuestras familias.
Hasta ahora todo va bien. Planeamos salir está noche a dar un pequeño paseo.
Recién llegamos a Maceió, una playa en Brasil, será un poco difícil el comunicarnos, ya que la única que habla portugués es Abril.
Pero será divertido.
Apenas bajamos del Avión, recogimos nuestras cosas y tomamos un taxi.
-Bien, y ¿a dónde iremos?- pregunté.
-Pues al hotel ¿no?- respondió Abril- nos damos un baño, y salimos.
-Si por favor, además necesito descansar- se quejó Camila.
-Pero si te la pasaste dormida, además ibas en la ventana- le reclamó Diego.
-Es qué ocupas mucho espacio, y no podía acomodarme- le siguió Camila.
-Bueno, vamonos y descansamos un rato también- los interrumpí.
Abril pidió el carro, subimos y dió la dirección del hotel.
Llegando todos quedamos sorprendidos. Se veía tan grande el hotel.
Abril pagó, y bajamos.
-Esperen aquí en la entrada, iré por las llaves de las habitaciones.
Mientras esperábamos admiramos cada parte del hotel y de la calle.
Era increíble.
||Abril||
Llegamos al hotel, me tocó pedir y pagar el carro a mí. Creí que sería un poco difícil pero fué bastante fácil.
Les pedí que esperaran en la entrada mientras pedía las habitaciones.
-Eu tenho reserva de três quartos.
-Qual é o seu nome?
-Abril.
-Eu confirmo, são três suítes com reserva para daqui a duas semanas, está correto?
-Sim, está correto.
-Me dê um momento. Pronto, aqui estão as suas chaves. Tenha uma boa estadia.
Regresé con ellos para darles las llaves, Camila y yo tendríamos una habitación separada. Yo tenía pensado solo dos suites para cada familia. Pero ella lo pidió así.
-Listo- les avisé.
Entregué sus llaves a cada uno.
-Nos vemos aquí a las 9 ¿si?- les dije.
Todos asistieron y fuimos a nuestras habitaciones.
Al entrar no pude evitar quedar boquiabierta. Era una vista hermosa.
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