Congelación desde el Punto de Vista de Dimitri.

Capítulo 19

Vampire Academy (POV Dimitri) (TRADUCCIÓN) por LizzieMaría85

Descargo responsabilidad lamentablemente no tengo los derechos de autor material esos pertenecen a Richelle Mead.

Está trama está escrita por Gigi 256.

Capítulo 19

Nos llevó casi seis horas obtener la aprobación que necesitábamos de la Corte. Menos de una hora más tarde, estábamos en camino a Spokane. El viaje duraba poco más de dos horas, pero se sentía como toda una vida. Apreté el volante hasta el punto en que mis dedos estaban acalambrados. Conducir me mantenía enfocado en algo más que el bienestar de Roza y mi propia culpa por causar todo esto. Si me permitiera ceder a ese miedo y preocupación, entonces no sería de ninguna utilidad para ella.

Un par de alquimistas nos recibieron en la entrada del centro comercial. Estaba ubicado en el corazón de la ciudad, justo al lado de un hermoso parque con un río que lo atravesaba. Cualquier otro día me hubiera gustado explorar la zona sin prisa, tal vez disfrutando de la vista con Rose a mi lado. Incluso podía ver un carrusel anticuado en la distancia, muy parecido al que mis hermanas y yo disfrutábamos en la juguetería Detsky Mir de Moscú cuando era un niño. Hubiera sido divertido revivir esos buenos recuerdos y crear nuevos con Roza, pero hoy mi razón para estar aquí era mucho más oscura.

No estaba al tanto de la historia que los alquimistas les habían contado a los oficiales de policía y al dueño del centro comercial para que aceptaran abrir las puertas del centro comercial pasada la medianoche, pero no lo cuestioné. Había habido unos cuantos debates sobre cuándo deberíamos explorar la ubicación, especialmente dado que la aprobación tardía significaba que no tendríamos inmediatamente la luz del día como una herramienta adicional en nuestro arsenal. Sin embargo, se acordó que los riesgos de incursionar durante la noche no superaban el riesgo de poner en peligro a cientos de clientes de la tienda durante las horas de operación del centro comercial. Sobre todo, estaba la sensación de que ya habíamos esperado demasiado para comenzar esta misión, y ninguno de nosotros quería perder un momento más.

El centro comercial estaba completamente oscuro, salvo por las pocas luces de seguridad. Incluso las ventanas grandes cerca de la entrada principal no ofrecían mucha más luz debido a los edificios circundantes. Todas las tiendas estaban cerradas, mientras entrábamos con cautela. El gerente del centro comercial, un humano, avanzaba al frente. Los alquimistas sabiamente se mantenían detrás de nosotros, sabiendo exactamente lo que estábamos buscando.

-Estamos buscando el almacén del sótano. Nos dijeron que hay túneles abandonados que podrían estar en peligro y hospedando ocupantes ilegales. -Esa debía de ser la historia de cubierta que habían ofrecido los alquimistas.

-Están por aquí, -dijo el gerente, no muy contento por la hora tardía-. Aún no entiendo por qué tenemos que hacer esto a las dos de la mañana.

-Bueno, la persona específica que estamos buscando tiene una orden de arresto y asumimos que esta sería la mejor oportunidad para garantizar que estuviera aquí. -El oficial habló con autoridad y determinación, deteniendo cualquier protesta del propietario. Sabía que los alquimistas tenían muchos funcionarios gubernamentales diferentes y otros contactos a su disposición, y este oficial de policía debía de ser uno de ellos. No quería saber qué habría merecido tanta atención de los alquimistas. Los Guardianes y Alquimistas normalmente intentaban mantenerse alejados unos de los otros, incluso cuando trabajaban lado a lado.

-Bueno, espero que esto valga la pena entonces, -escupió el propietario amargamente.

Yo también... pensé.

La entrada a los túneles bajaba por unas escaleras y se dividía en forma de "T". En un lado había un armario de conserjería, en el otro, un centro de actividades para niños. Sentí escalofríos recorrer mi espina dorsal al saber qué tan cerca estaban esas almas inocentes de lo que yo sabía que eran los seres más malvados de la faz de la tierra. Después de insistir en que los alquimistas, el dueño del centro comercial y el oficial de policía se quedaran atrás por el momento, entramos por la puerta marcada como "Sólo Personal" y bajamos otro tramo de escaleras. Olía a humedad y el aire aquí hacía mucho tiempo que había dejado de ser fresco. La única luz provenía de las luces fluorescentes parpadeando en lo alto. No parecía haber mucho más que algunas cajas de suministros de limpieza extra que probablemente habían sido olvidadas por aquellos que las usarían.