Solo Mira [Yoonmin]

Capítulo 35

Jimin 지민

Mi vista estaba clavada en la pared mientras mis ojos permanecías adormilados tratando de no cerrarse.

No recordaba cuando había sido la última vez que había mirado con tanta atención a un pedazo de papel.

Lo arrugaba intencionalmente, lo extendía, lo leía y volvía a arrugarlo. Lo repetía y repetía. Probablemente ya había leído las palabras "Psic. Kim SeokJin" como cincuenta veces.

Los demás alumnos, que esperaban igual que yo, llevaban la misma cara.

Llevábamos tanto tiempo aquí, sin la posibilidad de hacer tanto ruido, a causa de las secretarías trabajando, que comenzaba a ser extremadamente aburrido.

Incluso el asiento comenzaba a ser molesto, tanto que me dolían mis nalgas.
Me estiré sobre mi propio asiento tomando una posición diferente.

—Lo sé, a mí también me duele el coxis—dijo alguien repentinamente a mi lado.

—¡Jungkook!—exclamé por la sorpresa de verlo ahí.

—¡Sshh..!—pronto las secretarias y empleados del colegio en la sala me callaron.

Sonreí apenado hacia ellos disculpándome mentalmente.

—¿Qué haces aquí?—pregunté ahora susurrando.

Llevaba alrededor de cuarenta minutos sentado en esta silla y en ningún momento me había percatado de la presencia de Jungkook justo en el asiento a mi lado.

Jungkook rió sin ocasionar mucho sonido. Entonces levantó el pequeño papelito rosa pastel idéntico al que yo llevaba en mi mano volviendo evidente que le habían llamado al igual que a mí.

—Estás muy distraído—apuntó él.—Aunque has estado así toda la semana.

Apreté mis labios sin querer hablar del tema.

No era como si me importara demasiado, pero llevaba el debate interno de si hablarle a Yoongi era buena idea o no.

No había sido realmente cómodo lo que sucedió y aunque él no tuviera la culpa acerca de eso, no quería acercarme, pero al mismo tiempo no quería que pensara que estaba enojado con él cuando no era así.
Pero llevaba en este debate toda la semana, tal vez ya era demasiado tarde para que él no pensara eso.

Era realmente sencillo lo que hacía. Solo no le miraba a su rostro cuando me lo topaba o cuando lo veía de lejos, hacía lo posible para evitarlo. Eso nos mantuvo toda la semana sin cruzar palabra. Pero, aunque haya sido mi plan desde el principio, no me sentía cómodo cuando sabía que había algo sin resolver entre nosotros.

Podría ser ridículo que estos temas me quitaran el sueño, pero así era.

—Jimin—llamó Jin desde el marco de la puerta de su oficina.

Pude observar cómo el coordinador salía de la oficina de Jin.

Me puse de pie y por el rabillo de mi ojo vi como Jungkook hizo los mismo.

Jin le observó nada sorprendido, ya era costumbre que cuando citaba a uno iba el otro también. Jin se introdujo en su oficina esperando que lo siguiéramos.

No fue hasta que estuve dentro cuando noté el cabello despeinado de Jin y su camisa con el cuello desacomodado.

El escritorio de su oficina estaba tan lleno de papeles, libros, cuadernos y lápices que ni siquiera se alcanzaba a ver la madera de la superficie.

De todas las veces que había venido a su oficina, jamás la había visto así.

—Rayos—exclamó Jungkook al ver todo el desastre.—¿Qué ha pasado?