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Maleta por aquí, maleta por allá, todo era un desastre. Jungkook estaba empacando en silencio las maletas para el viaje que harían después, tratando de hacer el menos ruido posible para no despertar a su bonito novio.

Una vez terminadas las colocó en la sala para así que cuando salieran se las llevarán.

Ingresó a la habitación donde dormía con su novio y ahí lo vio, soltando leves suspiros. Se acostó junto a él y con sus brazos lo apegó a su pecho, ocultando su cabeza en los cabellos del contrario— Kookie...

— ¿Qué necesitas hermoso? —Jimin solo se volteó y enterró su cabecita en el pecho de Jungkook aspirando el perfume varonil de su novio.

Este solo comenzó a dar caricias en la espalda y nuca, mientras repartía pequeños besitos en la cabellera de su bebé.

—Gracias Kookie—dijo por último para luego cerrar sus ojitos y caer en profundo sueño, en el cual Jungkook también lo acompañó.

Un nuevo día y Jimin estaba siendo cambiando por Jungkook, este le colocaba una linda gabardina mientras intentaba que su bebé no se durmiera otra vez.

—Ya quedó bebé, ven vamos abajo que nos están esperando —dio un beso en la cabecita del menor.

— ¿A dónde Kookie? — preguntó con suma curiosidad en lo que agarraba la gran mano de su novio, la cual escondía la suya por ser tan chiquita.

—Ya lo verás bonito, así que ven —Al salir de su casa se encontraron con dos camionetas y un Yoongi recargado en una, y bueno Tae salió disparado a abrazar a Jimin.

—¡Chimchim!— el grito alegre de Tae llamó la atención de todos los presentes.

—Hola Tata—Mientras los dos más pequeños se ponían de acuerdo para no se que cosa, los más grandes se juntaron para poder hablar.

—Hola, Yoongi —saludó a su hermano con un apretón de manos.

—Hola, Kook. Le hablé a papá de que iríamos a las cabañas y me dijo que estaba bien y hasta mandó las camionetas con chófer, así que no tendremos que conducir —rodó los ojos por la hipocresía de su padre.

—Me alegra lo de no conducir, pero lo de mandarnos esto sin pedirlo, vaya forma de querer demostrar su amor —eso de que con dinero se compra a la gente es mentira porque sus padres les podían ofrecer todo el dinero del mundo a los hermanos y ellos seguirían diciendo que son los peores padres, su opinión no cambiaria. Ya sabes, como no los hemos ido a visitar se sienten culpables por no darnos amor de pequeños —ni que fueran viejos y enfermos para ir a visitarlos.

—Bueno, creo que esta es la forma menos indicada de demostrarlo —Yoongi asintió dándole la razón a su hermano.

—Ya sabes cómo son, pero bueno, mejor vamos no, ya—Jungkook caminó hasta donde se encontraba Jimin y de la nada lo cargó haciendo que este suelte un pequeño grito y aferrándose a su cuello con sus delgado bracitos y a su cadera rodeándola con sus piernitas.

—Es hora de irnos bebé— El chófer abrió la puerta y con mucho cuidado ingresó, para sentarse en los asientos de atrás y poner a Jimin en sus piernas.

Entre caricias y pequeños besos, la camioneta ya había arrancado y estaban en camino hacia las cabañas.

—Jiminie bebé, te quiero hacer una pregunta —Jimin se levantó del pecho de Jungkook para mirarlo a los ojos dándole a entender que le estaba prestando atención.

—¿Aceptarías que uno de tus dibujos que me haz hecho esté en mi piel? o sea sabes a lo que me refiero bebé, quiero tatuarme un dibujito tuyo —estaba un poco nervioso, sabe que su bebé era muy tierno y le diría que si, pero también muy penoso como para aceptar que uno de sus dibujos estuviera en su piel.

—Pero eso duele, kookie— hizo un tierno puchero, no quería que su novio pasara dolor solo por un simple dibujo en la piel.

—No amor, no duele —claro que dolía pero prefería pasar ese dolor solo para poder tener algo tan significativo en su piel.

—¿Seguro kookie? —preguntó pues ¿de verdad su pareja quería tener algo suyo en su piel?.

—Estoy 100% seguro a todo lo que sea o venga de ti, le digo que si — le dedicó una sonrisa de conejo.

—Emm...yo bueno, está bien —sonrió un poco sonrojado por las palabras de su mayor.

—Perfecto, cuando regresemos lo iremos a hacer—Jimin asintió, y la verdad, Jungkook estaba muy feliz puesto que amaba demasiado a su bebé y desde hace tiempo tenía la idea de tatuarse algo con referencia a él, pensó muchas veces su nombre pero el ya tenía tatuado un JM en la muñeca, así que no veía muy conveniente ponerse su nombre, pero luego pensó que su bonito bebé era un gran dibujante y que mejor que tatuarse uno de los tantos dibujos que le había dado.

Así que ya estaba decidido y ahora que su bebé le había dicho que si, era más fácil, solo tenía que elegir alguna obra de arte de su pequeño.

En un momento a otro tuvieron que bajar en una gasolinera para llenar el tanque de la camioneta y también por un pequeño snack para aguantar el camino ya que este era bastante largo.

Se adentraron a la tienda, caminando por los pasillos para ver qué podían agarrar que le agradara, todo era tranquilo hasta que un chillido espantó tanto como a Jimin como a Jungkook.

—¡¡¡Que bonito eres!!! —un chico un poco alto, de cabello negro se acercó a Jimin tratando de pellizcar las mejillas del contrario, el cual se ocultó atrás de Jungkook.

—Disculpa, ¿Quién eres? —el ceño fruncido era para nada disimulado en la cara de Jungkook.

—Ohhhh, perdón es que lo vi desde lejos y se me hizo muy bonito, me llamo Mark —el chico parecía tener buenas intenciones pero nunca hay que dejarse llevar.

—Aléjate de MI NOVIO y deja de acosarlo por favor —su voz salió demasiado autoritaria causando miedo en el chico llamado Mark.

—Ahhh... yo ....lo siento ya me voy —hizo una reverencia rápida y salió del lugar.

Jungkook volteó hacia donde estaba Jimin y lo cargó.

—Eres muy bonito, llamas mucho la atención por tu hermosura —dijo mientras acariciaba la suave piel de las mejillas contrarias.

—Ya Kookie—dijo un Jimin sonrojado escondiendo su cara en el cuello de su novio.

bebé › kookmin. (terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora