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Un nuevo día y lastimadamente el último día en las cabañas, puesto que era domingo y tenían que regresar para que el lunes fueran a la escuela.

Jungkook subía las maletas junto con el chófer y las acomodaban en la cajuela. Una vez la última maleta fue guarda, Kook se dirigió a la sala donde sabía que se encontraba su bebé. Y ahí lo vió comiendo un mochi, quien lo diría, mochi comiendo mochis.

Una vez enfrente de su bonito bebé, lo cargó en su fuertes brazos y se dirigió hacia la camioneta donde el chófer ya los esperaba. Y sin más partieron rumbo a su casita, bueno eso pensaba Jimin.

Un edificio blanco con un estacionamiento fue lo que observó el pequeño, alzó un poco más su cuello para poder ver bien debido a que se encontraba acurrucado en los fuertes brazos de su novio.

—¿En dónde estamos Kookie?— JungKook lo enderezó para que se sentará en sus piernas y así poder verlo cara a cara —en una clínica de análisis, bebé. Quiero que te revisen —dijo con la mayor calma posible para que no se asustará el pequeño, porque sabia que los hospitales o clínicas no eran el lugar favorito de su novio, lo sabia a la perfección.

Mochi solo negó con su cabecita y se escondió en el cuello contrario.

—Bebé, lo hago para que ya no te sientas mal, yo estaré contigo, y si tienes miedo puedes tomar mi mano—Jungkook esperaba que no se negará porque de verdad era importante hacerle los estudios a su novio, necesitaba saber como tratar a su pequeño, no quería que algo malo pasara y el no supiera que hacer.

Recuerda como cuando se conocieron y empezaron a salir, a Jimin le dió un ataque de pánico y no supo como reaccionar, pero ahora ya sabía como hacerlo, y quería saber que hacer si su bebé tenia anemia.

Dos horas después la pareja salía del hospital agarrados de las manos.

Y buenas noticias no había, Jimin sufría de Anemia por insuficiencia de hierro, lo bueno era que no estaba en un punto crítico, con vitaminas y suplementos todo estaría controlado.

Pero he ahí el problema pensaba Look, ¿Cómo le daría las pastillas a Jimin? Si el sabía perfectamente que a su bebé no le gustaban las medicinas, pero algo haría y se las ingeniería como siempre lo suele hacer, a veces no sabía de donde le salían tantas ideas de su cabeza.

El doctor le dijo que probablemente Jimin a veces le dolería la cabeza y sufriría de mareos, que si hacía ejercicio se fatigaría muy rápido pero que también su respiración podría dificultarse, pero el ya estaba acostumbrado a este último, puesto que cuando a su bebé le daban sus ataques de pánico el sabía controlarlos a la perfección.

Antes de llegar a su casa pasaron a una farmacia para poder comprar las cosas necesarias para el tratamiento de mochi.

Se bajaron y JungKook pidió lo que necesitaba, y Jimin se acercó a una vitrina dónde vendían jugos dentro de la misma tienda. Se acercó a Jungkook y jaló su chaqueta con su manita.

El mayor volteó a ver a su pequeño y se agachó para que pudiera hablarle—Kookie ¿Me compras un jugo? —y puso un tierno puchero, así kook no diría que no y que si lo consentía, no como creen.

—Claro bebé, ve y toma el del sabor que quieras—Jimin sonrió victorioso y fue dando saltitos hacia la vitrina, agarró uno sabor manzana y fue con Jungkook para dárselo y que esté lo pagará.

Al salir de la tienda su novio le abrió el jugo ya que con las pocas fuerzas que contaba él no pudo hacerlo. Odiaba esos jugos ¿Por que estaba tan dura la tapa? nunca la podía abrir y lo único que podía hacer era pedirle ayuda a su novio

Se le dió para que lo tomara, y volvieron a la camioneta donde JungKook sentó a su pequeño enfrente de él, para ser precisos en sus piernas y así poder asegurarse que su bebé le estaba poniendo atención, ya que el chofer era el que manejaba.

—Bebé, necesito que me pongas mucha atención—Jimin ladeó su cabeza y dejó de tomar su jugo para darle a entender que si le estaba haciendo caso.—Okey bebé, en la clínica me dieron tus estudios y quiero que por favor cualquier dolor, mareo, me avises. Igual si te sientes muy cansado o si te cuesta mucho respirar, ¿Prometes que me lo dirás? —Necesitaba asegurarse que su pequeño no le ocultara ninguno de sus malestares.

Jimim sonrió y estiró su manita con su meñique extendido—Lo prometo por el dedito—Kook sonrió y alzó su largo meñique para así poder entrelazarlo con su pequeño.

—Gracias bonito —ahora Jimin ya había vuelto a tomar su jugo y se veía demasiado chistoso con su boquita hecha trompita succionando el popote que este tenía.

Esa vista hermosa se vió interrumpida por el teléfono del mayor sonando, al sacarlo y ver el mensaje no pudo evitar fruncir el ceño.

𝗦𝗿a. Jeon (𝗺𝗮𝗱𝗿𝗲)

𝙷𝚘𝚕𝚊 𝚑𝚒𝚓𝚒𝚝𝚘, 𝚙𝚘𝚛 𝚏𝚊𝚟𝚘𝚛 𝚗𝚎𝚌𝚎𝚜𝚒𝚝𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚝u 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗o 𝚢 𝚝𝚞́ 𝚟𝚎𝚗𝚐𝚊𝚗 𝚊 𝚕𝚊 𝚖𝚊𝚗𝚜𝚒𝚘́𝚗, 𝚗𝚘 𝚝𝚎 𝚙𝚛𝚎𝚘𝚌𝚞𝚙𝚎𝚜 por 𝚝𝚞 𝚋𝚘𝚗𝚒𝚝o 𝚗𝚘𝚟𝚒𝚘, 𝚝𝚊𝚖𝚋𝚒𝚎́𝚗 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚎 𝚟𝚎𝚗𝚒𝚛. 𝚃𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚎𝚛𝚘.

✔︎✔︎

Joder y ahora que quería su madre, cuando eran pequeños ni siquiera les hacían caso a él y su hermano, pero ahora de grandes como les gustaba estar chingando y estar diciendo que los querían y que los perdonaran por no darles atención de pequeños.

Pero ahora para que querían su atención si ya tenían a su hermoso y precioso novio.

Ya que, tendría que visitar a los molestos de sus padres.

bebé › kookmin. (terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora