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Una mansión color blanco se vió por las ventanas de la camioneta, JungKook estaba acariciando la cabecita de su pequeño y este se encontraba acostado en las piernas de su novio.

Kook suspiraba ¿Y ahora que mierdas le quiere decir sus padres? Aggg tendría que lidiar con ellos.

Una vez las rejas fueron abiertas, permitiendo así pasar la camioneta la cual se estacionó enfrente de la gran puerta de madera.

El mayordomo la abrió para que pudieran pasar y al entrar se encontraron con la lujosa sala, con sillones de terciopelo rojo, una mesa de cristal, bueno en fin, todo muy extravagante como son los padres de los Jeon.

—Hijo querido, ya estás aquí —dijo una mujer de unos 45 años llena de joyas y un vestido rojo. No era mentira que tanto el padre como la madre de la familia Jeon tenían rasgos muy bien formados y la belleza la sacaron de su madre, es por eso que sus hijos son tan guapos, los Jeon tenían buenos genes.

Jungkook solo volteó los ojos y apretó un poco el agarre que tenía con su bebé, ya que estaban tomados de las manos.

—¿Qué es lo que quieren? —la mujer se hizo un poco la ofendida por la respuesta de su hijo. Pero haber, quien no le respondería así a una señora que dice ser tu madre pero que jamás te prestó atención ni cariño, que se la pasaba en su dichosa empresa con su esposo.

—Jeon JungKook, no seas grosero con tu madre —ahora un señor de unos 50 bajaba por las escaleras, era nada más y nada menos que el señor Jeon. Un empresario bastante reconocido por sus negocio en arquitectura, el cual poseía una empresa con bastante fama en la rama que se desarrollaba.

La señora indicó que se sentarán en los sillones pero tanto como los dos padres no se habían dado cuenta del pequeño Jimin ya que este estaba escondido atrás de Jungkook, y con la gran estatura de este lo cubría por completo.

—Oh. Trajiste a tu novio—la señora Jeon se acercó para darle un abrazo a Jimin pero este se apartó rápidamente, y Jungkook también detuvo a su madre antes de que tocará a su bebé.

Pues bien sabía que a Jimin no le gustaba su familia por las burlas que le hicieron al principio cuando apenas estaban saliendo.

—Hijo, por qué no me dejas saludar a tu novio?—ofendida preguntó, la mera verdad es que su madre era un tanto, por no decir, demasiado exagerada y dramática, puesto que tan solo en su forma de vestir se notaba esto, siempre empedernida en oro y joyas. Lo bueno es que ninguno de sus hijos sacó esto de ella, más que todo para llevarles la contraria a sus padres lo que hacían era ponerse ropa de cuero y rasgada.

—No tienes derecho a saludarlo, porque al principio te reías de él, así que vete a la mierda —el señor Jeon el cual ya no había dicho nada se acercó a su hijo con cara bastante seria.

—Deja de ser irrespetuoso, solo quería saludar al mocoso.—la gota que derramó el vaso, Jungkook empujó a su padre— Atrévete a decirle mocoso otra vez y se me olvida que eres mi "padre"—Jimin ya tenía lágrimas en los ojos, no quería que su novio se peleara con su familia por su culpa.

—Da igual, solo necesito que firmes unos papeles hijo, son para que puedas dirigir la empresa—tomó los papeles que tenía su supuesto padre en la mano y se dirigió a la mesa tomando un lapicero los firmó, no sin antes leerlos, donde decía que la empresa se hederá directamente a él y su hermano dividida a la mitad 50% para cada uno, cuando reciban su título universitario.

Los hermanos eran inteligentes así que Kook estudió arquitectura para poder llevar la empresa y Yoongi estudió finanzas lo que les permitía hacer negocios y poder manejar las cuentas de esta, de verdad que eran muy inteligentes.

Cuando se dio la vuelta, pudo ver a la señora Jeon abrazando a su novio y este estaba tratando de que lo soltara.

—Ya está, me voy.—separó a su madre y a su novio, lo cargó y se dirigió a la salida de la mansión.

—Hijo, ¿no te quieres quedar a comer?— el mencionado soltó una risa para voltearse y verlos a la cara—¿Para qué? ¿Para que tengas momentos en familia? No gracias, ya tengo a alguien hermoso que me da cariño—y sin más se fué, dejando con la boca abierta a sus padres.

Se subió a la camioneta aún con Jimin en brazos, sintió algo húmedo en sus hombros, pensando que mochi estaba llorando.

—Hermoso, ya no llores, perdón por llevarte con mis padres—dijo mientras le acariciaba el cabello.

Quería ver la carita de su novio para poder limpiar sus lágrimas, al momento de alejarlo de su pecho no vió lágrimas, vió su nariz con sangre. Su nariz estaba sangrando.

—Bebé...— tomó una toallita de la mochila que siempre traía para las cosas que necesitara su bebé y le limpió la nariz.

Probablemente empezó a sangrar debido a que no había tomado aún sus pastillas para las vitaminas.

—Tranquilo bebé, ya está.—le empezó a acariciar con sus pulgares sus cachetitos.

—yo...yo...manché tu...playera—Kook sonrió y le dió un besito en la frente susurrando un "no importa hermoso".

Definitivamente al llegar a su casa tendrían que hacer muchas cosas, como desempacar, bañar a Jimin, hacerlo dormir pero lo más importante y lo que iba a costar más trabajo era darle la bendita medicina.

bebé › kookmin. (terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora