19

284 15 0
                                    

Jungkook admiraba el pequeño cuerpo de su su bebé, al estar cambiándose enfrente de él colocando su shorts para meterse al lago. Pero lo que el veía era el torso descubierto, empezando a analizar sus hermosas clavículas que resaltaban, seguido de su pecho con sus pezones rosaditos, bajando se encontraba su pequeña cintura y ya no pudo admirar más porque Jimin chilló.

— Kookie, deja de verme — mientras agarraba una camisa del nombrado para cubrirse.

— Ahh perdón bebé — se levantó de su lugar y de un solo movimiento se quitó la playera que portaba, dejando a la vista su marcado abdomen y sus tatuajes.

Y bueno, a Jimin se le caía la baba de ver a su novio así y ahora el era quien admiraba sus cuadritos bien formados en su abdomen.

— Ahora quién es el que me está mirando ehhh — Jimin abrió más los ojos y un intenso color rojo llenó sus mejillas, para luego tiernamente con sus manitas cubrir sus ojitos.

Se escuchó una carcajada por parte de Jungkook, para que luego tomara a Jimin por la cintura y le diera un abrazo, así quedando la carita de este en el pecho fuerte de su novio, aún con su cara hecha un tomatito.

Y así con su bebé sonrojado caminaron agarrados de la mano hasta la orilla del lago simplemente mojando sus pies.

Jimin movía su naricita tal cual conejito, al sentir en sus piecitos el agua fría del lago, apretando el agarre de la mano de Jungkook, y este al sentir el leve apretón volteo a ver a su bebé.

— ¿Qué pasa pequeño? — sonrió al tierno gesto de la naricita de su bebé.

— Fría — El mayor sonrió y cargó a su bonito novio hasta llegar a un piso de madera, dónde se encontraba un jacuzzi. Metió sus piernas aún con Jimin en sus brazos y una vez tocó el suelo, se sentó, así llevándole el agua a la mitad del torso y a Jimin que estaba siendo cargado también.

— ¿Está mejor hermoso? — el contrario asintió y se acurrucó en el pecho de Jungkook mientras jugaba con el piercing en el labio de su novio, le encantaba jugar con ese arito y Jungkook siempre se lo permitiría.

Después de un rato tranquilo, Jimin salió corriendo, puesto que no quería tener un ataque de cosquillas por el contrario, pero lo único que recibió fue un grito por parte de su novio.

— Park Jimin ven aquí o te vas a enfermar. — alarmado salió también del jacuzzi intentando atrapar a su bonito novio el cual se había escapado de sus brazos.

Muy tarde, puesto que Jimin ya sorbía su naricita, pero no por llanto ni nada si no por un resfriado.

Así que cuando por fin lo atrapó en sus brazos dio un beso en la frente y con la intención de dirigirse a la cabaña puso su manos en el hombro del pequeño y comenzó a caminar.

Pero al ver que le cuerpecito de su novio se quedaba quieto volteo a verlo.

— Ño quiero — dijo refiriéndose al no querer entrar, el quería jugar.

— Bebé, hay que entrar, te estás enfermando y no quiero que sea peor — la preocupación se notaba en la voz de el mayor, no quería ver a su bebé con sus energías al cero por un simple resfriado.

— Ñooo — intento poner uno de sus pucheros manipuladores para su mayor pero al parecer no funcionó.

— ¿No? — alzó una ceja y en un rápido movimiento ya tenía a Jimin en su hombro.

Este alegaba que lo soltará para poder seguir jugando pero la verdad es que el clima y la temperatura había bajado y Jungkook como todo buen novio sobreprotector decidió meterlo a la cabaña.

Al entrar a la habitación principal, la cual tenía un estilo muy rústico, se dirigió directamente al baño y ahí dejó a su bebé en un banquito.

Llenó la tina blanca con agua calientita y se volteó para ver a su pequeño quién tenía su boquita hecha trompita, lentamente se acercó y literal la mordió a lo que Jimin soltó un pequeño grito.

— Malo, malo, malo, malo — subió su manita para cubrirse sus labios y que su novio ya no le pudiera besar.

— Perdón bebé pero es que tu boca se ve muy apetecible — trató de acercarse otra vez a su boquita pero el menor lo alejó.

— Ño, vete ya no te quiero, mmm — Jungkook soltó una carcajada por lo adorable que era su novio.

Rie—Bueno bebé que ya no me quiere, vamos a meternos a la tina — se bañaron, con Jungkook asegurándose de que el menor no se enfriara mucho para poder vestirlo e ir por algo calientito a la cocina.

Se encontraba una bolita de mantas, ah no perdón, se encontraba un Jimin hecho bolita con mantas encima, porque tenía mucho frío y no paraba de temblar.

En la otra esquina del cuarto un chico contemplaba a su novio con muchas sábanas encima y lo único que se podía ver era su nariz, boquita y ojos. Soltó una pequeña risa de lo tierno que se veía su bebé temblando, parecía una bolita de arroz entre tanta cobija.

Se acercó hasta pararse enfrente de la cama donde se encontraba su pequeño.

— ¿Mi bolita de arroz quiere el chocolate caliente que le traje? — acercó lo que tenia en las manos mostrando el delicioso liquido color café.

— Ño soy bolita de arroz, pero si quiero kookie. — sacó sus manitas de toda las cobijas que tenía para recibir su chocolate.

— Está bien, pero deberías verte, pareces una deliciosa y bonita bolita de arroz — dijo mientras le pasaba el chocolate en un vaso con popote, porque estaba seguro que si le daba una taza terminaría por romperse.

» Y las bolitas de arroz son mis favoritas y tengo un antojo de comer una de ellas — dijo sonriendo ladinamente y con dobles intenciones en su frase.

bebé › kookmin. (terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora