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Planear una boda no era para nada fácil incluso la primera reunión con la organizadora de bodas fue abrumadora, teníamos mucho que hacer y no pasar de nuestro presupuesto. Lo que nos llevó a nuestro primer debate sobre nuestro presupuesto llegando a la conclusión de que Sana buscaría trabajo el cual consiguió luego de hablar con algunos contactos, como abogada en un nuevo bufet así que nuestros horarios también cambiaron.
Sin embargo, Sana regresaba cansada a veces muy tarde en la noche por reuniones o salidas con sus compañeros de trabajo o jefes. Sentía que nos estábamos distanciando un poco pero ella no lo sentía así o más bien sin darse cuenta se estaba volviendo adicta al trabajo.
- Habla con ella hija, si le explicas como te sientes quizás lleguen a algo - dijo mi madre mientras tomábamos un café en una cafetería cerca del apartamento, por otro lado también me preocupaba mi madre la veía triste últimamente - Eso haré... Y tu ¿Cómo estas? Te noto un poco decaída últimamente mamá - pregunte a lo que mi madre quiso sonreír pero, parecía haber algo más - Yo... Las cosas no están bien con tu padre hija - dijo se notaba triste - ¿Discutieron? El ¿Te hizo algo? - pregunté a lo que mi madre levanto su mirada - Solo algunas discusiones tontas pero espero se le quite el mal humor - dijo mi madre restándole importancia en eso mi celular sonó con un mensaje de la organizadora de bodas - En fin hablare con Sana, espero recuerde que tenemos que reunirnos con la organizadora de bodas, le enviaré un mensaje de todos modos - dije mirando la hora - Esta bien hija, luego me cuentas como van las cosas - dijo mi madre a lo que asentí y luego nos despedimos.
Aunque le envié un mensaje a Sana incluso intente llamarla un par de veces ella no llegó y esa no fue la única vez la siguiente cita tampoco llegó ni la siguiente, era tan frustrante pero las cosas no podían seguir así.
El viernes en la noche me quedé a esperarla en el sofá estaba apunto de quedarme dormida cuando escuche la puerta abrirse, la luz encenderse fue cuando me levanté y cerró la puerta tratando de no hacer ruido - Al fin llegas - dije llamando su atención, Sana volteo a verme y con solo verla sabia que estaba ebria - ¡Amor! - dijo sorprendida de verme pero con una sonrisa acercándose tambaleándose - Cambiaste de lugar las cosas porque no recuerdo que esa mesa estuviera ahí - dijo casi tropezando e incluso riendo al no poder caminar bien.
'¿Cuantas veces habrá regresado así?' me pregunté acercándome a ella para evitar que se cayera - ¿No me saludaras? ¿Ni siquiera un besito? - preguntó haciendo puchero tomándome de la cintura - No hasta que te duches hueles a cigarrillo y alcohol... Ve a darte una ducha y luego podemos hablar - dije apuntando al baño, por mi tono de voz sabia que estaba molesta - No estoy tan borracha - dijo a medio camino del baño - Solo hazlo- me interrumpió - Esta bien mamá - se burlo a lo que gruñí no estaba para juegos, me senté en el sofá a esperarla.