Yeonjun sentía que la palabra nervioso le quedaba muy corta a su estado anímico, según el estaba hipermegaexcesivamente nervioso, ¡Y eso aún le quedaba muy corto!
Beomgyu lo había notado, y es que Yeonjun estaba demasiado torpe, manchó su rostro, el pincel se le cayó muchas veces e incluso le estaba costando demasiado pintar.
Y es que en ese preciso momento Yeonjun no podía concentrarse para nada en la pintura frente a él, solo podía pensar en cuanto faltaba para sus prácticas, y en lo idiota que quedaría frente al menor si es que no llegaba a anotar ningún punto.
¿Cómo se le había ocurrido invitarlo a que vaya a verlo? ¡Iba a quedar como un idiota si le iba mal!
Finalmente el reloj marcó la hora de la desgracia y Yeonjun estaba seriamente pensar en fingir un desmayo para no ir, o quizás a lo mejor a Beomgyu se le había olvidado completamente y él estaba como un tonto haciéndose la cabeza.
Mentiría si dijiese que pensar en Beomgyu olvidándose de ir a sus prácticas no lo desilusionaba.
Se levantó de su asiento guardando un par de cosas y así llamando la atención de Beomgyu.
— ¿Ya es hora? –preguntó él.
Yeonjun simplemente asintió, aún creyendo que quizás existía la posibilidad de que ni siquiera le importaba al menor ir y por ello lo había olvidado.
Observó como Beomgyu guardaba todas sus cosas, dudando si despedirse de él, ¿Quedaría muy insistente si le preguntaba si iría con él?
— ¿Qué tanto estás haciendo ahí quieto? ¿No deberíamos estar yendo?
Aquéllas palabras dibujaron una sonrisa en el rostro de Yeonjun quién asintió lentamente intentando no demostrar la felicidad que sentía.
Caminaron juntos por el pasillo y con cada paso Yeonjun sentía que se moría aún más de nervios, no entendía cual era su necesidad de demostrarle a Beomgyu que podía ser bueno en algo, y tampoco entendía su propio estado de inquietud debido a eso, vamos, Yeonjun era demasiado bueno como para preocuparse en su desempeño durante un entrenamiento.
¡Ni siquiera lo estaba llevando a un partido oficial, era solo una práctica!
Caballerosamente le abrió la puerta a Beomgyu recibiendo un golpe en el pecho tras una pequeña acotación que ni siquiera logró entender gracias al bajo tono de voz del menor, pero estaba seguro que fue una queja de que él era totalmente independiente y que sabía abrir una puerta por sí mismo.
En el poco tiempo en el que llevaba conociendo a Beomgyu había entendido que a él le gustaba ser independiente en cada aspecto de su vida e incluso demostrarlo, pero a Yeonjun no le molestaba ni un poquito ayudarlo en pequeñas cosas, mucho menos cuando Beomgyu se daba cuenta que necesitaba ayuda y con un pequeño puchero en su rostro aceptaba su "desgracia".
Entraron en el gimnasio y enseguida el mayor comenzó a recibir saludos de sus compañeros, algunos también saludaron a Beomgyu con gestos amables, otros simplemente hacían como si no estuviese allí, Yeonjun se encargaría de recordar sus caras para buscar un mínimo error en su desempeño para avisarle al entrenador y que este sea mucho más exigente con ellos.
Fue una persona en especial que llamó muchisimo más la atención de Beomgyu, en realidad la de todos. Corriendo mientras gritaba un adorable "Junnie" se abalanzó en los brazos del chico plantandole un beso en los labios.
Beomgyu se quedó helado, ¿Acaso Yeonjun tenía novia?
Eso le dio unas ganas de vomitar tremendas, pero no porque le gustará Yeonjun ni nada de eso, ¡Ni siquiera sentía tanto afecto por él! Sino que sinceramente estaba odiando al chico por las sugerentes cosas que le había estado diciendo todos estos días, esa preciosa chica no merecía que su novio este hablando de esa manera con otras personas, porque Beomgyu estaba casi seguro que no era el único al que Yeonjun trataba así.
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Tutorias de arte » Yeongyu
FanfictionChoi Yeonjun es el prodigio del equipo de básquet, en su último año del instituto le llega una oferta que no puede declinar. Sin embargo, hay un gran problema, Yeonjun adeuda tres años de asignaturas de artes, y el entrenador de ese prestigioso equi...