11. Aparece la pareja de patinadores.

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―anda, déjame llevarlo ―Akane ya había sujetado a P-chan, solo estaba esperando a que Ranma aceptara ―¡lo cuidare, lo aseguro!

―está bien, y ¿a dónde es que iban? ―comenzó a guardar un poco de dinero en su bolsillo.

―vamos a patinar sobre hielo, ―miró atentamente como su prometido se levantaba del tatami ―¿vas a salir?

―los chicos me invitaron a comer ramen, así que te acompañare hasta la mitad del camino. Vamos ―extendió su mano hacia ella.

―míralos Tendo, se llevan de maravilla jajajaja ―los padres de ambos aparecieron por el pasillo.

―ya lo veo Saotome, pronto nuestras familias serán una sola jajaja ―asentía con satisfacción.

―¡papá! ―Akane lo llamó avergonzada.

Mayumi solo los miro cansada sin molestarse, ya tuvo suficiente hace unos días con esos hermanos locos. Solo ayudó a Akane a levantarse y se fueron. Cuando él llego a su destino se despidió y le deseó suerte, recordándole no perder a su mascota. La chica se encontraría con sus amigas en la pista de hielo.

La joven Tendo se había alistado con una blusa amarilla y falda rosa, cuando Mayumi la vió le preguntó si llevaba licra debajo, pero solo recibió el grito de Akane llamándolo pervertido hasta que le aclaró las cosas lo más rápido que pudo. Además, gracias a que su cabello era corto no tuvo que preocuparse mucho a la hora de peinarlo.

Ya llevaban un buen rato patinando, y en algún momento dejó a P-chan por unos minutos en el suelo, olvidándolo en cuanto sus amigas la llamaron a descansar.

―¿Qué me invitan al equipo de patinaje? ― metió una cucharada del flan con frutas y helado que había pedido, a su boca.

―claro ¿por qué no?

―estarás a la altura de las demás pronto ―animaron ambas.

―mmm... ¡oh, no! Olvide a P-chan en la pista de hielo espero que no le haya pasado nada, iré a buscarlo, ya vuelvo. ―se apresuró a ponerse los patines e ir por el cerdito

―¿que? ¿quién es P-chan? ―una de ellas la miró confundida.

―es su cerdo mascota ¿no lo viste hace rato? ―la otra le respondió mirando por donde se fue la Tendo.

Sin que ninguna lo supiera, el cerdito negro se hallaba sin saber a dónde ir entre tantas personas patinando, había creído que ir con Akane no sería tan malo. En ese instante no pudo evitar pensar en cómo Mayumi siempre se aseguraba de no soltarlo cuando era humano o un cerdo.

Escucho patines acercándose y volteo emocionado creyendo que sería Akane, no fue grata la sorpresa de ver a una desconocida de vestimenta rosa y abundante cabello castaño claro recogido con un listón.

―¡Charlotte! Charlotte ven conmigo, es hora de ir a casa ―rápidamente sujetó al cerdito que intentó escapar.

―¡cuig cuig! ¡Cuig cuig cuig! ―se sacudía tanto como podía, ni siquiera la conocía y lo llamaba Charlotte.

―espera ―la castaña tomo un martillo de madera y lo golpeó en la cabeza dejándolo inconsciente, ―que lindo.

―¡P-chan! ¿Donde estás?! ―Akane recorrió la pista entera, pero no lo veía ―Ranma va a enojarse, debo ir con él.

―¡P-chan! ¿Donde estás?! ―Akane recorrió la pista entera, pero no lo veía ―Ranma va a enojarse, debo ir con él

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¡Ranma no es Ranma!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora